sábado, 28 de abril de 2007

"La vida de los otros" dirigida por Florian Henckel von Donners

La vida de los otros está ambientada en el lado oriental de la ciudad de Berlín a mediados de los años ochenta. La trama gira en torno a un oficial de la Stasi, el Ministro de Seguridad, un prominente dramaturgo y su novia –una bella actriz. El protagonista es Gerd Wiesler, un oficial cuya función inicial es entrenar a los nuevos reclutas. En la primera escena de película lo vemos impartiendo una lección en cómo determinar si un testigo está diciendo la verdad. En los primeros instantes de la película se nos revela como un hombre duro, frío, calculador y de profundas convicciones en lo que hace.

En la próxima escena conocemos a los demás personajes: el Ministro de Seguridad, el dramaturgo Georg Dreyman y Christa-Maria Sieland –su novia . La escena gira en torno a unos actores que interpretan una obra, un publico que observa la obra y nosotros que los observamos a ambos. De este modo, se fija el tono de la película, un mundo donde todos son espiados...

Lo genial de la técnica del director son los cambios que se desencadenan como resultado de espiar las vidas de los otros. Ni el publico, ni el oficial, ni el ministro se imaginan las repercusiones que tendrá para el oficial el adentrarse en el mundo de los artistas. Es testigo de su entrega amorosa, de su amor por el arte, la música y la literatura; y poco a poco se va dejando cautivar por un mundo que no es el suyo. A través de ver como vive la pareja, el protagonista irradiara luz sobre las sombras de su miserable existencia. De esto modo, lo que era en un principio una oportunidad profesional se convierte en un viaje hacia el auto-descubrimiento. Creo que el momento cumbre del cambio del oficial lo provoca la belleza de la Sonata Apassionata, la pieza lo toca tan profundo que él ya nunca volverá a ser el mismo.

El impacto de la Sonata Apassionata y el acercamiento que trae la convivencia diaria, llevan al oficial a sentir simpatía por el dramaturgo, y a enamorarse de la novia de éste. Poco a poco empieza a omitir detalles en su reporte para proteger la seguridad de la pareja. Hay que destacar que la admiración por la pareja no es el único factor que produce el cambio en nuestro protagonista. El oficial se lleva una gran decepción política al darse cuenta de los verdaderos motivos por los que el Ministro de Seguridad le han ordenado espiar al dramaturgo.

Al tiempo que el oficial espía a sus víctimas, nosotros vamos espiándolos a ambos: vemos al hombre puño de hierro ir ablandándose, al artista que calla ante los abusos del regimen por conviniencia propia, pero que cambia en el momento que los abusos tocan un plano personal. Esto está hecho magníficamente, porque todo tiene una doble función, los protagonistas se van descubriendo a través de los otros, dándole la oportunidad al público de verlos como seres humanos capaces de hacer los más grandes sacrificios por una causa y pero tambien de sacar provecho de lo que les conviene.

La película concluye en 1991 en una Berlín unificada. El cambio visual es rotundo, el teatro gris del principio es ahora un universo de brillantes colores. El régimen ha terminado y ha llegado la hora para que el dramaturgo se dé cuenta de que nada es lo que parece. Este se pregunta por qué él fue el único escritor que no fue espiado bajo el régimen comunista. Interrogante que tiene su respuesta en la confesión del Ministro. El dramaturgo empieza a examinar el archivo que le había mantenido la Stasi. Poco a poco descubre que el agente que le habían asignado había mentido en su informe para salvarlo. Al llegar a la última página encuentra la prueba indiscutible de que él le debía la vida a ese buen hombre. Se decide a identificarlo, y lo logra aunque no se atreve a expresarle su gratitud personalmente. Decide escribir una obra que titula: Sonata para un buen hombre. El antiguo oficial se queda atónito al ver el libro, lee la dedicatoria y de sus labios se escapa un conmovedor “es para mí.”

Foto: © Sony Pictures Classics

miércoles, 25 de abril de 2007

Yo aún sigo en el "Limbo" aunque éste ya no exista

Por siglos los teólogos habían debatido el paradero del alma de los niños que morían sin bautizar, ya que éstos no había sido redimidos del pecado original a través del sacramento del Bautismo. La solución al dilema fue la concepción de un un lugar intermedio entre la gloria y el infierno que se denominó "El Limbo." En este lugar ni se siente ni padece pero no se disfruta de la presencia de Dios.

