sábado, 15 de octubre de 2016

El voto estratégico es digno y válido en la Era de Trump

Me queda claro que elegir a Hillary Clinton no supone un cambio en las políticas doméstica ni exterior. Su gobierno no cambiará nada, a saber: seguiremos viendo los altos niveles de pobreza, el enriquecimiento desmedido de unos cuantos, la brutalidad policial, el racismo institucionalizado, el aumento del ya exorbitante presupuesto militar, a expensas de los servicios sociales, las relaciones cuestionables con gobiernos criminales, como Arabia Saudí, los asesinatos de civiles inocentes en Yemen, Pakistán, Somalia, etc., y tal vez, añadamos unos cuantos a la lista de países por bombardear. 

Lo sé bien, Hillary Clinton será más de lo mismo; sin embargo, en la Era de Donald Trump la PERMANENCIA es ganancia. Por eso, votaré en contra de Donald Trump.  Con Hillary Clinton el país que conozco seguirá siendo el mismo con sus luces y sombras; seguiré protestando, quejándome de las mismas injusticias de siempre,  pero también continuaré disfrutando de los mismos derechos que me garantiza la constitución.

Hillary es una pésima opción, lo sé; pero es hora de votar estratégicamente. 

Detesto que Hillary sea lo mejor que el partido Demócrata pudo ofrecerle al país. Mi descuerdo con Hillary viene de lejos; y ni siquiera la amenaza Trump puede cambiarlo. Sin embargo, a pesar de que tengo decenas de razones para no votar ni por Hillary, ni por partido Demócrata, hay UNA razón que pesa más que todas ellas  juntas: Donald Trump. 

Si Trump llega a la Casa Blanca, el país y el mundo que conocemos, tal vez, ya no sean más. Y, ese es un riesgo muy alto que no debemos correr bajo ninguna circunstancia. Debemos alzar nuestra voz, pero, sobre todo, repudiar la retórica del odio y del miedo con la más contundente herramienta que tenemos a nuestra disposición: el voto. Hay que decirle NO a Donald Trump y su letanía deplorable de ismos. El fascismo no ha muerto; se envalentona, tanto en Europa como Estados Unidos, y es nuestro deber decirle "nunca más". 

Es absolutamente imprescindible abortar la amenaza que se cierne sobre nosotros en la persona de Donald Trump. Mi voto es estratégico, no ideológico.  Y esa, es una postura válida y digna en la Era de Trump.