miércoles, 30 de abril de 2008

Mi ecuentro con los bloggers de Sto. Dgo.

Una de las tantas peripecias que me pasaron en este viaje a la Rep. Dom. fue una intoxicación con pescado. El lunes pasado estuve en Sosua y me comí un pescado divino, y el jueves traté de repetir la acción en Boca Chica, pero me salió mal el numerito. ¡Qué error! Unas horas más tarde tenía nauseas, tremendo frío, y un dolor de cabeza insoportable.

Estaba en Sto. Dgo. para encontrarme con los bloggers esa misma noche. Pero, ya a las siete de la noche, no aguantaba el dolor de cabeza, y el deseo de vomitar era cada vez más intenso. Atravesar la ciudad con ese malestar y un pesado tráfico fue horrible. Por fin pude llegar a la cita con los bloggers -gracias Ginnette por esperarme. ¡Qué bien se portaron conmigo todos! Me recibieron como si me conocieran de toda la vida. Fue bonito verlos, y el recibimiento que me hicieron fue genial. Pero, con cada momento que pasaba me sentía peor. Al principio no quería demostrarles que me sentía tan mal, pero para cuando llegamos al lugar donde debimos habernos divertido, ya poco me importaban las apariencias. Me desplomé en un sillón, pedí una bolsa con hielo -gracias Alejando por buscármela. No me importó, me coloqué la bolsa sobre mi hermosa cabellera, y en más de una ocasión me fui al baño a mojarme la cabeza -sentía que me brota fuego.

A la hora de pedir que tomar, pedí sólo agua y más hielo. Luego me empezaron los vómitos -Argénida y el Príncipe me acompañaron al baño, mil gracias. A todo esto a mí no se me ocurría pensar que había sido el pescado, yo pensaba que era una migraña, o tal vez insolación. Demetrix fue por una pastilla que no sé como se llama, para el caso es lo mismo, lo importante es que me alivió un poco. Pedí que me llevaran a la casa donde me estaba quedando -gracias Ariel por el aventón, y por prestarme un suéter. Les agradezco a todos por sus cuidados, especialmente a Luna, Ángela y Paola por sus sugerencias. ¡Mil gracias!


A la mañana siguiente recibí una llamada de Fernando que también se encontraba en Sto. Dgo. Al escucharme la voz de moribunda se ofreció para llevarme al doctor. En el Centro Médico, me atendió un doctor muy guapo, a lo que mi querido Fer le atribuyó mi casi instantánea mejoría -lo cual no es cierto. Me pusieron medio kilo de inyecciones, y al ratito estaba completamente sana. Pero, yo seguía lamentándome de no haber podido pasar un buen rato con los bloggers que se dieron cita para conocerme. Si me hubieran visto no me conocen; tuve que haberme sentido muy mal como para tener el pico cerrado y estar tan apagadita. Es raro verme a mí en una reunión arrinconada y sin nada que decir. Yo estaba a punto de colgar los tenis, jajajaja. Así es que el can sigue pendiente, porque me imagino que habrá una próxima vez. ¡Éste sólo fue para ir calentando los motores!

La foto se la robé a Alexéi, estaba tan malita que hasta se me olvidó sacar fotos. Si quieren ver más pueden hacer clic aquí

martes, 29 de abril de 2008

La Bushada del día: "la culpa la tiene el Congreso"

¿Alguien escucho a Bush esta mañana dar cátedra de por qué el precio de la gasolina ha superado los cuatro dólares en algunas ciudades de la nación? Según el ilustrísimo George Walker Bush, la culpa de que la gasolina esté tan cara la tiene el Congreso por no actuar sobre unas dichas medidas salvadoras que él ha tratado de implementar, "I've repeatedly submitted proposals to help address these problems," the president said. "Yet time after time, Congress chose to block them." Además dijo que la demanda es más alta que la oferta, y que no tenemos suficientes refinerías. No soy economista, pero no he visto a nadie haciendo cola para comprar gasolina, lo que me sugiere que tal escasez no existe; según los expertos, la demanda de gasolina no ha subido en el país, sino que ha bajado especialmente este último año. La verdad es que nada de lo que dijo Bushito explica el por qué del alto costo de la gasolina. Ni siquiera los economistas han podido dar una respuesta contundente al respecto, mucho menos lo va a hacer Bush, con todas sus limitaciones intelectuales.