Para la Iglesia el concepto del Limbo era problemático porque le negaba la gloria a los niños que no había sido bautizados. Si Dios es todo misericordia, ¿cómo explicar que declarara persona no grata a criaturitas inocentes? Entiendo que nos nieguen el acceso a los impíos, que nos la pasamos blasfemando, pero no a los niños, especialmente a los que no llegaron a nacer o nacieron muertos, eso era tremenda contradicción.

La verdad es que la teoría del Limbo -como tantas otras cuestiones religiosas- se desmoronan ante el escrutinio. Sin embargo, por siglos la iglesia católica pudo esquivar el problema, y mantener una postura pasiva al respecto, no lo predicaba pero tampoco negaba su existencia. La eliminación del Limbo en octubre del año pasado, fue el resultado de una larga y sostenida conversación entre los teólogos. Sin embargo, la eliminación de éste no suponía una explicación sobre el destino final del alma de los niños que morían sin bautizar, ¿a dónde mandarlos, al infierno o al cielo?

Por suerte para los niños todo quedó resuelto el pasado 20 de abril, al concluir los altos prelados de la iglesia que
por la misericordia de Dios y por su condición de inocentes, los niños van al cielo aun cuando mueren sin bautizar. ¡Qué alivio! Por la divina intersección de los altos prelados de la Iglesia Católica queda establecido que los niños sin bautizar también van al cielo. ¡Qué pena que mis dilemas aún sigan sin resolver! Es que cada día entiendo menos a los religiosos, ¿puede alguien explicarme cómo hacen los mortales para con pluma y papel hacer gestiones divinas?

Pintura: El descenso de Cristo al Limbo de Jacopo Bellini

lunes, 23 de abril de 2007

De la mano de don Quijote por Alcalá de Henares

Un escritor trasciende cuando se desvanece detrás de su obra de ficción, cuando la ficción sobrepasa al hombre de carne y hueso que la ha engendrado. Es decir, cuando se nos olvida que los personajes son seres inventados por el autor y que no existen verdaderamente. Para mí ese autor es Miguel de Cervantes, porque don Quijote lo ha vencido, lo ha desplazado hasta el punto de borrar la barrera ficción-realidad por completo -no sólo en la obra sino en la vida real. Sé que Cervantes existió, pero no es mi amigo, no lo conozco, no puedo compenetrarme con él como lo hago con don Quijote. Don Quijote es mi amigo, mi vecino, un tío lejano, un abuelo, y por lo tanto no me quedan dudas de que sí quiero verlo o charlar con él puedo encontrarlo, no sólo en un lugar de La Mancha sino en cualquier punto del planeta.

Cervantes -o Don Quijote- a través mentiras nos dijo grandes verdades, sólo en una se equivocó: en poner en duda que en la China se hablara español. Le parecía ridículo porque nunca ocurriría. Y sin embargo, lo que era cuestión de risa en el siglo XVII hoy es una realidad, sí los chinitos también aprenden a hablar español. Esa ni Cervantes ni don Quijote se la imaginaron. Esta reflexión se me viene a la mente, mientras estoy aquí separada por un cristal de una edición del Quijote en Mandarino. ¿Cómo podrían Cervantes o don Quijote haber predicho semejante disparate? Sin embargo, ahí ante mis ojos estaban sus novelas traducidas a varios idiomas, incluyendo el Mandarino.

Mientras pienso en don Quijote o Cervantes, se me ocurre algo más: mis pies besan el sitio donde alguna vez correteó el niñito Miguel o tal vez miguelito. Me pregunto, ¿cómo sería de niño? ¿Qué travesuras esconderían estas paredes que algún día lo albergaron? ¿Cómo sé es de niño cuando ya se lleva por dentro la semilla de la imaginación que cambiaría el curso de la literatura universal? Me lo imagino por estos pasillos correteando, viviendo una realidad producto de su imaginación y fantasía. Lo veo en el patio entre plantas vestidas de gigantes, y él destrozándolas con su espada, en su propio mundo, feliz y curioso; de pronto aparece en la escena la madre que rompe el hilo de sus fantasías para decirle que la comida está lista. El niño se rehúsa a escucharla porque prefiere vivir en su mundo inventado, y escucharla sería aceptar que su mundo no existe; y cuatrocientos años en lo que fue su futuro, yo sigo aquí estática escuchando su voz infantil, aunque a mi alrededor sólo esté su mundo de adulto, pero no quiero aceptarlo; yo al igual que el niño no quiero salir de mi mundo imaginario. Cervantes sólo vivió en esta casa hasta los cuatro años, y ése el Cervantes que quiero sentir ahora, a pesar de que el adulto trata de imponérseme en cada rincón de la casa.

