jueves, 31 de enero de 2008
Obama recibe influyente apoyo inteplanetario
El apoyo del rotativo interplanetario ha sido determinante en el éxito de los últimos dos candidatos demócratas a la presidencia de los Estados Unidos -como quedó demostrado con las candidaturas de Al Gore y John Kerry. Es por ello que Barack Obama hubiera preferido que el importante interplanetario le hubiera dado su apoyo a Hillary Clinton.
martes, 29 de enero de 2008
M levanté tarde por no tener un "bumper sticker"
"To have a reason to get up in the morning, it is necesary to possesses a guiding principle. A belief of some kind. A bumper sticker, if you will. People in cars on busy freeways call to each other Boycott Grapes, comfort each other Honk if You Love Jesus, joke with each other Be Kind to Animals -kiss a Beaver. They identify, they summarize, they antagonize with statements of faith: I have a Dream, Too -Law and Order; Jesus Saves at Chicago Fed; Rod McKuen for President (1)."
Sé que estarán de acuerdo en que este mensaje es para mí... Es que tiene sentido, claro, ahora que lo pienso no tengo un bumper sticker... Por eso ha de ser que me levanté una hora y media tarde esta mañana. Creo que llegó la hora de diseñar uno... y tal vez así no vuelvan pegárseme las sábanas.
Artículo relacionado:
Getting your views across: something new in bumper stickers.
A bumper Sticker Causes Me to Examine My Beliefs
Imagen: vía, El País
lunes, 28 de enero de 2008
Seattle, espérame que a ti voy
"We are pleased to inform you that the conference Steering Committee has included your session, Dynamiting the Pre-AP & AP Spanish Language Classrooms through Music, Literature and Film, in the conference program..."
Estoy emocionada por lo de mi presentación, por poder compartir con educadores de todo el país, pero más que nada, porque éste será mi primer viaje a la costa Oeste.
Foto: Space Needle, Seattle, WA, via TripAdvisor.com
sábado, 26 de enero de 2008
Hablando de sexo con mi madre
Hace un tiempo que me encontraba en el período transitorio de terminar una larga y querida relación. Mi madre estaba empeñada en saber por qué mi relación se había terminado: si, se llevaban tan bien, si aun eran amigos y seguían viviendo bajo un mismo techo. Las interrogaciones de mi adorada madre me ponían en jaque, ¿cómo explicarle a mi madre que las relaciones humanas son complejas, que a las mujeres de hoy no nos basta con que no nos peguen cuernos y nos traten bien? ¿Que no necesitamos que un hombre nos mantenga? ¿Cómo explicarle que ni él ni yo teníamos la culpa de que la relación se acabara? ¿Cómo podía explicarle que ni él ni yo éramos ya la misma persona? Todo había cambiado, que habíamos crecido, que habíamos madurado, y que ya no veíamos el mundo de la misma manera que hacía unos años. Nuestra realidad era otra, y nosotros éramos otros. No hay forma de explicarle esa situación tan compleja a una mujer que pertenece a una generación que le bastaba con la protección del marido. Para ella era incompresible que él y yo nos separáramos si te trataba bien, no era mujeriego ni borracho, y tu lo querías muchísimo. Me sentí totalmente incapaz de explicarle que la ruptura se debió a una búsqueda interna de ambos, que algo se había roto y era imposible repararlo.
La inquisición de mi madre se prolongó por mucho tiempo. No podía entender que no nos hubiéramos peleado, que fuéramos tan buenos amigos, y peor aún que hubiéramos permanecido viviendo juntos por un largo tiempo, ¿cómo es posible que sigan viviendo juntos? Madre, porque la vida es complicada y porque una pareja nunca está lista para una ruptura, y últimadamente, porque había cosas por resolver. No somos enemigos, esto fue de mutuo acuerdo, una decisión pensada, razonada con la que ambos estuvimos de acuerdo. Yo no entiendo, ¿por qué ustedes no podían estar el uno sin el otro? Iban de vacaciones juntos, tenían planes para el futuro, se llevaban bien, se querían muchísimo, y entonces? Yo no entiendo. Así es la vida madre -qué sabes tú de la vida?.. y en todos esos meses ¿ustedes no tenían contacto? ¿Contacto? pues nos veíamos todos los días. Era inevitable no vernos. No, contacto, tú sabe... Me sonrojé y le di la respuesta más fácil. Esa que nuestras madres dominicanas prefieren escuchar aun cuando saben que le mentimos.
Hoy me acordé del episodio y me eché a reír. Eso de contacto se me hizo muy gracioso. No tengo que decirles que mis amigas y yo nos echamos unas buenas carcajadas a costa del eufemismo de mi madre.
Foto: Contacto de Fernando Bendala
viernes, 25 de enero de 2008
Entre el fukú y la Cortina de Plátano
jueves, 24 de enero de 2008
What is next for me, love?
