viernes, 30 de abril de 2010

Indecisión

Esta noche he sentido un miedo atroz de descubrirme sepultada bajo las arrugas sin haber hecho lo que más me gusta... Fue uno de esos momentos de gran lucidez, si se quiere...

Dejé lo que hacía, me puse de pie, y me encaminé hacia donde había un espejo. Ya frente a él,  me vi bella, radiante, joven, y sonreí aliviada, como quien despierta de una pesadilla.  Pero, cuando creí que había llegado la calma, surgió una voz de mi interior que inquiría, y a ti, ¿qué es lo que más te gusta?... Bajé la mirada, porque no pude contestarle.

sábado, 24 de abril de 2010

La nueva ley de Arizona y los derechos de todos

 "First they came for the Jews and I did not speak out - because I was not a Jew. Then they came for the communist and I did not speak out - because I was not a communist. Then they came for the trade unionists and I did not speak out - because I was not a trade unionists. Then they came for me - and there was no one left to speak out for me." -Pastor Niemoeler 
 
La dignidad de una nación se mide por el tratamiento que da a los individuos que se encuentran en sus márgenes. No puedo entender cómo es posible que los legisladores de Arizona puedan promulgar una ley, que tiene todas las marcas de inconstitucional. La policía no tiene ningún derecho a cuestionar el estado legal de un individuo. Mucho menos a  usar raza o etnia como posible razón para cuestionar su estatus legal.

La justificación que dieron los legisladores para tan aberrante medida es que el gobierno federal no está haciendo nada para ayudarlos con el problema de la inmigración indocumentada -y en eso tienen razón; sin embargo, por qué no implementar un sistema amparado por la ley que regule la inmigración en vez de criminalizarla. ¿A caso no se trata de resolver un problema? ¿Por qué recurrir una medida que no resuelve nada, excepto denigrar y marginar aún más a los más vulnerables de la sociedad?

El aplicar la nueva ley tendrá un impacto humano incalculable, viola la constitución de los Estados Unidas, afectará negativamente la economía local, y resultará en un mayor desperdicio de los impuestos de los ciudadanos en procesos "legales." Y al final, todo seguirá igual, la inmigración indocumentada seguirá siendo el mismo problema de siempre, excepto que ahora el gobierno de Arizona le ha dado las herramientas necesarias a la policía para detener y cuestionar a quienes sospechen son instrumentados, basándose, entre otras cosas, en su apariencia física.

Espero que el Tribunal Supremo de la nación decrete esa ley inconstitucional. Sin embargo, no me hago ilusiones ya que he perdido confianza la corte de Roberts,  después de una serie de decisiones bastantes cuestionables. La más notaria de las metidas de pata de la corte de Roberts ha sido, recientemente, equiparar las corporaciones a los seres humanos al concluir que ambos tenían el mismo derecho de expresión, y por lo tanto, las corporaciones podía contribuir sin límites a las campañas políticas. ¿Qué se puede esperar de una corte capaz de llegar a tan disparatada conclusión?

viernes, 23 de abril de 2010

El sabor agridulce de la soledad

He logrado prácticamente todo lo que me he propuesto. Tengo buenos amigos, una familia a la que adoro, y sin embargo, a veces me siento sola e incomprendida. Siempre he querido a alguien con quien compartir mi vida que entienda mi mundo y yo el suyo, alguien con quien mirar en la misma dirección. Por ello, he resistido la idea de vivir sola en compañía, es más ya lo hice una vez, y decidí que no quería vivir así. Eso no es vida.

Presencia física no equivale a compañía. No quiero tener a alguien a mí lado por llenar un requisito social o cultural, o simplemente por no estar sola -como es el caso de muchas personas que conozco -a quienes no juzgo pero con quienes estoy en total descuerdo. ¡No! Quiero a alguien que esté presente, que esté conmigo, alguien a quien yo pueda  reciprocarle esa sensación de complicidad y compañía.

Es tan simple lo que quiero: alguien con quien compartir mi vida. Alguien que no se alarme de mi forma de pensar, sino que, por lo menos, la entienda y la respete. Por lo general siempre me encuentro en una minoría -lo que me hace rara, lo sé. Por ejemplo, comparto muy pocos intereses y puntos de vista con  mis hermanos y muchísimos menos con mis padres.