Al salir de la casa doblo a la izquierda, de reojo miro a la derecha y veo a don Quijote adoctrinando a Sancho. Sancho me mira con la confusión estampada en sus ojos, pero yo no me detengo. Dejo que sus palabras retumben en mi oído y sigo… Camino lentamente bajo las aceras techadas de la calle Mayor tratando de ver al niño que algún día correteó por esta misma senda. Lo veo sentado en el suelo con otros chicos, comiéndose un dulce, o poniendo sus manitos sobre la pared de las tiendas. Sé que nadie más lo puede ver, y eso me entristece. Los que caminan a mi lado casi tropiezan con él, y a mis gritos de cuidado, me miran con la misma cara que miraban a don Quijote cuando hablaba de cosas que nadie más podía ver. La verdad es que ni siquiera Cervantes me hubiera entendido, pero don Quijote sí. Don Quijote me entendería a la perfección. Por eso, don Quijote es mi amigo, y no Cervantes. El ha sido mi gran maestro, y por qué no decirlo: me ha enseñado que la realidad sólo puede existir en mi capacidad para crearla, construirla, y que ficción y realidad son inseparables…

Mi recorrido por la calle mayor me aparta un poco de Cervantes y don Quijote. Paseo mis ojos de niña curiosa por las tiendas judías que se encuentran a ambos lados de la calle Mayor. Ahí están ante mis ojos como un día estuvieron ante los de Cervantes. Ahí estática, como si el tiempo no hubiera pasado, si tiendas de propietarios judíos con sus residencias en la segunda planta… Observo que las columnas que sostienen el techo están siendo restauradas. Muchas de ellas son las originales que datan de la Edad Media. Mientras hacía mi inspección, me llamó la atención un huequito cuadrado encima de la puerta. Intrigada pregunté que qué era aquello que jamás había visto. Me dijeron que era la mirilla por donde los antiguos propietarios veían a quienes entraban a la tienda o se acerban a la casa; y también me contaron que a través la mirilla les tiraba la llave a los que visitaban la casa sin tener que bajar a abrir la puerta. ¡Genial! Llena de asombro sigo mi trayecto sobre el empedrado de la calle Mayor. Al final se encuentra una plaza que hoy se llama Plaza Cervantes, y que en el pasado era la Plaza del Mercado. La plaza está rodeada por unos almendros. Estos forman una cadena parecida a una corona de laurel, que parece hacerle reverencia a Cervantes que se levanta en el centro de la plaza. Al fondo, está la Universidad de Alcalá. ¡Qué maravilla! La fachada por sí sola es todo una obra de arte, pero luego están los patios, la capilla, el lugar donde se examinaban los estudiantes de doctorado –y que hoy se usa para entregar el Premio Cervantes -así lo atestiguan las placas con los nombres de los condecorados que cuelgan de la pared en la entrada principal del salón.

Al salir de Alcalá se me ocurre que los lugares y las cosas carecen de significado por sí mismo. Es decir que todo tiene el valor que le asignamos, por lo menos esa es mi experiencia. Para otros turistas, pueda que ésta sea una ciudad más, para mí ha sido lo máximo. La he disfrutado a plenitud, me voy feliz, llena del espíritu de todo lo que la ciudad y Cervantes son para mí. Es como si con cada paso se abriera un puertecita en mi interior hacia un estado superior. Al alimentar esa parte de mí –inadvertida para muchos- brota en mí el amor por la vida, las ganas de vivir, de crecer, y de ser mejor ser humano. Ese espacio de mí, -que soy yo en mi totalidad- sólo estalla de jubilo cuando lo alimento de todo lo que yo entiendo por belleza y vitalidad: la gente, las flores, los animales, la música, la literatura, el amor, los viajes, la escritura, una conversación a mena. En otras palabra, todo lo que disfruto. Allí no tienen cabida ni cuenta de banco, ni coches, ni nacionalidad, religión, ni nada que sea de índole utilitario. Todo eso queda fuera, y sólo sirve para el propósito de utilidad que le ha asignado la sociedad. No tiene nada que ver con lo que verdaderamente soy. Para mí es necesario ser consciente de esta separación, porque me mantiene alerta a una posible contaminación de mi yo interior. Por lo tanto trato de cultivar mi mundo interior porque ése nadie podrá arrebatármelo nunca. Esa es mi esencia, sólo la muerte podría quitármela, y para entonces ya no importaría porque habré dejado de existir como parte, y me habré fundido en el todo.