But, seriously, what a week! Last Tuesday I went to the doctor, let's just say I am not thrilled with his prognosis; and as if that was not enough, while I was getting the wonderful news from my doctor, -time kept passing- as it aways does- I got a ticket and my car towed away. I was in the doctor's office longer then what I have anticipated. By the time I got out, the no standing from 4:00 to 7:00 Pm sign has gone into effect. I got my ticket at 4:01, and, of course, I got my car towed away right after. I got over it -what were my choices?... I forgot about that incident and went on with my life; but, my mala racha was not over yet, to prove it, this past Tuesday, I got into an accident :-(. And, today, I stop at a bus stop literally for 30 for seconds, and of course, I got a ticket as well -from a rookie, skinny, rude and ugly looking Officer, W. Salgado... That brings the total of dollars in tickets to 415.00 for the City, and for me to innumerous hours of aggravation. ¡Qué pique! ¡2008 has been a fabulous year! I can't complain.
Imagen, via Frendzyship
martes, 22 de enero de 2008
Unas van de cal y otras van de arena
Al llegar a un recodo de la escuela, había a su sombra unos niños que reían y hablaban alegremente. Pasó frente a ellos, tal vez, ellos no la hayan visto, perdidos en sus mundos felices de la adolescencia. Se vio frente al carro y entró; se colocó el audífono en la oreja y se abrochó el cinturón de seguridad. Miró por el retrovisor, por los espejos laterales, y sobre los hombres. No vio nada. La risa de los niños había desaparecido detrás del cristal de las ventanas. De repente, un golpe seco le dejo saber para qué se había quedado hasta entonces en el trabajo: el carro azul, cruzaba justamente por donde ella debía salir. El fuerte sonido era la prueba de que ambos carros habían coincidido en tiempo y espacio. Se detuvo, se llevó la mano a la frente, y respiró profundo. Para entonces, una señora cincuentona gritaba histérica en su ventana. El silencio de la una y los gritos de la otra eran fiel evidencia de que ambas tenían miedo. A los pocos minutos llegó la policía. Intercambiaron las señas particulares: nombre, dirección, teléfono, matrícula, seguro.
Por fin, cuando estuvo todo arreglado, la señora -ya menos histérica- y la oficial se dispusieron a salir; pero ella, aún tendría que esperar un poco más: su carro no arrancó, y entonces a la ecuanimidad le siguió el llanto; sintió que cedía la pared que la había protegido de la rabia, del miedo y de la impotencia. ¡Qué el carro no arrancara, eso ya era demasiado! Se supo sola, y recordó la diferencia entre solitude y loneliness. En este momento, comprendió que estaba completamente sola: todos estaban lejos; nadie vendría darle una mano. ¡Eso fue devastador! Se desesperó, y se quedó paralizada. ¿Dónde quedó la otra, la que hacía veinte minutos había sabido exactamente qué hacer? Esta vez, estaba postrada, abatida, sin fuerzas para más; y entonces, pensó en el buen víctor. Salió del carro, fue en su búsqueda, pero no lo encontró. ¿Dónde puedo encontrar a víctor? -preguntó. En el segundo piso, ¿puedo ayudarla en algo? -dijo una voz. Minutos más tarde, el propietario de esa voz estaba junto a ella en el estacionamiento. No llore, no se desespere que las dominicanas son mujeres de guerra.¡ No se vencen! ¡Ánimo, pues! Fueron éstas palabras mágicas: se secó las lágrimas, subió al carro y desapareció en la oscuridad de la noche.
Imagen: Diagonal Sand, vía El laberinto
sábado, 19 de enero de 2008
Estableciendo puentes entre el aula y la vida real
En 1998 unos profesores de un colegio rural de Tennessee inspiraron a sus estudiantes a conocer sobre las culturas y religiones que existían más allá de esta aislada comunidad. El resultado de la iniciativa lo pudimos apreciar en el documental Paper Clips. Estos estudiantes aprendieron sobre el Holocausto y los efectos de la intolerancia. Su historia nos inspiró a todos:
"The story is all the more remarkable when one considers the history of the area. Whitwell was a coal-mining town until about 1962 when the last mine closed. Down the road a piece is Dayton, site of the 1925 Scopes "monkey" trial, in which teacher John T. Scopes was convicted of violating the Tennessee law that prohibited teaching Darwin�s evolutionary theories, or for that matter any theory that denies the story of Divine Creation. Whitwell is also not far from Pulaski, Tennessee, organizing site of the Ku Klux Klan." (Icom Magazine)
Esta mañana, me encontré igualmente motivada por el artículo Alaskan Kids Say No to a Gold Mine. El artículo cuenta la historia de cómo lo que era un proyecto para la clase, inspiró a unos niños de séptimo grado a organizar protestas en contra de un proyecto minero. Según la profesora, "... the students acted after doing research into the project and its possible effects on the environment. The idea was to study an issue and then write a persuasive essay. The kids grew tired of that exercise in a hurry, McLinn says." (NPR). Los niño han iniciado la campaña de protesta porque consideran que la mina afectaría negativamente el presente y el futuro de la pesca de salmón -la cual es la principal fuente de subtenencia del área. No importa cual sea el resultado de su iniciativa, ya sabemos que las grandes corporaciones siempre ganan; sin embargo, el ejemplo de estos niños es admirable y prometedor. A veces pensamos que todo está perdido, y que nuestra juventud no se preocupa por nada. Estos niños son un digno ejemplo de que hay esperanza. ¡Enhorabuena estudiantes y profesores!
