miércoles, 30 de junio de 2010

Una mañana de verano

Esta mañana he despertado temprano. Por la ventana se escurren los rayos del sol que hacen blanco en mis pupilas y me recargan de energía. Me tendí sobre el sofá con la laptop sobre el abdomen, apoyada por el ángulo de 90 grados  formado las piernas  y el torso. Al alcance de los dedos está mi BlackBerry, y el libro que actualmente leo: Tinkers.

Salto de un lado a otro por Internet y me estaciono en The New York Times. He estado dándole seguimiento a la detención de los supuestos espías rusos. Esta historia me transporta a la época de la Guerra Fría, a la que me he acercado, más que nada, a través de la ficción. Quizás por eso, esta historia tiene un aire de irrealidad para mí. Es como leer una novela de espionaje fuera de tiempo y espacio.

No puedo evitar mi naturaleza escéptica. Hay algo que no sé, no logra convencerme del todo en esta historia. Es posible que sea yo, y que sea como nos han contado, pero no sé, se me hace difícil creerle a la C.I.A. después de su largo historial, en más de una ocasión, cuestionable.

Pero no es de espías ni de la C.I.A. que quiero escribir, sino de lo mucho que me gusta empezar el día con esta rutina. Un día regular a esta hora ya he enseñado una clase, y aún no son las ocho de la mañana. Estoy harta de madrugar, bueno no, de madrugar no, sino de tener que salir disparada de la casa antes de que suba el sol.

Madrugar no es el problema, la verdad. Hoy he madrugado, pero no porque que tuviera que estar en ningún lugar, sino porque me gusta oler el aroma del café, mezclado con el del rocío de la mañana, y sentirlo deslizarse por mi paladar sin prisa, acompañándolo con la lectura -digital o impresa-, bañarme de sol tendida sobre el sofá, y  sentir que nadie me espera.

sábado, 19 de junio de 2010

Zakumi

¡Qué gran personalidad tiene Zakumi! ¡Qué seguridad! Y, qué decir de su lenguaje corporal: sencillamente espectacular.

Se me hace la mascota más mona de los mundiales que he visto, o por lo menos, la que a mí más me ha gustado. Me encanta su  pelo verde. ¿Será que Zakumi es algo Punk? ;-).

viernes, 18 de junio de 2010

Saramago

Es curioso nunca haya escrito un Post sobre Saramago. No lo haré hoy, tampoco. Este post es más sobre mí que sobre José Saramago. Me enteré de su muerte a través de un amigo, a quien tuve el placer de presentárselo, claro no en persona, sino a través de sus libros. Me agradeció el habérselo  presentado.

Mi primera reacción ante la noticia fue de sorpresa, luego estuve en paz, y me alegré por haber tenido el privilegio leerlo. Entendí que Saramago no ha muerto, sólo ha dejado el escenario. Los grandes escritores nunca mueren. Seguirá con nosotros cada vez que sucumbamos al encanto de sus palabras. Y,cuando nosotros no estemos, aún seguirá viviendo en la sonrisa complacida de quienes lo lean.

martes, 15 de junio de 2010

Traumas

Las heridas emocionales son invisibles para la vista, pero no por ello menos serias.  Identificar qué nos duele y por qué, es muy difícil. Es un proceso largo, produciendo tal cansancio que, a veces, se pierde la fe en una posible recuperación.

Aislar la fuente del dolor, aceptar su impacto en nuestra vida, y hacer un compromiso de sanar es agotador. El secreto, tal vez sea, no darnos por vencidos y aferrarnos a todo lo que nos sostenga de pie y nos ayude a seguir adelante.

lunes, 14 de junio de 2010

"Descubrimiento" en Afganistán

Esta mañana The New York Times reporta que se han “descubierto” grandes depósitos de minerales en Afganistán. Habrá quien crea que “grupo de expertos" en minería acaba de encontrarse con este tesoro escondido. Yo como buena escéptica pienso que el hecho de que esos expertos estuvieran presentes significa que ése es "un secreto" descubierto hace tiempo. Nada me sorprendería que fuera antes del siete de octubre de 2001.