Entrada en mi diario de viajes del 24 de febrero de 2007 (En el tren rumbo a Valencia)

sábado, 21 de abril de 2007

Monstruo de las noches

Al levantarme ojerosa siempre preguntaba si alguien había oído la espeluznante escena. Pero la respuesta siempre era la misma: nadie vio ni escuchó nada. Sólo yo era participe del macabro rito desde mi cama en la oscuridad de la noche. ¿Qué habría hecho yo para ganarme tamaño premio? Intrigada me decidí a asomarme a la ventana, pero siempre llegaba tarde, ya todo había terminado. Al día siguiente era la misma historia.

Una mañana me decidí a contarle a la abuela lo sucedido y su respuesta me dejó más confundida aún. No debes alterar las cosas. Aquí nadie se mete con el monstruo. Todos nos hemos acostumbrado a sus gritos y ya no lo escuchamos. Debes tratar de no escucharlo... Anda deseoso de almas, si lo ves sólo dejará un vacío en ti, y enfermarás de melancolía -me dijo.

Traté de hacerle caso a la abuela pero el desesperado llanto de aquella enigmática criatura cortaba el hilo de mis sueños constantemente. ¿Qué podría ser aquello que sonaba como un rebuzno en medio de la tranquilidad de las noches? ... Aunque no lo había visto, ya había establecido que aquel ser salía de su oscura guarida más o menos a la misma hora: entre cuatro y cinco de la mañana.... Por fin, un día terminó mi búsqueda. Me faltan palabras para describir lo que vi. Había hombres muertos recogiendo las penas y soledades que encontraban en las calles; parecían autómatas tirando los desperdicios al mismo centro del monstruo. Su labor era proveer alimentación a la criatura de la noche. Me quedé inmóvil, al tiempo que sentí que me quedaba sin aliento; de repente, escuché una voz que surgía de la misma penumbra de la noche: "ésta es la hora en que anda suelta la melancolía... Has visto lo que nunca debiste haber visto. Ya nunca te librarás de ella, a partir de hoy quedas condenada a participar de su alabanza" –sentenció.

Cuadro: Melancholia por Jacek Nakczewki (1854 -1929)

jueves, 19 de abril de 2007

¡Qué buena noticia!


Esta mañana escuchaba que se está considerando darles días de vacaciones adicionales a los soldados que tengan que extender su estadía en Irak. ¡Qué maravilla!...Excepto que no sé para qué le sirven los días de vacaciones a los muertos.

miércoles, 18 de abril de 2007

Until we meet again?

We hugged, and for some strange reason, we were not sadden by our imminent separation... She looked beautiful, radiant, not a trace of death in her face. There were my dear friend and me, once again. The way we were, and unfortunately we no longer can....She said her goodbyes in her usual tone; it was the same tone she has been using since her treatment failed. The message was clear: she was going to die, but we must go on... She smiled, and looked into my eyes... Do you want to keep something of mine"? She asked-. Of course -I answered. She extended her hand, and gave me a beautiful rose, "until we meet again"-she assured me. We hugged for what it seemed an eternity, and a calm atmosphere filled the space. There was no sadness... but, as I removed my body from hers, there was a burst of blood...

I suddenly woke up, confused, not quite understanding what had just happened; but then, I realized that it was only a dream; there will be no goodbyes, my friend was already dead. I laid in my bed, as her words resounded in my ears: "until we meet again"! She sounded very convinced of what she has just said. But, where? -I wonder....And what does all this mean?

martes, 17 de abril de 2007

Irresponsabilidad e incompentencia en activar plan de emergencia en Virginia Tech

Me siento consternada por la masacre Virginia Tech; pero además de consternada, estoy asqueada por la reacción de las autoridades ante el primer tiroteo. La violencia es impredecible, y por lo tanto hay que estar preparados para saber cómo actuar cuando se trata de salvar vidas bajo una situación de imprevista. La ley requiere que las instituciones educativas tengan planes de emergencias, y que las personas que trabajan en escuelas sepan que hacer en caso de emergencia. Todos los años se hacemos entrenamiento, de que hacer si hay un pistolero dentro o fuera del recinto escolar. Depende de donde se encuentre el peligro. Por ejemplo, si hay un acto violento en el vecindario, y los responsables aún andan sueltos la policía notifica a las escuelas del vecindario para que mantengan las puertas cerradas, y nadie pueda salir ni entrar del edificio. Si el pistolero está adentro, se deben mantener a los chicos en silencio en un rincón del aula, bajar las venecianas, apagar la luz para minimizar la visibilidad y mantener silencio. Se trata de proteger a los estudiantes, al profesorado y a todos los que allí trabajan. Es imposible evitar un tiroteo imprevisto, por ejemplo ayer a las 7:15 de la mañana nadie sabía lo que iba a ocurrir –aunque si había habido amenazas de bomba contra la universidad- y por lo tanto, era imposible que hubieran previsto lo que pasaría. Pero en el momento que ocurrió el tiroteo, las autoridades debieron tomar cartas en el asunto y tomar las medidas de lugar, pero desafortunadamente, eso no sucedió. No entiendo, ¿qué demonios estaban pensando tanto la administración de la universidad como la policía ayer en Virginia? Las autoridades han dicho que pensaban que el pistolero había escapado, y que era una disputa doméstica, ¿y eso que quiere decir? El pistolero aún no había sido apresado, y eso era razón suficiente para mantener la escuela bajo alerta, y no tratar de ocultar el sol con un dedo.