Artículo relacionado: Planne Open-Pit Mine Stirs Environment Fight
Painting: Venezuelan School Children by Ashley Cecil
viernes, 18 de enero de 2008
Where do we come from? What are we? Where are we going?
El pensar que todo marcha sin lógica, y no siguiendo un plan, es menos doloroso e injusto; de algún modo, hace la carga más llevadera, y menos maquiavélica -válido el anacronismo. En el azar no hay calculaciones; quedan eliminadas las jerarquías, el origen pecaminoso, y el peso de una herencia maldita. Éste cancela las dicotomías bondad-maldad y condenado-redimido, ya que resultan innecesarias, porque una depende de la otra. De alguna manera, minimiza la crueldad de la pregunta: por qué a mí, y qué he hecho yo para merecer este castigo. Por consiguiente, hace irrelevante la insoportable respuesta, yo no merezco esto. Hay algo extremadamente cruel en malévolo en creer que exista alguien que se merezca el castigo -¿cómo elegir el destinatario? La respuesta a esa pregunta es temible... La ausencia de responsables ahorra los reclamos, a no ser, para descargar energías negativas, que reprimidas sirven de poco, y suelen a acrecentarse, y amargarnos la vida...
Para mí la vida es un día de verano, con su madrugada, su mañana, su tarde, y su ocaso... Y, sin embargo, ¿hay algo más hermoso que un rayito de sol? No puede existir la mañana sin el ocaso, o, es al revés, y es el ocaso el que no existe sin la mañana. No importa. Es igualmente hermoso.
Where do we come from? What are we? Where are we going? de Paul Gauguin
miércoles, 16 de enero de 2008
A propósito de premios
Yo trato de no dejarme arrastrar por las listas de popularidad, y por los reconocimientos, que en su gran mayoría son arbitrarios, y representan el criterio de un grupito sabelotodo que con su veredicto deciden lo que merece un premio y lo que no. No es que quiera privarlos de su justo derecho a elegir lo mejor, y a levantar monumentos a los que gozan de su bendición. Sin embargo, no siento la necesidad de estar de acuerdo con ellos, ni me siento excluida u ofendida si mis gustos no coinciden con su soberana decisión. De verdad, que no son tan importantes.
Sé que todos hemos sido influidos por el canon de nuestra sociedad, y negarlo resulta hipócrita. Nadie forma sus criterios en total aislamiento. Todos hemos sido moldeados por los gustos de nuestros tiempos, y por los de los que nos precedieron; pero, eso no quita que tomemos desvíos. Se vale explorar, y tener gustos propios -claro está con las limitaciones que esa declaración conlleva. Creo que es triste que la gente siga prestando tanta atención a lo que opine un puñado de gente. Por ejemplo, muchos esperan a que algunas revistas y periódicos publiquen su lista de los mejores libros del año para entonces leerlos. Si el libro no está en tal lista, no vale la pena leerse. ¡Qué tremendo disparate! Nada más lejos de la verdad, hay muchas joyas por descubrir en los estantes...
Y, ¿qué decir de El Casandra? No me quita el sueño que excluyan ciertos tipos de música, porque para hacerlo, tendría que considerarlos como una autoridad. Y, la verdad, para mí no los son -lo que no niega que lo sean para otros, por supuesto. El que la Revisa Times, o cualquier otra publicación, elija su libro del año, o que el Casandra excluya el merengue de calle y la música urbana, para mí son dos caras de la misma moneda. Hay gente que alaba una decisión, pero condena la otra. Ambas decisiones son arbitrarias.
Considero que los gustos, y las expresiones artísticas son tan diversas como los seres humanos -estemos de acuerdo o no-, y por lo tanto, no se pueden evaluar bajo los mismos parámetros; también entiendo que hacerlo de cualquier otra manera no es viable; por eso, me pregunto ¿para qué dar premios si cada obra/artista sigue su propio canon? Me parece que es injusto descalificar por comparación; de allí, lo absurdo de las premiaciones otorgadas por instituciones. Por lo tanto, para mí, el mejor método es dejar que cada persona elija como lo mejor lo que considere justo. En lo personal, cuando digo que algo es bueno, siempre va siguiendo mis criterios -gustos-, y no los parámetros establecidos por ninguna institución oficial.