Este hallazgo podría significar dos cosas: nos vamos acercando a la “verdad” sobre la necesaria y perpetua presencia de tropas estadounidensies en el país, y esta guerra se extenderá aún mucho más. ¿Adónde quedó la promesa de terminar la guerra del presidente Obama? Una guerra no termina llevando más soldados al frente de batallas como ha hecho el presidente.

El New York Times dice que Obama estaba "deseoso de buenas noticias provenientes de Afganistan." Esas serían excelentes noticias, si fuéramos a usar esos recursos para reestructurar el país y propiciar su desarrollo. El problema es que dudo mucho que eso ocurra: Afganistan seguiráa siendo tan pobre como siempre, excepto que ahora compañias extranjeras irán a enriquecerse mientras los que propulsarán sus ganancias ganarán una miseria.

Ya sabemos como terminará la obra cuando caiga el telón. Ni Afganistan ni su gente se beneciarán de estos depósitos mineros a largo plazo. Lamilias estadounidenses y afganas seguirán perdiendo a sus hijos, sacrificados como colderos. Y, nosotros los trabajadores seguiremos financiando ambas tragedias al pagar más y más impuestos cada día.

domingo, 13 de junio de 2010

La verdad es inextinguible

 "La verdad puede ocultarse, pero no extinguirse." Frank Lloyd Wright (1867-1959)

En el trasfondo repicaba un cuchillo sobre un madero o un mármol. Bajo su filo, triturado, algún preparativo para un suculento manjar, aderezado por una conversación amena entre dos futuros comensales, pero que había sido interrumpida por una llamada inoportuna.

Al otro lado de la línea telefónica, una mujer se debatía entre las dudas y lo desconocido.  Esa tarde, una fuerza ajena a ella, la impulsó a marcar el número de aquel hombre a quien jamás se había atrevido a llamar.

Entre los repiques del cuchillo, una aparente estática, un nombre equivocado, y un "nosotros" -que sonó a muchedumbre- deshicieron doce meses de silencio.

La conversación fue algo incomoda, tan distinta a todas las anteriores. Permeaban la superficialidad y la falsedad.  A una despedida apresurada siguió otra promesa que también sería rota.

El silencio se extendíó a través del desierto hasta alcanzar a ese ser sediento de escuchar esa verdad latente, que le carcomía el alma, y ahora sabía, nunca escucharía.

La isla bajo el mar

Isabel Allende es una escritora exitosa: vende libros como pocos y es prolífera como nadie. Su libro  La isla bajo el mar fue el libro que eligió leer mi club de lectores este mes.

Es un libro fácil de leer, pero no acaba de convencerme. No me hace sentir nada. Me cuesta continuar la lectura. Apenas llevo unas cuarentas páginas, y debo haberlo terminado para el próximo domingo 20 cuando me reúna con los demás lectores.

Estoy acostumbrada a leer libros que no me apetecen para la universidad, pero cuando leo por placer me gusta sentirme totalmente seducida. Hasta ahora no me ha provocado la menor emoción. Ojalá que en las próximas páginas se anime a engancharme.

sábado, 12 de junio de 2010

La voz de mi papá

Entró una llamada de un número anónimo y sin pensarlo contesté. Era mi papá. Escuché su voz por primera vez en dos meses, y sentí que el piso se movía bajo mis pies.

La llamada fue breve, pero fue suficiente para recordarme lo importante que es mi padre para mí. Casi no nos dijimos nada. Me preguntó cómo estaba, le dije que bien. Rápidamente, pasamos al tema por el cual me había llamado: el viaje de una tía a quien debía recoger en el aeropuerto. No disponía de la información que él necesitaba así que quedé de llamarlo más tarde.