Varios economistas han teorizado sobre las causas del alza del petroleo aunque ninguno se atreve a señalar una razón específica. Las más acertadas parecen ser las que vinculan el alza del crudo con la devaluación del dólar, y con el aumento en el número de inversionistas especuladores -es decir aquellos que invierten en petroleo, apostando a que éste seguirá subiendo, y de ese modo han contribuido a su alza.
Parecen atinas estas dos teorías ya que si el petroleo se valora en dólares, tiene sentido que ante la devaluación de éste, haya que pagar más para adquirirlo; sin embargo, no entiendo por qué no existe una correlación entre el porcentaje de devaluacion del dólar y el aumento del petroleo. El petroleo ha aumentado al alrededor de un setenta por ciento, y el dólar sólo se ha devaluado en un diez por ciento más o menos (Cabrit0, ¿puedes explicarme esto por favor?). ¿Será que los grandes culpables son los llamados inversionistas especuladores, que tras la crisis del sector hipotecario, y subsecuente debilitamiento de la economía se han escapado en busca de ganancias a los pozos petroleros?

No sé cómo se va a solucionar la cuestión ésta, lo que sí sé es que, por lo pronto, seguiremos pagando más para que la Exxon Mobil siga aumentando sus ya infladas ganancias.


Artículos relacionados:
Congress Delaying Energy, Housing Aids, Bush Says
Is the Weak Dollar to Blame for High Oil Prices?

Foto vía AP

lunes, 28 de abril de 2008

Alandy: la princesa de ébano

Tu figura se destaca en la blanca arena. Tienes porte: eres hermosa, esbelta, sensual. Miles de ojos siguen el contorneo de tus caderas. Tu cuerpo es codiciado por igual por hombres de euros y de dólares; pero tú buscas otra cosa: no eres puta. Los vi acercársete a comprarte un servicio que no está a la venta; a más de uno le has dicho que no te vendes, pero tu cuerpo te contradice, es tu tarjeta de presentación.

Eres trabajadora, emprendedora, una artista, pero no puta, ¿a caso lo serás para siempre, o sucumbirás a la miseria y a la falta de oportunidad? Te vi ir y venir ante la codicia de ojos lujuriosos, mientras tú con una dulce sonrisa y un gran don de vendedora buscabas la oportunidad de demostrar tu arte, y ganarte unos pesos. Me ofreciste pedicura, manicura, trenzas y hasta un masaje, pero no acepté; me negué a todas tus ofertas. Pero tú no te rindes, confías tanto en tus manos que me propusiste un trato: me darías un masaje en los pies, si me gustaba te pagaba, de lo contrario no. Acepté. ¡Qué sabia eres! Me atrapaste, no pude resistirme al toque de tus manos, iban deshaciendo entuertos por mis pies doloridos de tanto caminar.

Alandy es tu nombre. Me contaste un poco de ti. Hace un año que llegaste a Rep. Dom. huyendo del hambre y la miseria, vives con tu hermana en un barrio de lo peor, el trabajo es difícil t, pero te va bien. No puedo dejar de preguntarme ¿qué querrás decir con que te va bien? ¿Qué vives mejor que en Haití? Probablemente, eso quieres decir, pero en cualquier parte se puede vivir mejor que en esa media isla, tan cercana y lejana a la vez. Esa nación moribunda ante la mirada de todo el hemisferio. Nación violada, saqueada, abandonada, llena de niños hambrientos, y de hombres y mujeres tristes. Eres valiente Alandy, no podría ni siquiera imaginarme uno de tus días, valiente princesa de ébano.