Mi familia es una típica familia hispana católica, y yo no soy religiosa para nada -por ponerlo de forma simple. Además, no soy la típica  ama de casa,  prefiero la facultad a la cocina -y eso no fue lo que me enseno mi madre, lol. En ocasiones he dicho que tal vez, no quiera tener hijos, lo que ha dejado a más de uno en  estado de shock, pues nadie, antes de mi, había hecho tremendo planteamiento. Muchos de mis pensamientos no son aptos para la mesa,  o más de uno de ellos sufriría una indigestión.

Es obvio que no he aprendido a ser cómo soy de nadie en la familia; ha sido una elección personal de hacer lo que me gusta,  lo que me llena y lo que yo creo es lo correcto. Mí familia no parece entender lo mucho que luchado, y lo difícil que ha sido lograr lo que he logrado, por mi cuenta, en esta ciudad tan  hostil, a veces. La semana pasada tomé el examen de latín y nadie ni siquiera se preocupó de preguntarme cómo me fue. Hoy he recibido los resultados del examen, y sin embargo, y tampoco recibiré una sola llamada de ninguno de ellos.

Yo siempre fui la niña estudiosa, la hija que no le ha dado nunca problemas a mis padres, la que siempre se las arregla por sí misma, la que trabaja desde los diecisiete años. Se han acostumbrado a que yo puedo sola, y tienen razón siempre he podido sola, pero no se imaginan cuánto me gustaría compartir mis logros con ellos, y que verdaderamente entendieran lo que significan para mí. Por fortuna, tengo a mis amigos con quienes celebrarlos. En momentos como estos, es cuando verdaderamente extraño el apoyo de un compañero de camino que me entienda y acompañe.

miércoles, 21 de abril de 2010

¿Y ahora qué?

Ya cogí mi examen de latín y estoy segura de haber salido muy bien, aunque no he recibido los resultados oficiales. En todo caso, estoy muy contenta de haber logrado aprender lo suficiente para poder cumplir con el requisito del programa de leer, y traducir un fragmento de un texto en latín.

Ahora estoy preparándome para el examen final :). Ése es mucho más difícil e importante para mí carrera. El examen está diseñado para evaluar mis conocimientos sobre el área de especialización. Lo más difícil del proceso será poder completar la interminable lista de libros que han elegido.  Se trata de todo el canon literario hispánico desde la Edad Media hasta el siglo XX. He estudiado muchos de los libros, pero hay otros que desconozco totalmente.

Serán dos días de exámenes, unas diez horas en total.Ojalá pueda cogerlo en agosto, aunque no creo tener suficiente tiempo para terminar la lista de lectura que me han asignado. Enero sería una fecha más razonable, pero quien sabe, va y me pongo bien juiciosa y logro hacerlo en agosto. Ya veremos cómo me va.

lunes, 19 de abril de 2010

Primavera

Esta mañana de camino al trabajo tuve la sensación de adentrarme en un verdísimo mundo aterciopelado que se extendía a ambos lados de la carretera.

Y, pensar que hace tan sólo unos meses, ese mismo terciopelo languidecía ante nuestra mirada impotente, al ir siendo desplazado, lentamente, por el mortífero gris helado del invierno, .¡Qué espectáculo tan maravilloso es la naturaleza!

Foto vía The Tree Care at the University of Washington

domingo, 18 de abril de 2010

"Alma desnuda" por Alfonsina Storni

Unos versos de Alfonsina Storni para esta mañana en la que el mundo pareciera descansar sobre mis hombros... Y, mi alma y yo, melancólicas e inquietas, buscamos, despavoridas, el arrullo de la poesía.

Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

miércoles, 14 de abril de 2010

Un examen de latín en medio de la tormenta

Esta última semana me he impuesto un auto-exilio, tras la sorpresa de la semana pasada. Unos días fueron de mucho dolor, otros de rabia, y luego, me di cuenta de que debía enfocarme de nuevo en lo que estaba haciendo antes del jueves: estudiar.  He tratado de evitar pensar en mi padre y toda esta situación tan foránea y desconcertante para mí,  y concentrarme en mi gran examen del viernes.

Mi pequeño mundo me parece más caótico de lo normal.  Hay quien dice que me lo he tomado demasiado a pecho, y tal vez tengan razón. No es fácil entender por qué reaccionamos de la forma que lo hacemos en ciertas situaciones. Sin embargo, las circunstancias que nos rodean, las experiencias que hemos vivido y los principios bajo los cuales decidimos vivir nuestra vida afectan cómo vemos cada situación.