No hablamos de los acontecimientos de los últimos meses por los que yo he estado distante con él. Es muy probable que nunca lo hagamos. Así es mi padre...

domingo, 6 de junio de 2010

Una sorpresa que salió mal

Pensé en la sorpresa que le daría, ajena a que la sorprendida sería yo. Era tarde. Había sido una noche de juerga con amigos por varios lugares de Manhattan. Al final de la noche se me ocurrió lo maravilloso que sería pasar a verlo. Su casa me quedaba mucho más cerca que la mía.

Lo llamé y no contestó el teléfono. No pensé mucho de ello, me dije que era tarde y que probablemente dormía. Habíamos hablado hacía unas horas, y él estaba en casa, y me había dicho que no saldría. Salí del bar donde estaba. Cogí el tren hacia su casa. No sé que problema había que hizo su última parada antes de que yo llegara a mi destino. Salí de la estación. Subí a un taxi. Volví a llamarlo pero no contestó. Tenía el sueño pesado, ha de estar rendido, pensé. Yo tenía llave de la casa, pero se me habían quedado en casa.

Al llegar, toqué la puerta y nadie abrió. Un instante más tarde salió un hombre que llevaba un cigarrillo en la mano. Aproveché la oportunidad y entré. Tomé el ascensor hasta el sexto piso.Toqué el timbre, sin sospechar lo que estaba a punto de descubrir. Abrió la puerta y vi la cara de un fantasma. Estaba cubierta completamente de ceniza.

¿Qué te pasa porque no contestaste el celular ni abriste la puerta si estabas despierto? Pensé que estabas profundamente dormido. "No estoy solo" -lo escuché decir. Hice un gran esfuerzo por mantener la compostura. Un frío inmenso me crispó los huesos de pie a cabeza. Se abrió la puerta del baño y vi aparecer a una mujer que nada tenía que ver conmigo. La reconocí de inmediato, era una amiga suya de toda la vida. Me saludó y le contesté cortésmente. Hacía un gran esfuerzo por aparentar que no pasaba nada. Nuestra relación había terminado hacía tiempo, y era de mutuo acuerdo vernos cuando alguno de los dos lo deseaba, porque ambos seguíamos solteros. Nada más.Esa noche descubrí que la situación era más compleja de lo que yo había creído. Descubrí tantas cosas sobre mí, y sobre esa relación  que había devenido en clandestina.

Me pidió que esperara un  momento que la acompañaría a tomar un taxi. Era tarde. Le aseguré que no había ningún problema. Cerro la puerta y salieron. Las piernas se me balanceaban por su cuenta, me arrimé al borde de la cama, y me dejé caer. Saqué el teléfono de la cartera, y pedí un taxi. Le pedí que me esperara a dos cuadras. No quería que me viera salir, no quería hablar de lo ocurrido. Salí por la puerta de atrás y me fui a casa. Cuando volvió encontró la puerta abierta. Me llamó y le dije que no quería hablar pero que todo estaba bien.

El camino a casa fue más largo y lento que de costumbre. Ya en casa, metí la llave en la cerradura, la giré y abrí la puerta. A unos pocos pasos tiré la cartera,  solté los zapatos aún de pie, sin dejar de caminar, me metí en la cama con ropa y maquillaje, hundí la cara en la almohada, y lloré hasta que el sueño me venció.

Esto ocurrió hace mucho tiempo ya, pero hoy sentí la necesidad de contarlo por primera vez.

sábado, 5 de junio de 2010

Con Silvio en el Carnegie Hall

De un tiempo a esta parte el cuatro de junio se ha convertido en un día especial. Me han ocurrido cosas maravillosas -otras horribles- en esta fecha, y la verdad por pura casualidad.

Sólo quiero recordar lo bonito, lo feo no me interesa revivirlo. El año pasado iba rumbo a Madrid al encuentro de lo que sería un maravilloso  fin de semana. Un año más tarde las circunstancias que lo rodeaban han cambiado, pero, aún así, sigue siendo un momento memorable de mi vida.