Imagen, via ACROARTE
jueves, 10 de enero de 2008
El teléfono magenta de mi vecino y los votantes de Iowa
Anteayer, al volver del trabajo, me lo encontré en el garaje. Empezamos a charlar: Happy New Year, same to you. So are you an Obama or Hillary girl? Entonces, timbró su teléfono celular. ¡Qué sorpresa me llevé! Era el mismo teléfono magenta que había visto sobre la mesa! No pudo hablar con la persona que lo llamó porque no hay buena recepción en el garaje, por lo que pudimos retomar nuestra conversación. Nunca le di la respuesta a su pregunta, ya que -por lo menos, en ese momento- yo estaba más interesada en su teléfono que en la política. No me pude resistir, y le dije que no podía creer que éste fuera suyo. Me explico que no le molestaba en lo absoluto que la gente se le quedara mirando el teléfono. Estaba en oferta y lo compré ¿que importa el color? -me dijo. Me contó que un día lo perdió, y que alguien llamó a su casa y le dijo a su esposa I found your daughter's phone. Los dos nos reímos, y subimos al ascensor.
Ya en casita, me puse a pensar en el teléfono magenta de mi vecino, pero esta vez, no me reí. Me sentí identificada con Walter -aunque a mí jamás se me ocurriría comprar un teléfono de ese color -por barato que sea -es una cuestión de gustos. Escuché de nuevo sus palabras. Recordé que Walter también me había dicho I am voting for Hillary. I do not know much about Obama...No pude evitar pensar en Iowa y en New Hampshire. Reflexioné sobre el voto de las mujeres en New Hampshire. Según los resultados de las elecciones, muchas mujeres votaron por Hillary por ser mujer, y porque se sintieron identificadas con el It's not easy y el I don't want us to fall back. Me pregunté si ¿hay alguna diferencia en decir votaría por Obama por ser negro, o por ser hombre, o por Hillary por ser blanca y ser mujer? Sentí pena y tal vez miedo... Suspiré profundamente y pedí un deseo: ojalá que esta campaña no se convierta en la guerra de los sexos y de las razas; porque si así fuera, la idea de que estamos en la antesala de un nuevo día en la historia de los Estados Unidos sería sólo una quimera. Y, de poco servirían los sueños de unidad que nacieron en Iowa cuando una mayoría blanca - hombres y mujeres- eligió a un hombre negro. En ello, por lo menos para mí, Iowa demostró ser mucho más progresista que New Hampshire.
miércoles, 9 de enero de 2008
¿Y quien ha dicho que somos libres?
martes, 8 de enero de 2008
Clinton: the Come-back Kid II
THE 1992 Democratic New Hampshire primary was truly unique inPhoto, NPR
recent presidential politics. It was the only time in a recent presidential
nominating process that Iowa was not contested. The New Hampshire primary became
the voters' first verdict on the candidates. As some old salts will recall, Tom
Harkin, the popular Democratic senator from Iowa, was a candidate and the other
campaigns wisely decided to concede the Iowa caucuses to him. As contrasted with
2008, the Iowa caucuses in 1992 were a political nonevent. The net result of
this was to make New Hampshire even more contested and definitive in the 1992
primaries. We lived and breathed New Hampshire from New Year's Day to election
night, Feb. 18, 1992, in what was without a doubt the most intense 49 days in my
life.
Los ojos aguados de una Hillary que no conocíamos
lunes, 7 de enero de 2008
¿Excluye la constitucion a los condenados a muerte?
Uno de los nueve jueces sugirió mandar el caso de vuelta a una corte estatal para que se determinara si había fundamento en el alegato de sufrimiento innecesariamente de los reos, Scalia se opuso. ¿Por qué? Porque según él, esta decisión detendría, o dilataría las ejecuciones pendientes. Yo cada vez entiendo mejor a Scalia. He llegado a la conclusión de que la única constitución que Scalia quiere seguir es la que a él le hubiera gustado haber escrito. ¿Se imaginan? Eso hubiera sido un desmadre -como dicen mis amigos mexicanos- porque entonces, tal vez, ni siquiera existiera Estados Unidos como lo conocemos hoy. Para mí, resulta difícil reconciliar su desempeño en la corte con sus valores cristianos. Sus principios son flexibles, -por no decir inconsistentes- pero claro, siempre a su favor. Antoni Scalia es la encarnación de la doble moral. Parece que la constitución sólo hay que seguirla si se ajusta a lo que él cree, o a los objetivos que quiere alcanzar, o perpetuar. Así es el distinguido Magistrado Antoni Scalia, el mismo que propone que se lea la constitución tal cual fue escrita, pero claro siempre y cuando no se trate de su propia interpretación -porque ésa es siempre válida.