Entiendo, y acepto mi humanidad, y la de otros. Sé que equivocarnos es inevitable, y por ello, lo que verdaderamente importa es qué hacemos con esos errores. Nunca dejaremos de cometerlos, pero debemos aprender a enfrentar nuestras metidas de patas, aunque eso sea muy difícil. He llegado a creer que las personas que nos aman no se merecen el silencio, si lo que tratamos de ocultar podría afectarlos directamente.

He de confesar que tengo problemas aceptando el silencio como respuesta. Es algo que no se me da fácil. La razón pueda que se encuentre en experiencias pasadas. ¡Cómo he sufrido por silencios, o medias verdades ajenas! El ejemplo más reciente fue mi último amor...  Me enamoré de un hombre que vive en otro país, bueno en otro continente. Mantuvimos una relación a larga distancia,  pero una relación al fin, y un buen día dejó de comunicarse conmigo, sin dar ninguna explicación -excepto un rotundo silencio. Se me hace perfectamente normal que un ser humano, por varias razones, decida no continuar una relación. Eso no lo cuestiono, sin embargo, yo hubiera preferido una conversación, un hasta aquí llego. Me hubiera dolido igual, creo, pero el proceso hubiera sido distinto, y al final, yo hubiera sufrido menos. El silencio es una solución fácil, muy cobarde y profundamente egoísta. El dolor de la verdad puede que nos mate de pena, pero es más fácil recuperarnos.

Mil gracias por sus comentarios y mensajitos de apoyo. Estoy bien. Mi padre siempre será mi padre y siempre ha sido mi adoración... pero necesito tiempo para procesar su silencio. Por lo pronto, me he mantenido al margen. No pienso intervenir de ninguna manera. Ésta es mi manera de lidiar con la situación. Estoy consciente de que habrá quien me entienda, y quien no. Ambas reacciones me parecen válidas, pero ninguna de las dos cambian en nada la desilusión que me llevé y como me siento. Eso será cosa de tiempo... Creo que es importante escuchar nuestro corazón y permitirle expresar sus penas o alegrías...

viernes, 9 de abril de 2010

El miembro desconocido de mi árbol geneálogico

Cuando contesté la llamada nunca imaginé que estaba a punto de descubrir que tengo un medio hermano. Así, de repente, apareció un miembro desconocido de mi árbol genealógico. No entiendo muy bien qué significa medio hermano. Esa siempre había sido una palabra vaga, carente de significado para mí, y que describía sólo las relaciones filiales de los otros. Sentí mi corazón trotando agitadamente mientras escuchaba, estupefacta, a mi tía presentarme la situación como si fuera la cosa más trivial del mundo. Esperaba que yo dijera que no pasaba nada, y que todo estaba bien.

¡Qué falta de entendimiento de la naturaleza humana! A ella no se le ocurría que mi mundo –el que me había construido mi padre en gran parte- se venía abajo, que la imagen del padre ejemplar que yo había construido, por más de treinta años, se desmoronaba ante la mentira y la irresponsabilidad paterna. Y, no era sólo mi mundo el que cedía bajo mis pies, ¿cómo no pensar en mi madre? ¿cómo se sentiría la mujer y madre abnegada al saberse traicionada y engañada?

Podría acercarme a los confines del sentimiento de traición y de dolor que ha de sentir. Sólo hasta ahí llego, no tengo cómo imaginarme lo que siente una mujer que descubre que su marido tuvo un hijo con otra, y peor aún que haya sido capaz de ocultárselo por casi diez años. ¡Oh madre mía cómo te compadezco! ¿A cuántos lugares regresará su mente inquieta tratando de reconstruir la historia, queriendo encontrar el porqué de las cosas?

También, pensé en mi hermano desconocido, ¿cómo será? ¿A quién se parecerá? ¿Cómo se llamará? ¿Cuándo será su cumpleaños? ¿Dónde vivirá? ¿Cómo será su vida? Y, de repente, me fui llenando de rabia al tan sólo imaginar que este niño no haya tenido el padre que nosotros tuvimos. ¿Cómo pudo mi padre hacerle eso a un hijo suyo? Nosotros tuvimos una niñez feliz, rodeados de cariño y la presencia de nuestros padres, pero a él lo había condenado a las sombras por nueve largos años. Yo también tuve nueve años… y no hubiera concebido la idea de no ver a mi papá todos los días. ¿Cómo pudo Papi no decirnos nada? ¿Cómo pudo mantener tal secreto por casi diez años?