Este año Silvio Rodríguez me regaló un concierto espectacular... Se puede estar de acuerdo o no con la ideología de Silvio,  pero con su música, casi todos estamos de acuerdo en que es genial . Me llamó poderosamente la atención el conglomerado de generaciones, culturas, y razas que se dio cita en su concierto.

Fue verdaderamente un concierto impresionante. Ojalá mañana tenga ganas de escribir una reseña, si es así, la compartiré con ustedes, de lo contrario, vivirá conmigo, en el lugar donde guardo las cosas queridas.

jueves, 3 de junio de 2010

Juegos de niñas

Me quedé observando a una mujer que caminaba delante de mí. Llevaba un bebé en un cochecito, y dos niñas de unos siete u ocho años. Las niñas, al igual que mamá, también iban empujando los chochecitos de sus muñecas.  Me pregunto qué efecto puede tener este tipo de "entrenamiento" en las niñas. No puedo evitar preguntarme, ¿qué pasaría si les diéramos opciones al jugar? ¿Veríamos más mujeres en campos aún dominados por hombres, si en vez de jugar a ser madres, jugaran a ser científicos, ingenieros, o astronautas?

La escena me retorció el hígado. No porque tenga nada de malo ser madre, sino porque creo que semejante entrenamiento limita las opciones de las niñas. Creo que sería revelador si  las madres hicieran un esfuerzo consciente de exponer a sus hijas a otros tipos de juegos.  ¿Por qué no darles opciones al jugar?

Los padres deberían ser los responsables de ofrecerles oportunidades a sus hijas, de exponerlas a lo que la vida les puede ofrecer. Si de adultas deciden hacer un papel tradicionalmente femenino, me parece bien, pero que sea una verdadera elección, no una coartada.

Las mujeres son las primeras en quejarse de las desigualdades entre géneros, sin embargo, juegan un papel preponderante en perpetuar el statuo quo. ¡Vaya ironía!

martes, 1 de junio de 2010

El silencio es una forma de complicidad

  "You are not only responsible for what you say, but also for what you do not say." Marin Luther King, Jr.

El escuchar a Obama quedarse corto en denunciar el acto de guerra perpetrado por Israel en contra de civiles ayer, me embarga de un sentimiento de impotencia y de culpabilidad.  Son armas estadounidenses las que segaron la vida de esos activistas, armas hechas por estadounidenses y financiadas por nuestros impuestos.

Para nadie es un secreto que Israel ha recibido millones de dólares en ayuda de los Estados Unidos desde su fundación en 1948. La cifra es astrónomica y la mayoría de estadounidense no se dan por enterados, y otros piensan que es la obligación de  los Estados Unidos proteger a Israel. ¿Será suficiente algún día? ¿Llegará el día en que cuestionemos el papel que juegan nuestros impuestos en esta guerra absurda y perpetua?

El presidente Obama se lava las manos diciendo que no puede condenar las acciones de Israel sin evaluar todos los hechos. ¿Cuáles hechos? Nada justifica el ataque de Israel en aguas internacionales a una flotilla de activistas. Esas es la verdad, pero Washington jamás lo dirá con esas palabras, porque hay demasiado en juego. No es políticamente beneficioso que Obama cuestione las acciones de su gran aliado en el oriente medio. ¡Qué maldita farsa es todo esto! Nuestra sociedad está orientada por lo políticamente correcto, y en el proceso hemos perdido el sentido del bien y el mal. ¿Cómo hemos llegado al punto de justificar la matanza de civiles?

Estoy de acuerdo en que Israel tiene derecho a existir y a defenderse, pero lo que ocurrió ayer no fue un acto de defensa, sino un acto de guerra en contra de civiles, y debería ser denunciado por ambos bandos del conflicto israelí-palestino. Por otra parte,  es hora de que los estadounidenses comiencen a cuestionar la ayuda sin límites que le da nuestro gobierno a Israel.