Las explicaciones de las autoridades, en vez de consuelo, lo que produce es rabia. Estoy segura que si hubieran hecho su trabajo, las víctimas hubieran sido menos, y por lo menos quedaría la satisfacción de que se hizo todo lo que se pudo. A nadie le importa, lo que ellos creyeron o no, lo que importa es que no hicieron su trabajo, y como consecuencia 33 personas murieron. Hubo más o menos dos horas entre los dos tiroteos, tiempo más que suficiente para que las autoridades alertaran al estudiantado, al profesorado y tomaran las medidas de lugar. En casos así no se escatima, era preciso que se mandaran emails, hicieran llamadas telefónicas, se usaran altoparlantes y se tirara la policía por todo el campo. Parece ser que lo que hicieron fue investigar, y mientras lo hacían no tomaron medidas de seguridad. Se pudieron haber hecho las dos cosas, investigar y perseguir al pistolero. ¿Cómo puede una institución educativa darse el lujo de asumir que nada iba a pasar después del un tiroteo en uno de sus dormitorios, después de incidentes como los de Columbine High School? Ese tipo de conducta además de incompetente es irresponsable, y creo que las autoridades locales, como las de la universidad, tendrán gran dificultad en convencernos de que hicieron todo cuanto pudieron para prevenir el segundo tiroteo.

Foto: Alan Kim/The Roanoke Times, via Associated Press

domingo, 15 de abril de 2007

La polémica sobre la investigación científica con células madres

Mucho se habla de la controversia por la investigación con células madres embrionarias. La polémica radica en que para muchos el embrión es una etapa temprana de la vida humana; y para otros, el embrión es una vida en potencia pero no llega a serlo. Este choque de posiciones hace que cada día se levanten más voces a favor y en contra de la investigación científica utilizando células madres. Las células madres embrionarias son de especial importancia porque éstas pueden generar cualquier tipo de célula, ya que aún no se han dividido; y pro lo tanto encierran el potencial para crear el resto de las células del cuerpo; una célula madre adulta sólo puede producir un tipo de célula; por ejemplo el trasplante de médula ósea, sólo puede ser utilizado para producir más médula ósea, y así curar varios tipos de cáncer de la sangre. Esta es la limitación que eliminaría el uso de células madres embrionarias.

Esta semana el congreso estadounidense aprobó una ley para permitir la ayuda federal para la investigación científica con células madres. Sin embargo, el presidente ha prometido vetar dicha propuesta de ley, como ya lo ha hecho en el pasado. Estados como California, ya proveen sus propios fondos para la investigación, y se espera que si la ley federal no cambia otros estados podrían hacer lo mismo. Sin embargo, sería más provechoso para la comunidad científica que todos los estudios se hicieran de una forma centralizada; es decir que todos los esfuerzos científicos se hicieran en conjunto y no que cada estado tenga su propio programa.

El 9 de agosto del 2001, Bush accedió a que se utilizaran un número restringido de embriones para experimentos. Es aquí donde yo no entiendo al Sr. Bush, y a todos los que se oponen a dicha investigación. La investigación sólo usa embriones que ya existen. Ningún científico ha propuesto crear embriones con el único propósito de hacer estudios científicos; por el contrario sólo proponen utilizar los que se desechan todos los días en las clínicas de fertilidad. En los Estados Unidos dichas clínicas producen miles de embriones para inseminación artificial, de los cuales miles son desechados o almacenados por años sin ningún propósito útil. ¿Entonces por qué no utilizarlos en vez de tirarlos? Me parece que si se trata de que es inmoral que se produzcan embriones para hacer investigación –que hasta ahora no ha sido el caso, y no es necesario debido a la gran cantidad de ellos que existen-, podríamos argüir que producirlos para posibles inseminaciones y desecharlos es también inmoral. No entiendo cuál es la necedad e irracionalidad de Bush, ya que los embriones ya existen, y van a seguir creándose, a menos que se prohiba que las parejas busquen ser padres con la ayuda de un laboratorio; lo cual sería improbable porque el gobierno no puede negarle a una pareja el derecho a ser padres.