Uno de los recuerdos más dulces que conservo de mi padre, es, precisamente, de cuando tenía ocho o nueve años. Un día lo vi aparecer por un largo pasillo de la sala de Pediatría del Hospital Luis Eduardo Aybar, donde yo estaba internada. Mi padre había venido a Santo Domingo a verme desde el Cibao. Me sentó en las piernas, me dio un beso en la frente y me pasó la mano por el pelo. ¡Eso no lo olvido nunca! ¡Qué protegida me sentí en ese momento! En un instante el miedo al hospital y a la futura cirugía se deshizo ante su protección y cuidado. En esas horas que pasamos juntos, yo era invencible.

Entiendo que mi padre es humano y cometió un error, pero no por ello se me hace menos doloroso su injustificado silencio. Éste sólo logró aumentar el dolor, el engaño y agravar mucho más la situación inicial. Estoy convencida de que el silencio hace mucho más daños y destruye más relaciones humanas que las más duras de las verdades. No me gustan los silencios porque destrás de ellos se ocultan terribles secretos. Siempre que hay un silencio hay una historia difícil de contar, aunque no por ello no deba contarse... He llegado a equiparar el silencio con la cobardía después de haber sufrido, en varias ocasiones, sus debastadoras consecuencias.

lunes, 5 de abril de 2010

Perseverancia

 "La constancia es un puente entre el deseo y la realización." Luis Señor
Hace un año que empecé a estudiar latín por mi cuenta -después de haber sido víctima de una maestra incompetente. Ése fue mi primer encuentro con la lengua latina, y la verdad, la detesté de inmediato. Esas escasas lecciones me llevaron a la frustración; sin embargo, he descubierto que era más el método de la profesora que la materia en sí lo que odiaba.

Unas semanas después de dejar la clase y de estudiar por mi cuenta, le pedí ayuda a Peter, un antiguo colega. Peter me ha ayudado a desenrollar la muy retorcida gramática latina y me ha enseñado a disfrutar el proceso. Me falta mucho por aprender, pero he avanzado muchísimo. Se me hace difícil creer que hoy sea capaz de traducir  fragmentos del primer discurso de Cicerón contra Catilina y de su tratado Sobre la amistad.  He sido capaz de leer, comprender y traducir a Cicerón -en latín. Para mí ha sido una lección sobre la perseverancia y sobre la importancia del profesor en el aprendizaje del alumno.

domingo, 4 de abril de 2010

El dilema de la medicina paliativa

Al leer Helping Patients Face Death, She Fought to Live en el New York Times de esta mañana, no pude evitar recordar los últimos meses de "vida" de mi amiga Ida. El artículo cuenta la historia de la Dr. Desiree Pardi como doctora de medicina paliativa, y como paciente de cáncer.

La medicina paliativa pone a prueba nuestra ética porque es una manera de acelerar la muerte, aunque para otros es una manera de limitar el sufrimiento de los que inevitablemente morirán. Estos medicamentos inducen la pérdida de la consciencia, permitiéndole al paciente entrar en un estado de coma que les alivia el dolor -aunque existe la posibilidad de en realidad sea que el paciente esté demasiado sedado para expresar el dolor. De cualquier modo, creo que es mejor intentar mitigar el dolor del que sufre, a simplemente dejarlo retorciéndose de dolor en una cama esperando la muerte.

Es sin duda una cuestión difícil para el paciente y para los familiares, de eso no hay duda. Al estar de frente a la muerte, unos  la aceptan, y otros deciden enfrentarla. En el caso de la Dr. Pardi se rehusó a aceptar que iba a morir. Se negó a usar  los servicios médicos que le hubieran hecho los últimos días de vida más llevaderos -esos mismos que ella proponía a otros enfermos terminales. Ella eligió luchar contra el cáncer aun cuando éste se había extendido a los huesos, los pulmones y el intestino, y ya no había nada más que hacer.

En el caso de mi amiga Ida, estuvo en una profunda inconsciencia por unas dos semanas antes de morir. Todos sabíamos que iba a morir, y ella lo había aceptado, y había decidido que quería los medicamentos paliativos. Sin embargo, cuando los dolores se hicieron  insoportables, y dio la autorización para que empezara el tratamiento no fue fácil para nadie. En pocas horas los medicamentos nos la arrebataron de golpe -sin darnos la oportunidad de decirnos adiós. Esa misma tarde fui a verla, estaba semi-sedada, me reconoció, me pregunto si era yo, a lo contesté que si, me dijo que me quería mucho, yo le dije que yo también, y entonces se quedó dormida. Esa fue la última vez que escuché su voz.