Escuchar a los jueces discutiendo este tema fue muy doloroso para mí; es sorprendente -bueno no tanto- el que en su debate no se filtrara, ni por un instante, el menor respeto por la vida, y por el sufrimiento de los condenados. No hablaron del reo como ser humano, quien a diferencia de un óvulo fecundado, sí lo es. Si la conversación hubiera sido sobre células madres o del aborto, hubieran estado defendiendo la vida de un ser futuro, que aún no existe. No pude evitar preguntar, ¿cuál es la vida que ellos defienden?
Artículo relacionado:
Drugs Used in Executions May Cause Paralysis, Pain for Conscious Inmates
Imagen Lethal Injection
Aviso público para la juntilla de anoche
Actualizado: El servicio público de Radio Guarachita funcinó. Me caban de mandar un email para decirme que estaba en el carro. Eso no quiere decir que me sienta mucho mejor. No se que hacer sin mi celular. Esto es grave, ¿recuerdan mi post de la semana pasada? ¡Sencillamente trágico!
domingo, 6 de enero de 2008
They Didn't Stop Thinking About Tomorrow
"AFTER so many years of fear and loathing, we had almost forgotten what it’s like to feel good about our country. On Thursday night, that long-dormant emotion came rushing back, like an old dream that pops out of the deepest recesses of memory, suddenly as clear as light. “They said this day would never come,” said Barack Obama, and yet here, right before us, was indisputable evidence that it had.
What felt good was not merely the improbable and historic political triumph of an African-American candidate carrying a state with a black population of under 3 percent. It was the palpable sense that our history was turning a page whether or not Mr. Obama or his doppelgänger in improbability, Mike Huckabee, end up in the White House. We could allow ourselves a big what-if: What if we could have an election that was not a referendum on either the Clinton or Bush presidencies? For the first time, we found ourselves on that long-awaited bridge to the 21st century, the one that was blown up in the ninth month of the new millennium’s maiden year.
The former community organizer from Chicago and the former Baptist preacher from Arkansas have little in common in terms of political views. But as I wrote here a month ago, the author of “The Audacity of Hope” and the new man from Hope, Ark., are flip sides of the same coin. The slogan “change” — a brand now so broad and debased that both Hillary Clinton and Mitt Romney appropriated it for their own campaigns — does not do justice to the fresh starts that Mr. Obama and Mr. Huckabee represent.
The two men are the youngest candidates in the entire field, the least angry and the least inclined to seek votes by saturation-bombing us with the post-9/11 arsenal of fear. They both radiate the kind of wit and joy (and, yes, hope) that can come only with self-confidence and a comfort in their own skins. They don’t run from Americans who are not in their club. Mr. Obama had no problem winning over a conclave of white Christian conservatives at Rick Warren’s megachurch in Orange County, Calif., even though he insisted on the necessity of condoms in fighting AIDS. Unlike the top-tier candidates in the G.O.P. presidential race, or the “compassionate conservative” president who refused for years to meet with the N.A.A.C.P., Mr. Huckabee showed up last fall for the PBS debate at the historically black Morgan State University and aced it.
The “they” who did not see the cultural power of these men, of course, includes not just the insular establishments of both their parties but the equally cloistered echo chamber of our political journalism’s status quo. It would take a whole column to list all the much-repeated Beltway story lines that collapsed on Thursday night.
But some are worth recounting because they prove nearly as instructive as they are laughable. The Benazir Bhutto assassination was judged as a boon for Mrs. Clinton because it would knock the silly voters to their senses by reminding them it was no time to roll the dice with foreign-policy novices. Oprah Winfrey’s Obama rallies were largely viewed as a routine celebrity endorsement, while Mr. Romney’s address on “Faith in America” was judged as momentous as “Mission Accomplished.” Only a week ago, Mr. Huckabee was literally laughed at by reporters for his “Howard Dean meltdown” at a press conference where he contradictorily exhibited and then disowned an attack ad on Mr. Romney.
The final Des Moines Register poll — Mr. Huckabee up by six points and Mr. Obama by seven — was greeted with near-universal skepticism. John Edwards and John McCain, we were reliably informed by those “on the ground,” were surging in Iowa. Mr. Huckabee might have fatally insulted voters by ditching Iowa on the eve of the caucus to appear with Jay Leno. All those collegiate Obama enthusiasts, like the Dean brigades of the last Iowa political insurgency, were just too flighty to actually bother to caucus.
What was mostly forgotten in these errant narratives were the two largest elephants in the room: Iraq and George W. Bush. The conventional wisdom had it that both a tamped-down war and a lame-duck president were exiting so quickly from center stage that they were receding from the minds of voters. In truth, they were only receding from the minds of those covering those voters.