domingo, 27 de abril de 2008

Me la saqué en un Chufly

Anoche caminaba yo por los pasillos del Aeropuerto Cibao en las primeras horas de la madrugada; me sentía soñolienta, cansada, medio melancólica, y con muchas ganas de que terminara la larga noche que me esperaba. Iba arrastrando mi malelita, o tal vez era ella quien me arrastraba a mí, de repente, escuché una voz atolondrada que se me acercaba, ¿es usted Quintina Santana? Negué con la cabeza, pero no pude evitar reírme. Me dije para mis adentros, ¡vaya nombrecito! El joven llevaba prisa, papeles en las manos y una auténtica preocupación por la mujer del desgraciado nombre.

Seguí andando por los pasillos muertos del aeropuerto, contando los minutos para que me dejaran abordar el avión. Al entrar a la sala de espera detuve la mirada en un señor muy bien vestido, y de rostro conocido, "Juan" -dije yo-, "Sonia" dijo él. Nos tomamos un café, me puso al tanto de su vida: divorcio, novia nueva, tercer viaje en lo que va de año, enamorado, futuro sabático, una promesa de vernos pronto para continuar la charla. Le conté de mi viaje también: playa, Liz, Osi, abuelas, amigos, a ratos perdida totalmente en mi propio país, feliz, aturdida, Sto. Dgo., bloggers, feria del libro, Manuel del Cabral, momentos mágicos, intoxicación en boca chica, viaje por la espina dorsal de la isla, cinco días en el país, en fin casi todo de mi viaje a la Rep. Dom.

Ya en el avión, llegó una señora de gafas, de joyas bastante extravagantes, con demasiado equipaje de mano, y una gran facilidad para no cerrar la boca. Por fin se sentó, me miró a los ojos y me dijo préstame tu celular tengo que hacer dos llamadas, aquí esta señora -le dije-, a los dos minutos vuelve y me dice préstame un lapicero, se lo pasé también, no sé cómo derramó toda la tinta de mi bolígrafo favorito sobre la mesita, respiré calmada; luego me volvió a pedir otro, y por ahí se fue. Luego se instaló a hablar con el chico que venía a su lado. ¡Era algo insoportable! Eran las cinco de la mañana, y yo que me moría por echarme una pavita -aunque casi nunca duermo en el avión. La señora empezó a llenar los formularios de aduana, y alcancé a ver su nombre: Quintina Santana, me sonreí, y entendí por fin que me la había sacado en un chufly.

¿Cuál de las dos soy yo?

Ha llegado la hora de dejarte atrás otra vez... Me hiciste sentir muy bien, aunque hubo días en que me sentí como pez fuera del agua. No me quejo, lo he asumido: ya nunca seré la que fui algún día, una, total, completa, arraigada. Ahora soy dos en una, viviendo en dos realidades, atrapada en una batalla constante entre el ser y no ser ni de aquí ni de allá. Soy dos, es cierto... No podría establecer una línea divisoria entre mis dos yo. Tampoco podría contestarte con certeza ¿cuál es mi auténtico ser, la que se fue hace diecisiete años, o la que soy hoy? La respuesta más atinada sería decirte que las dos.. No puedo elegir entre una u otra, sin sentir que renuncio a una parte integral de mí misma.

Foto: Yo frente a un mural en el Liceo Regino Camilo, Tenares, RD -Lugar donde cursé parte de mis estudios de secundaria.

viernes, 18 de abril de 2008

La creatividad es un trastorno mental

Tengo mucho que contarles, pero no he podido. Me disculpo por no haber contestado sus comentarios por falta de tiempo. Les doy las gracias por pasar por mi planeta, y tratar de entender, o no entender lo que sale de esta cabecita mía -para el caso es lo mismo, ¿o no? Lo importante es que me honran con su presencia y sus opiniones.

