sábado, 18 de enero de 2014

Exonerados los asesinos de Kelly Thomas, un guión que se repite

Muchos piensan que la policía los protege. Sin embargo, su función no es otra que defender a los poderosos y mantener el control social para evitar una posible rebelión de las masas. Los abusos de los perros bravos del statu quo son cada vez más salvajes y frequentes. .

Mi clase introductoria a la brutalidad policial me la ofreció la golpiza a Roney King. La graducación la obtuve con el asesinato de Anthony Báez y Amadou Diallo. Los asesinatos a manos de la policía no han cesado. Las víctimas son cada vez más: Sean Bell, Kimani Gray, Oscar Grant, Kelly Thomas, y un interminable etcétera.

Uno de los más horrendos asesinatos de la policía, en tiempo reciente, ha sido el de Kelly Thomas, un desamparado que padecía de esquizofrenia. A pesar de que la policía incautó los teléfonos y cámaras de los testigos presenciales, hemos visto el ataque del que fue víctima en la grabación de una cámara de seguridad.

La rabia no se contiene al presencia el asesinato de este pobre hombre. Nos damos cuenta de que no hubo ningún tipo de justificación para tal crimen. Uno no puede evitar preguntarse, pero, ¿por qué lo están matando? La única respuesta posible es porque les dio la gana, o porque podían hacerlo sin temer a las consecuencias.

Kelly Thomas estaba desarmado. Era un hombre pequeño, en comparación con sus verdugos, pesaba, tal vez, unas 150 libras. El video muestra que fue fácilmente dominado ¿Por qué entonces los incesantes golpes y las descargas eléctricas?

Aún peor es ver la llegada de cuatro policía más, que de inmediato se unen a la golpiza de un hombre indefenso. Sin duda tal salvajismo habla de la estupidez, la falta de ética y empatía de la fuerza policial. Los recién llegados no piensan, actúan por instinto, como los animales que son, a pesar de que Thomas no era un peligro para ellos.

El  vídeo del asesinato se me ha quedado en la conciencia, y me ha atormentado por días. Es imposible no escuchar  los gritos de Kelly thomas pidiendo auxilio, diciendo que no podía respirar, disculpándose, llamado al padre, y luego el silencio delatador de que ha quedado inconsciente. La saña de los policías sólo cede ante tal indicio.

Kelly entró en profundo coma, producido por los golpes, y la falta de oxígeno. El forense ha determinado que se ahogó en su propia sangre mientras era golpeado por las bestias uniformadas. Kelly ya no despertaría jamás del coma. Unos días más tarde, sus padres decidieron desconectarlo del respirardor artificial, y poner fin a su tragedia.

Kelly Thomas se ha convertido en una estadística más de la brutalidad policial. Los oficiales no tienen el menor respeto por la vida de los ciudadanos porque saben, de antemano, que la justicia que representan, los exonará de toda culpa. Los policías son siempre inocentes en el injusto sistema judicial de Estados Unidos.

Esta semana los responsables de la muerte de Kelly Thomas fueron declarados inocentes. Este guión lo conocemos bien. La lista de víctimas sigue creciendo ante nuestra mirada impotente. Y, la pregunta necesaria se me hace ¿hasta cuándo toleraremos el abuso de poder?

sábado, 11 de enero de 2014

El feminismo y la lucha social

Quiero compartir esta cita que he encontrado en el libro, que actualmente leo, Severino Di Giovanni: La pasión por la anarquía. Di Giovanni, como buen anarquista, entendía la opresión de la mujer como parte integral de la lucha social.
"Así como los obreros sufren la tiranía económica de la clase capitalista, así las mujeres -en la costumbre y en la ley- son víctimas de la tiranía del sexo masculino... 
Las mujeres deben tener la misión y el interés de preocuparse con todo amor por la cuestión social, porque el feminismo fuera de ella será sólo una vana academia de pocas comadres ambiciosas." Severino Di Giovanni (En Culmine, 1927)
Estoy de acuerdo en que la problemática de la mujer debe ser parte intrínseca de la lucha social en general. El feminismo debe estar en el centro, y no al margen, de la lucha por una sociedad más justa e igualitaria.