The continued political import of Iraq could be found in three different polls in the past six weeks — Pew, ABC News-Washington Post and Wall Street Journal-NBC News. They all showed the same phenomenon: the percentage of Americans who believe that the war is going well has risen strikingly in tandem with the diminution of violence — from 30 percent in February to 48 percent in November, for instance, in the Pew survey. Even so, these same polls show no change at all in the public’s verdict on this misadventure or in President Bush’s dismal overall approval rating. By the same margins as before (sometimes even slightly larger), a majority of Americans favor withdrawal no matter what happened during the “surge.” In another poll (Gallup), a majority still call the war a mistake, a finding that has varied little since February 2006.
It’s safe to assume that these same voters did not forget that Mrs. Clinton and Mr. Edwards enabled the Iraq fiasco. Or that Mr. Obama publicly opposed it. When Mrs. Clinton attacked Mr. Obama for his supposedly “irresponsible and frankly naïve” foreign policy ideas — seeking talks with enemies like Iran — she didn’t diminish him so much as remind voters of her own irresponsibility and naïveté about Mr. Bush’s Iraq scam in 2002.
In the Republican field, no candidate has less association with Iraq than Mr. Huckabee, a politically lucky and unintended consequence of his spectacular ignorance about foreign policy in general. When he finally did speak up in a newly published essay in Foreign Affairs, he condemned the Bush administration for its “arrogant bunker mentality” in its execution of the war. Mr. Romney, sensing an opening among the party faithful, loudly demanded that Mr. Huckabee “apologize to the president” for this insult. But Mr. Huckabee had the political savvy not to retreat, and in Iowa’s final hours even Mr. Romney desperately reversed himself to slam Mr. Bush’s mismanagement of Iraq.
Among the Republican candidates, Mr. Huckabee is also as culturally un-Bush as you can get. He constantly reminds voters that he did not go to an Ivy League school and that his plain values derived from a bona fide blue-collar upbringing, as opposed to, say, clearing brush on a vacation “ranch” bought with oil money attained with family connections. “People are looking for a presidential candidate who reminds them more of the guy they work with rather than the guy that laid them off,” he told Mr. Leno, in a nifty reminder of Mr. Romney’s corporate history as a Bush-style, Harvard-minted M.B.A.
It’s such populist Huckabee sentiments that are already driving the Republican empire to strike back. The party that has milked religious conservatives for votes for two decades is traumatized by the prospect that one of that ilk might actually become its standard-bearer. Especially if the candidate in question is a preacher who bashes Wall Street and hedge-fund managers and threatens to take a Christian attitude toward those too poor to benefit from the Bush tax cuts.
No wonder the long list of party mandarins eager to take down Mr. Huckabee includes Rush Limbaugh, Robert Novak, the Wall Street Journal editorial page and National Review. Dan Bartlett, the former close Bush adviser, has snickered at Mr. Huckabee’s presumably low-rent last name. Fred Barnes was reduced to incoherent babbling when a noticeably gloomy Fox News announced Mr. Huckabee’s victory Thursday night.
But if, as the new narrative has it, Mr. McCain will ride to the party’s rescue, the Republicans’ relief may be short-lived. He is their most experienced and principled horse, but he’s also the oldest and the most encumbered by Bush and Iraq baggage. The NBC News analyst Chuck Todd may be on to something when he half-jokingly suggested last week that there was a 5 percent chance that the G.O.P. may have to find a nominee not yet in the race.
Mr. Obama is in a far better position in his more-or-less ideologically united party than Mr. Huckabee is among Republicans, but, of course, he could lose for a myriad of reasons. Mr. Obama could make some world-class mistakes; the Clinton machine could land some attacks more devastating than its withering critique of his kindergarten paper.
But if Clinton operatives know how to go negative, they don’t have the positive balance of a 21st-century message. Iowa confirmed that the message the campaign has used to date — experience — is D.O.A. in post-Bush America. It was fascinating to watch that realization sink in on Thursday night. In her concession speech, Mrs. Clinton had her husband, the most tangible totem of her experience, standing right beside her, yet she didn’t mention him or so much as acknowledge him.
Even before that tableau was swept away by the sight of the Obama family all but dancing across the stage in celebration, it looked like the passing of an era.
sábado, 5 de enero de 2008
Una carta para Zule
Sé lo que sientes mientras singas con un hombre que te repugna, un hombre a quien eres capaz de dejar que te penetre, pero nunca que te bese. Uno o mil es igual, hombres sin nombres con cuyas venidas mantienes a los tuyos: colegio, comida, regalos de cumpleaños para tu hijo, llamadas diaria. La demanda de tu producto determina la situación de tu familia, mientras mayor la demanda menor el nivel de precariedad; la tuya ni depende de la oferta ni de la demanda, la tuya siempre va en picada; pero tú te conformas con nada –te basta con que ellos estén bien.