¿En qué estoy pensando? En mucho. Para muestra un botón: estoy muy contenta de haber recibido el sobre que muestro en la foto. Aunque quien me lo mandó no leerá esto, le agradezco públicamente su amabilidad y su generosidad. ¡Mil gracias! Devoraré su contenido y armada con él me enfrentaré a Goliat, con la esperanza de que me acepte mi propuesta de tesis. Ésta será una batalla difícil de ganar: tengo que encontrar a alguien que esté dispuesto a dirigir una tesis sobre un escritor que probablemente no conozca, y convencer a Goliat de que el proyecto vale la pena. Pero, hoy soy David, aunque claro, tal vez, descubra, volando más bajo, que no soy más que Ícaro.

Estoy muy ilusionada con el proyecto, y muy agradecida con el escritor que sacó tiempo para escribir una cordial dedicatoria, poner sus libros en un sobre, y mandárselos por correo a una perfecta desconocida. ¡Estoy muy impresionada con usted! Les quise contar esto porque estoy muy contenta, pero, también para aprovechar la oportunidad de distanciarme un poco del demonio que tanto critiqué en la entra anterior :). ¡No vaya a ser que me convierta en lo que tanto odio!:).


Hay más proyectos, pero por ahora los dejo con el que me tiene más preocupada: encontrar el traje de baño perfecto para disfrutar de las playas quisqueyanas. ¡Me voy pa' al campo! Espero ver a los blogueros que estén disponibles cuando baje a la ciudad.

PD. Debería estar eligiendo algo que leer, me invitaron a una tertulia en el barrio, y aun no sé que leeré.

viernes, 11 de abril de 2008

Si ha decidido hacerse la víctima no se queje

Todos tenemos un tío, un primo, un hermano, un amigo que se vive quejando de su desesperada situación. Nosotros como buenos sobrinos, primos, amigos, hijos, le ofrecemos nuestros oídos incondicionalmente. Le ofrecemos palabras de consuelo, y la promesa de que todo buscará su curso, y las cosas se compondrán. ¡Bien! En algún momento de nuestras vidas todos hemos sido el emisor de ese mensaje; hemos creído ser la única persona que tiene problemas. Eso es normal hasta cierto punto. Lo que no es normal es pasarse la vida quejándose de la misma situación, y no hacer nada al respecto. O, lo que es peor, seguir haciendo exactamente lo mismo y esperar resultados distintos. Y, como si eso fuera poco, pretender que nosotros seamos receptores eternos, y sigamos aguantándonos la misma historia con puntos y señales inmutables. !No¡ ¡Qué va!

Si ya decidió desperdiciar su vida haciéndose la víctima, me parece bien, pero no se queje. ¡Aguantésela como mejor pueda! Si no puede afrontar la solución que le ofrecen los demás, simplemente no la pida. ¡Y san se acabó! No es justo chuparle la energía a los demás con el mismo disco rayado que usted no está dispuesto a cambiar.

Entrada relacionada: Vivo una vida miserable, pero no es mi culpa.

jueves, 10 de abril de 2008

Birth of Spring

Es primavera en la Ciudad de Nueva York,
Surgió sigilosa a vencer las tinieblas de la mañana.
A nosotros, ya el invierno no nos consta,
¿A dónde se habrán ido el frío y las sombras?

Hoy nació la primavera ante mis ojos,
Yo no vi nada, ni escuché nada.
Ocupo mis horas en afanes fútiles...
¿Habrá surgido de un beso entre la luz y la sombra?


Ya es primavera, pero hoy no pasó nada,
No, no es cierto. Pasé yo, en un celaje que se pierde en la nada,
arrastrada por las ruedas del tiempo, pero... ¡qué importa
si somos tan distintos! Yo tan mínima y él tan infinito.