Los Estados Unidos es una sociedad utilitarista por naturaleza; vamos al espacio, por nos conviene, vamos a la guerra porque nos conviene, ¿por qué no ser utilitarista cuando se trata de buscar posibles curas para enfermedades como el Parkinson, Alzheimers, la diabetes, el cáncer, otras tantas enfermedades que podrían encontrar una cura si se continua con la investigación científica? ¿A caso no nos dejaría beneficios económicos si encontráramos la cura para enfermedades como el cáncer? No es un secreto que las farmacéuticas se lucran a costa de las enfermedades incurables. Si viviéramos en un mundo sin dicha enfermedades perderían muchísimos clientes. Además, la población del mundo aumentaría, lo que implicaría más gastos para el gobierno y los seguros médicos. Es una lástima que Bush se jacte de defensor de la vida de los que no se han formado si quiera, mientras que con su guerra al terrorismo predica la destrucción de la vida humana como como una cuestión de ética.

viernes, 13 de abril de 2007

Mientras llueve en mi ventana

Esta mañana de abirl, unos niños corren bajo la lluvia en mi ventana... y
y recuerdo que en Irak, los niños sólo corren
de las bombas. 12-4-07

"De la lluvia y el fuego"

El león se hace viento, viene a rugir a mi ventana,
enredado en bellas perlas, asota el cristal y baila;
Y unas caritas dulzonas, de serenas miradas,
alzan un canto de fe, de vida, de esperanza,
un clamor que se hace eterno, pero nunca cambia nada


¡Cuánto fuego ha llovido!¡Cuanta sangre derramada!
Hace más de cuatro años, y la lluvia aún no acaba;
Y en un desierto lejano, sin lluvia y sin ventanas,
unas caritas tristonas, de miradas asustadas,
emulan el canto del fuego y viven sin esperanza
¡Cómo llueve en mis adentros, y detrás de mi ventana!

martes, 10 de abril de 2007

My days as an airhead

Estos días no quiero postear nada fuerte... Ando medio cabizbaja por la muerte de mi amigocha. Así es que nada fuerte, y todo light. Me han dado unos impulsos incontenibles de reírme de mi misma... No sé por qué tengo ganas de contarles todo lo que no me han preguntado.

Sé que no les importa, pero ni modo, aquí les va mi ataque de cabezota. Pasé unos días en Quisqueya la bella; fui al funeral de mi amiga, le hice una visita relámpago a mi familia, estuve en una finca en Higuey y peiné las playas de la costa norte... Al regresar a Neva York casi me trancan; vine gordita de España, y Dominicana me dio el tiro de gracia; soy buscada por la policía protectora de la nacionalidad dominicana; he visto mi foto en la lista de los mas buscados; perdí mi teléfono móvil, con todos mis números de más de 6 años; estoy incomunicada, sin número de teléfono de nadie; me compré un teléfono nuevo, que resultó ser un guión, digo un Dash; creía que eso era sólo un signo de puntuación, pero no....Lo cierto es que no tengo la menor idea de que hacer con él. Así de triviales transcurren estos días.

Cosas reafirman mi dominicanidad

En mi post anterior les contaba de las cosas que me hacían dudar de mi dominicanidad. Ahara, les dejo una lista que me reafirman como dominicana. El propósito de este post es reírme un poco de mi misma porque como le dije a Baakanit, creo que hay algo de genial en ello.