Las semanas siguientes iría muriendo poco a poco, y con cada dosis de medicamento, iba dejando el mundo de los vivos hasta que su cuerpo se paralizó completamente en la madrugada del 27 marzo. A esa muerte en vida es a lo que se enfrentan los familiares de pacientes de cáncer terminal. Es una cuestión difícil, porque ésa es la antesala a la muerte. Pero, ¿cómo no hacerlo si el sufrimiento es tan grande? Dadas las circunstancias, se elige lo que entendemos es lo menos doloroso para el paciente, a sabiendas de que ya no hay marcha atrás, y que muchas cosas se quedarán por decir.

El señor Pardi, el esposo de la doctora Pardi, confiesa que  le hubiera gustado decirle adiós a su esposa, a mí también me habría gustado decirle adiós a mi amiga -aunque a veces pienso, que tal vez, fue mejor así.

Imagen vía cuidados paliativos

sábado, 3 de abril de 2010

La aceptación del rechazo

El rechazo es una estocada mortal hasta para el ego más benévolo. Sin embargo, éste es parte de la vida, aprendemos a aceptarlo, y posteriormente a superarlo. Otros prefieren  negarse a asumirlo, y prosiguen a hacer un berrinche, siempre encontrando faltas en los demás.

Aceptar el rechazo nos cuesta a todos, y se entiende que una persona joven e inexperta sea vulnerable a este tipo de fracasos -después de todo, aprendemos a lidiar con los reveses a través de la experiencia. Es otra cosa muy distinta cuando es una persona mayor, pues, uno pensaría que los años nos educan en el quehacer de vivir. Entiendo que el proceso de maduración y crecimiento se da manera distinta en cada persona, pero, quisiera creer que un ser humano con más de medio siglo de existencia, por lo menos, habría aprendido a enfrentar la negativa de una mujer.

Si se están preguntando a qué se debe mi diatriba de hoy, les voy a contar. Sucede que le dije a un hombre que no estaba interesada en él  -por razones que no vienen al caso contar aquí. Agradecí su interés en mí, fui cortés, pero le dije que no me interesaba. Pensé que ahí había quedado la cuestión. Me equivocaba. La próxima vez que revisé mi correo me encontré con el siguiente mensajito:

Subject: "2HOT"
I NO [sic] I AM 2 HOT 4 U
HEHEHE
U WISH
Es sumamente vergonzoso que a este señor los años no le hayan dejado más que arrugas. Me quedé pensando, ¿qué gana un ser humano con rebajarse a tales niveles? A pesar del esfuerzo, el ejercicio resultó infructuoso. Al final, terminé por reírme, y a la vez compadecer al pobre ser que sintió la necesidad de hacer tal cosa.

jueves, 1 de abril de 2010

Autodesctrucción en nombre del amor

Aterrada, asisto esta mañana al descubrimiento de que una persona a quien quiero mucho ha reiniciado una relación sumamente destructiva para sí misma. Está segura de que ama a este hombre que no hace más que hacerle daño, humillarla y hacerle la vida miserable.

En algún momento tuve una conversación con ella al respecto, no a modo de convencerla de que lo que hacía era una estupidez -que los años crueles y sabios le demostrarán- sino a manera de exploración a ese mundo que a mí se me hace lejano, ajeno e impenetrable. Traté de entender el por qué de su irracional conducta. Sin embargo, no pude. No logro entender el abandono del propio ser a merced de otro. Es una mujer joven, guapa, educada, y sin razón aparente para permitirse semejante abuso.

Creo que todos -en algún momento- hemos amado a alguien a quien no deberíamos; y sin embargo, eso no significa que debamos anular nuestro propio ser para perpetuar esa situación. Es cierto que hay un período en el que se batalla con el sentimiento y tal vez la confusión, -y en momentos, tal vez, hasta caer rendidos temporalmente ante tan abrumador sentimiento- pero, ¿dónde queda nuestra habilidad de razonar?¿Es qué acaso podemos permitirnos esperar resultados distintos ante una misma forma de actuar?

Es cierto que la toma de consciencia sólo puede venir de una epifanía interna, de un despertar que puede estar alentado por una lectura, una experiencia, una conversación, o una profunda y sincera reflexión. Por lo tanto, la decisión de seguir hacia delante sólo puede originarse dentro de nosotros mismo.

He amado, y en ocasiones he hecho el ridículo amando a quien no me amaba, pero jamás he amado a un hombre más que a mí misma. Sé que cuando todo pasa, y cuando todos se hayan ido, siempre estaré yo, a solas conmigo misma.

Cuadro: Bubly Self Destruction 2 de Kelly Butz