Es primavera, es cierto, los niños corren, los pájaros vuelan,
y el aire me susurra algo alegremente. Se lo siente libre, desnudo de humedades.
¿Cómo vestirme de ella para desembarazarme de mis sombras?
No lo sé, pero ¡qué importa! Es primavera, y los pájaros cantan.

Por Eva Restrepo

sábado, 5 de abril de 2008

¿Por qué aún tanto tabú con la sexualidad humana?

Hace unos días un amigo me preguntó sobre mis planes para el fin de semana, y entre otras cosas, le dije que mañana iba a desayunar con un amigo y su novio. No fue tímido al preguntarme si se trata de dos chicos -con la esperanza de que yo me hubiera equivocado, me imagino; me confesó que digerir "esas cosas" aún se le hace difícil. No quiero crucificarlo porque tiene un corazón de oro. Pero, no lo entiendo. A mí se me hace difícil entender el rechazo a la sexualidad humana; y no logro entender por qué aún existen tantos tabúes.

Las religiones han alimentado por siglos "lo pecaminoso" de la sexualidad, orillando a los líderes religiosos a reprimir sus deseos sexuales, y en el peor de los casos a canalizarlos a través de los más indefensos, los niños.

Aquí les dejo algunos razonamientos sobre la sexualidad, tomados de El libro del ego de Osho:

"La verdadera religión consiste en no reprimir lo animal sino en purificarlo. La sexualidad puede utilizarse como una gran fuente de energía, acceder con ella a las puertas mismas de Dios, pero si la reprimes te enredarás cada vez más.

Si reprimes la sexualidad, se desatará la ira... Y mas vale entregarse al sexo que a la ira... Cuando alguien reprime su sexualidad, se vuelve alguien violento y vuelca esa violencia sobre si mismo o sobre otros. Estas son las dos posibilidades: o convertirse en sádico y torturar a otros, o masoquista y torturarse a sí mismo. Pero en cualquier caso, habrá tortura.

... Si se permitiera que la gente estuviera sexualmente satisfecha habría menos enfrentamientos entre musulmanes e hindúes, menos guerras santas entre cristianos y musulmanes. Todas esas estupideces desaparecerían. La represión no es el camino. El camino es la transformación. No hay que reprimir nada. Si puedes llegar a una sexualidad natural, espontánea, las cosas resultarán muy sencillas, increíblemente sencillas... la energía natural no pone ningún obstáculo a la transformación. Por eso insisto en que se puede pasar del sexo a la superconsciencia.

La transformación sólo puede darse cuando aceptas tu ser natural. Todo lo natural es bueno. Sí, también es posible algo mas, pero ese más sera posible solamente si aceptas tu naturaleza en su totalidad, si la abrazas, si no te sientes culpable. Ser culpable, sentirse culpable, equivale a ser irreligioso. En tiempos pasados se nos decía justo lo contrario: siéntete culpable y así serás religioso. Lo que yo digo es que si te sientes culpables nunca seras religioso.

...Eres como Dios te ha hecho, eres lo que la existencia te ha hecho. La sexualidad no es una creación tuya, sino un don de Dios." (El libro del ego)

jueves, 3 de abril de 2008

De mi ineptitud en materia de carros y el despiste de Einstein

Tengo que reconocer que no trato mi carro bien. Olvido llevarlo a su cita de mantenimiento, no sé ni siquiera abrirle el capote y mucho menos escuchar los síntomas de algún malestar que lo aqueje. El carro para mí sigue siento territorio masculino. Lo uso y me encanta, pero eso de tener un love affair con él se lo dejo a los chicos. Recuerdo que cuando empecé a manejar no eché gasolina por un año. Si no había quien me ayudara no echaba gasolina y punto. Hasta un día que casi me quedé en medio de la carretera. Ese día no tuve opción, tuve que llenar el tanque yo misma; no fue fácil, y todavía no me gusta. ¡Cómo me gustaría tener a quien delegarle el mantenimiento de mi carro!