1. Soy emprendedora, o en buen dominicano "me la busco como una tora"
2. En todo veo una oportunidad para hacer negocios. Soy capaz de vender hasta una deuda.
3. Me encanta el mangú, el mofongo, el concón y el sancocho
4. Tengo un tío que se llama Luis
5. Aprendí a leer con Caminito y Nacho
6. Tengo la marca de una vacuna en el brazo izquierdo
7. Mi partida de nacimiento original fue escrita a mano
8. Me hacían tomar emulsión de Scott para el catarro -guacala
9. Guardo las ollas de mi casa en el horno de la estufa
10. Tengo que beber agua después de comer guineo maduro
11. Acepto el eslogan de la presidente -"la mejor cerveza, el verdadero sabor"- como verdad irefutable
12. Me encanta el béisbol
13. Tengo dos fechas de nacimiento: el día que nací y el día que me declararon
14. Me sentí como en casa cuando se fue la luz en New York hace tres años
15. He lavado platos con jabón azulito
16. En algún momento de mi infancia tuve un cuaderno Petete y Eco
17. De niña me llevaron a cumplir promesas a El Santo Cerro y a Higuey
18. Cuando llego a un lugar nuevo, aprendo a moverme inmediatamente. Soy una sobreviviente.
19. Comí triangulitos, chuflares y chocorrones
20. De niña asociaba el olor de las manzanas con la Navidad
21. Tenía que embotellarme los apuntes del profe y explicarlos con punto y coma en frente de la clase
22. Tengo familiares cuyos nombres fueron inventados por los padres: Greydicil, Holinad, etc.
23. Tuve largas vacaciones en tiempo de clases por huelgas de maestros
24. Jugué béisbol en plena carretera debido a una huelga de transporte
25. He usado lemisol
26. Me cortaban el pelo el día de San Juan para que me creciera
27. De niña creía en la existencia de las ciguapas y le dejaba hierba a los reyes magos
28. Cuando leo el Quijote reconozco muchas de las palabras del vaculario de mi abuela
29. Uso las palabras "chancletas", "pariguayo", "motoconcho", y frases como "a la brigandina"
30. En el colegio me mostraron una pelicula del Dr. Muelita
31. Soy conocida por lo menos por tres nombres
32. Creo que la familia es lo más importante
33. Me encanta el "bonche"
34. Adoro a Juan Luis Guerra
35. Soy de las que de "sus penas hacen rayos de sol"

lunes, 9 de abril de 2007

Cosas que me hacen cuestionar mi dominicanidad

El siguiente es la primera parte de un post sobre mi dominicanidad. Este es sobre lo que me hace dudar de ella y el próximo será de lo que la reafirma.

Como ya saben estuve en República Dominicana la pasada semana. Aunque me siento muy a gusto en mi suelo natal, a veces me siento como extrajera. A continuación les dejo una lista de cosas que vi que me hicieron cuestionar mi dominicanidad. Obviamente, la intención de este post no es herir la susceptibilidad de mis compatriotas sino reflexionar de mi lugar dentro de la cotidianidad dominicana. De ningún modo quiero implicar que todos los dominicanos hagan o no éstas cosas; sin embargo, fui testigo de todas las cosas que enumero en mi viaje de 9 días.




1. No salgo a la calle en *rolos
2. No me meto en una calle en vía contraria adrede
3. Respeto las señales de tránsito
4. No me gusta coger prestado
5. No soy nacionalista
6. No tengo miedo de los haitianos.
7. Condeno el negarles la nacionalidad a los dominicanos de ascendencia haitiana
7. No apoyo el mal trato de los nacionales haitianos, así como las leyes migratoria del país
7. No me pongo tacos para ir al mercado
8. Uso poco maquillaje
9. No soy adicta ni al merengue ni a la bachata
10. No creo todo lo que me quieren hacer creer los políticos
11. Sé que toda historia tiene por lo menos dos lados
12. No me ofendo si un turista habla mal de la República Dominicana
13. No creo en los iconos. No pongo a nadie en un pedestal intocable
14. No uso los símbolos patrios como prendas de vestir
15. Nunca he asistido a un desfile dominicano en la Ciudad de Nueva York
16. No aplaudo cuando aterriza el avión
18. No bajo mi equipaje de manos mientras el avión se está moviendo
19. Me gustaría adoptar un niño o niña
20. No tengo fe en que ningún político pueda solucionar los problemas del país
21. No me cuelo en las filas. Tengo paciencia para esperar mi turno
22. No cuento mi vida privada a todo volumen en el tren
23. No espero que nadie me resuelva mis problemas
24. Sé agradecer lo que me regalan por insignificante que me pueda parecer
25. No me hace falta comer habichuela con dulce el Viernes Santo
26. No creo que la religión católica la impuso Dios -como dice mi madre
27. Sé que no siempre se tiene la razón
28. No escucho música a todo volumen, mucho menos domingo por la mañana o tarde de la noche
29. No doy fiestas en mi casa para no molestar a los vecinos
30. No veo el motivo para la riña con los puertorriqueños

*rulos

Imagen: Merengue (1938) por Jaime Calson

¿Vale la pena decir la verdad?

Este pasado viernes llegué al aeropuerto Internacional de Las Américas a eso de las 3:00 de la tarde. Facturé el equipaje y entré a la sala de espera. Al darme cuenta de que mi vuelo estaba retrasado, me fui a un restaurante y pedí comida de Viernes Santo: arroz, gandules, ensalada y pescado a la parrilla.