Eres la Reina de todas las putas, te los singas a todos, tu cuerpo de mulata caribeña te provee el material necesario: un trasero que las europeas te envidian, y por el que los hombres se babean, todos quieren acostarse contigo. Pero, aunque no lo sepas, en ello se te irá la vida… todos tus planes se desvanecieron cuando te lo dejaste meter sin protección porque andabas de prisa –sé que tenías otros clientes esperando, y ¿ahora? No sé lo que harás el día que te enteres de tu desdicha. Sólo te queda vengarte, pero ¿de quién si ya has perdido la cuenta? Un año de prostituta, fue todo lo que te duró… Yo, si fuera tú, elegiría al que más dolor te haya causado. A ese me singaría… Si a ese, infeliz, a ese singátelo una vez más, pero esta vez a conciencia, piel con piel, cóbrale todo el dolor que te debe en sólo un polvo; hazlo volar como sólo tú puedes, con tu culo caribeño, demuéstrale que tu culo, y tú, solo existe -como siempre pensó él- para que él te lo metiera, y para que tú lo hicieras venir en grande. Déjalo que te goce como nunca; hazlo gemir, y gime tu también… Déjalo que te coja como se le dé la gana, y hasta que quiera, que te pegue, que te siga explotando; pero alégrate, porque esta vez tú mandas, tú estarás en control desde el momento que te meta sus míseras tres pulgada de verga; te lo aseguró para entonces, ya tú te habrás vengado.
La película se está exhibiendo en Sto. Dgo. vayan a verla vale la pena. Princesas muestra el lado humano y trágico de la prostitución y la inmigración hacia Europa.
Cambienme el disco por favor, ya no aguanto más
¿Y qué decir de John Edwards? Este señor quien debió haber sido el vice-presidente del país en el 2004, y quien nunca debió haber renunciado a su puesto en el senado, se nos ha quedado barado en su retórica pro-clase media y en contra de la influencia política de la maquinaria corporativa en Washington. No es que no tenga razón, pero por Dios, no lo he escuchado decir nada que no sea que el mundo corporativo nos tiene cogido por el cuello en por lo menos cinco años. Eso ya lo sabemos Edwards. Estamos hartos dinos otra cosa por favor, aunque sea mentira, pero cambia el disco por favor.
Así es que hoy en este frío día de este nuevo año, Edwards y Giuliani actualicen el calendario que ya estamos en el 2008 aunque ustedes no lo crean.
La próxima vez que publique un post va a ser sobre el dedito chiquito de los pies para que no digan que estoy como Edwards y Giuliani con los posts de política, jajajaja :-)
viernes, 4 de enero de 2008
Obama ganó en Iowa, y ¿ahora qué?
New Hampshire es un estado con un alto nivel de educación, de pensamiento muy independiente y principios muy progresistas. Es decir no hay garantías. Los residentes de New Hamphire se jactan de ser pensadores independientes y de que los candidatos deben ganarse sus votos. También sostienen que los resultados de las primarias de Iowa nunca han influido en los resultados de New Hampshire. Sin embargo, ésta es una situación sin precedentes. Es la primera vez que un candidato afroamericano se perfila como un posible presidente. Si a eso le añadimos la inteligencia, el carisma, y el mensaje de cambio, esperanza y de unificación de Obama, tal vez si tenga un impacto, no sólo en New Hampshire, sino también en el resto del país. ¿Será Obama el Jackie Robinson de la política?
¿Habrá llegado la hora?
A Barack Obama lo conocí hace más o menos tres años, mientras daba un discurso. Me impresionó su capacidad oratoria, su inteligencia y su juventud. Nunca me imaginé que hoy a sólo tres años de ese discurso, Obama estaría compitiendo por la Casa Blanca. Me gusta la firmeza de Obama, me encanta que haya votado en contra de la Guerra en Iraq, cuando hacía falta que se votara que no. Hoy todos saben que fue una locura y un desastre –excepto Bush y sus amiguitos. Para mí, lo que cuenta son las decisiones que se toman en tiempo de crisis, o mejor dicho como lo diría Martín Luther King “The ultimate measure of a man is not where he stands in moments of comfort and convenience, but where he stands at times of challenge and controversy.”