Mi apatía por las cuestiones de automovilísticas raya en la ineptitud. Al llegar a casa ayer escuché un pequeño, pero extraño ruido. Pensé que se debía a que no le he dado mantenimiento hace un buen rato... Lo metí al garaje y me olvidé del asunto. Esta mañana, arranqué y el ruido se había intensificado; pero eso no me detuvo; cualquier otra persona hubiera hecho por lo menos el intento de averiguar que estaba causando ese ruido tan extraño, pero yo no. A dos cuadras de casa el ruido era ya insoportable, se me ocurrió llamar a un amigo para explicarle la situación: Oye, mi carro está haciendo un ruido extraño, como si tuviera arrastrando algo. "Detente, y averigua a ver si estás arrastrando algo o tienes una goma pinchada" -me dijo. Oh, sí que buena idea. Me bajé, e hice un gran descubrimiento: tenía una goma pinchada. Los pensamientos empezaron a ir a mil por horas: voy a llegar tarde, dónde diablos encuentro un sitio para resolver esto a estas horas de la mañana, por qué diablos no se me ocurrió antes... Por fin, encontré un lugar donde podían ayudarme. El muchacho era un artista, desmontó su goma, la mojó, la sobó, y en menos de diez minutos todo estaba listo. ¿Cuánto le debo? Ocho dólares -no podía creer que todo ese trabajo costara ocho dólares. ¡Increíble! Lo recompensé con una buena propina.

Al llegar al colegio los alumnos me preguntaron por qué había llegado tarde. Le conté de mi odisea y de mi ineptitud en cuestiones de carros. Hubo risas compartidas. Pero, uno de ellos me dijo que las personas inteligentes suelen ser tontas, ¿cómo? le pregunté. Sí -respondió. Einstein se perdía en su propio vecindario, y daba vueltas y vueltas tratando de encontrar su casa sin éxito. Ah, -le dije-, y aliviada, le ofrecí una sonrisa. No es que yo sea Einstein, pero su despiste mitiga mi ineptitud, por lo menos en teoría :).

La ausencia duele más que la muerte

He estado pensando mucho en lo que he vivido -directa o indirectamente- este último año. La muerte de mi amiga Ida fue sin duda lo más difícil de enfrentar –y de algún modo aun hoy batallo con ello. Todavía no logro reconciliar la idea de que la muerte es parte de la vida con su ausencia. No es que no acepte su muerte, lo he hecho, pero, su ausencia se me hace difícil de sobrellevar. La extraño mucho. Este pasado 27 de marzo cumplió un año de muerta; no fui a la iglesia, no prendí velas, no hice nada más que recordarla. No hice nada porque para mí nada de eso tiene sentido, a mí no me sirve de nada, y ella ya no existe para disfrutarlo. Estoy segura de que vivir con su ausencia sería mucho más fácil si tuviera la esperanza de un reencuentro en el cielo, pero para mí esa no es una opción, no por rebeldía como dicen muchos, sino porque no puedo engañarme a mí misma… El tratar de vivir en comunión con nuestras creencias es más difícil que el vivir siguiendo las pautas de otros. Pero, yo prefiero vivir en armonía conmigo misma aunque el camino sea mucho más estrecho. Hoy más que nunca trato de vivir intensamente, y de disfrutar de la compañía de las personas que son importantes en mi vida, porque no sé hasta cuándo los podré abrazar. La muerte de Ida me ha cambiado, me ha llevado a vivir más el aquí y el ahora, a no tener “te quiero” ni “lo siento” pendientes, porque su ausencia es un recuerdo constante de que en la vida no hay garantías. Su muerte me ha hecho una mujer mucho más vital de lo que ya era; su ausencia me ha enseñado la importancia y la urgencia del amor, en todas sus formas, lo hermoso de la solidaridad para con mis semejantes, y lo fundamental de hacer lo que verdaderamente me hace feliz.