¿Estamos listos como nación para dejar el racismo y el sexismo de un lado? Eso lo sabremos dentro de un año. No tengo la respuesta para esa pregunta. Sin embargo puedo decir que la juventud americana finalmente está despertando del ensueño. No está contenta con la dirección en la que marcha el país. El fiasco de esta administración ha despertado un monstruo que podría hacer la diferencia en las próximas elecciones. Esta generación es menos religiosa, menos racista, menos sexista y menos nacionalista. Es una generación conectada con el resto del mundo. Es decir, ya no sólo sabe lo que dicen los periódicos locales sino que navega por el Internet, y se entera de lo que piensan los demás en otras partes del país y del mundo. Por esto, creo que esta generación estaría dispuesta a elegir a un afroamericano o a una mujer. La clave es qué candidato va a captar su atención, tanto como para que salgan a votar -los jóvenes norteamericanos son notorios por no participar en las elecciones. Personalmente, dudo mucho que Hillary Clinton logre transmitir el carisma y el entusiasmo que ha empezado a proyectar Obama. Mucha gente se equivoca, y cree que las mujeres van automáticamente a votar por Hillary. No es cierto. Por ejemplo, en Iowa la mayoría de las mujeres votaron por Obama. Hillary acaba de decir que ella es el candidato de la juventud, sin embargo en Iowa la mayoría de los votantes de menos de 30 años votó por Obama.
miércoles, 2 de enero de 2008
La soledad, un animal de ciudad
Is true love truly there?
Yes, if your warm heart is.
…
Sadly true love can be broken,
Yet, it does not mean the world is ending.
[So] that my smile may not fade
Estas seis líneas enmarcan tres historias de soledad, amor, tragedia, búsqueda, y redención. Tres historias que encierran lo más sublime y lo más trágico de nuestra existencia. ¿Qué es sublime? El amor, la compañía, la complicidad, la amistad; ¿y trágico? La incomunicación.
La película tiene lugar en una gran CIUDAD. Ésta se extiende como un monstruo que acecha a los ciudadanos… No pude evitar que las tomas de la ciudad me asustaran y me hiciera sentirme identificada. Si se preguntan por qué, les diré que es muy sencillo: nunca he podido entender cómo se puede vivir tan sólo entre tanta gente. Las calles están llenas de gente sin vida, con prisa, triste, sola. Nadie tiene tiempo para conversar, $ólo lo productivo es importantes… todo tiene que tener un propósito ¿para qué sirve? ¿qué ganas con eso? Nunca olvido que hace algún tiempo el chico que me sirve un capaccino antes de mis clases me preguntó qué estudiaba, y cuando le dije que letras me dijo que si para eso había que ir ala universidad. Sentí un aguijón enorme que me pinchó por la planta de los pies y me atravesó de norte a sur. Sé que no deja de tener razón mi amigo el capuccinero. Es cierto, no es necesario ir a la uni para leer y escribir. Pero a mí lo que me fastidia, no es eso, sino el siniestro mensaje que se esconde detrás de sus palabras –bueno tanto como suyas no son, se las ha heredado la colectividad capitalizada, obsesionada con la productividad y las ganancias... Pero hasta aquí con mis explicaciones económicas a la conducta humana, porque de economía sé tanto como Bush de relaciones internacionales. ¡Qué le vamos a hacer! Le dejo la economía a amigo Cabrit0, y vuelvo a las humanidades.
Hace algún tiempo vengo preguntándome si hemos perdido los seres humanos la capacidad para comunicarnos. No sé por donde ustedes viven, pero por aquí las conversaciones casuales escasean. Y qué decir de nuestra manía de estar conectados: los reproductores de música, los mensajes de texto, el blog, google talk, MSN, etc. Nos hemos vuelto esclavos de la tecnología -aunque paradójicamente nos mantiene más cerca, y nos abre más puentes de comunicación, nos aleja de los que están físicamente cerca de nosotros. Me di cuenta de esto hace algún tiempo mientras estaba en mi cuarto conectada al Internet y le mandé un mensaje instantáneo a mi antiguo novio que estaba en la sala. En ese instante sentí pavor. En la película Be with me una chica desesperada por comunicarse con su novia, se rehúsa a hablar con su madre que en repetidas ocasiones le toca la puerta de su habitación; la chica se desespera porque no puede localizar a la amante por teléfono, ni por correo electrónico ni por mensajes de texto; y sin embargo cuando la madre trata de entender qué le pasa le tira la puerta y le grita que se vaya. ¿Por qué nos cuesta tanto acercarnos, conversar, decir lo que nos pasa, lo que queremos, lo que odiamos, lo se nos atraganta en la garganta? ¿Por qué cuando un amigo llama, y nos encuentra en medio de un desconsolado ataque de llanto y soledad, no podemos decirle lo que nos pasa? ¿Por qué le decimos te llamo en un instante, nos enjugas las lágrimas, y ponemos nuestra pena en pausa hasta que podamos de nuevo darle riendas sueltas al dolor que llevamos en el alma? He visto esta escena repetirse mil veces, no en la pantalla sino en la vida real. De hecho, yo he sido esa chica, y aún lo soy a menudo. Sé que no es fácil abrir la puerta... Yo misma la he cerrado mil veces … y ¿por qué? tal vez por miedo a que no nos escuchen, no nos entiendan, y a que nos juzguen... No es fácil encontrar a alguien con quien poder comunicarnos, y poder ser nosotros mismos.