Después de comer y *cherchar un buen rato con mis amigos, me fui de compras. Compré unos cuadritos para mi nidito y unos cuantos regalitos para los amigos.Harta de compras y tanta comida, me conecté a la Red y me puse a leer mis emails. Hacía un gran esfuerzo por mantener la compostura ante la espera. American Airlines por su parte haciendo de la suya; detesto esa línea aérea por su pésimo servicio al cliente, especialmente hacia la República Dominicana. Viaje con ellos esta vez porque fueron los únicos disponibles que encontramos. Pero eso es harina de otro costal...

Finalmente abordamos el avión. Despegamos a las 6:45 de la noche. No bien despegamos cuando ya había una turbulencia increíble. Tal fue el caso que no se pudo servir nada por las primeras dos horas de vuelo. Los asistentes de vuelo y todo el mundo sentado; pero como somos súper necios había dos o tres pasajeros que se paraban constantemente... Por mi parte, estaba muy nerviosa y no podía leer El hijo del acordeonista que hace unos días vengo leyendo, lo único que hice fue escuchar música porque además de que me encanta, me relaja.

Por fin ceso la turbulencia, los asistentes de vuelos, un poco apresurados, sirvieron algo que parecía comida, y distribuyeron los formularios de inmigración y aduanas. Mientras todos comían yo llenaba la declaración de aduanas. Contesté todas las preguntas lo mejor que pude, adhiriéndome siempre a la verdad. Una de las preguntas era que si había estado en una finca o granja en suelo dominicano, a lo que yo contesté afirmativamente. A pesar de que declaré que no estuve en contacto directo con animales, ni traía frutas ni ningún tipo de comida, al pasar por aduanas, una señorita de mala cara me envió al departamento de Agricultura. El oficial me hizo unas cuantas preguntas, a las que contesté también con la verdad. Le dije que había andado media isla en chancletas y que las había dejado en la República Dominicana, que no había usado ninguno de los zapatos que tenía en la maleta mientras estuve en la finca -le preocupaba que en los zapatos se transportaran residuos de tierra, no sé por qué.

Al concluir el interrogatorio, me dio luz verde para seguir mi trayecto. Mis amigos que también habían estado en la finca conmigo simplemente lo negaron en el formulario, y por lo tanto pasaron por aduanas sin ser interrogados. A mí me hicieron perder unos minutos de mi tiempo simplemente por decir la verdad, me quedé pensando si de veras, ¿vale la pena decir la verdad?

*Cherchar es un dominicanismo que significa gastar bromas, pasarla bien, divertirse, hacer bulla, etc. Se cree que proviene de la palabra "Church". Es decir de la algarabía que formaban los inmigrantes afro-caribeño que se asentaron en Samaná y San Pedro de Macoris durante el servicio religioso.

domingo, 8 de abril de 2007

"Mis enlutadas" por Manuel Gutiérrez Nájera


Descienden taciturnas las tristezas
al fondo de mi alma,
y entumecidas, haraposas, brujas,
con uñas negras
mi vida escarban.

De sangre es el color de sus pupilas,
de nieve son las lágrimas,
hondo pavor me infunden..., yo las amo
por ser las solas que me acompañan.

Aguárdolas ansioso, si el trabajo
de ellas me separa,
y búscolas en medio del bullicio,
y son constantes
y nunca tardan.

En las fiestas, a ratos se me pierden
o se ponen la máscara,
pero luego las hallo, y así dicen:
-¡Ven con nosotras!
Vamos a casa.


Suelen dejarme cuando, sonriendo,

mis pobres esperanzas
como enfermitas ya convalecientes
salen alegres
a la ventana.

Corridas huyen, pero vuelven luego
y por la puerta falsa
entran trayendo como nuevo huésped
alguna triste,
lívida hermana.

Abrese a recibirlas la infinita
tiniebla de mi alma,
y van prendiendo en ella mis recuerdos
cual tristes cirios
de cera pálida.

Entre esas luces, rígido tendido,
mi espíritu descansa;
y las tristezas, revolando en torno,
lentas salmodian,
rezan y cantan.

Escudriñando el húmedo aposento
rincones y covachas,
el escondrijo do guardé cuitado
todas mis culpas,
todas mis faltas,
y hurgando mudas, como hambrientas lobas,
las encuentran, las sacan,
y volviendo a mi lecho mortuorio
me las enseñan
y dicen: Habla.

En lo profundo de mi ser bucean,
pescadores de lágrimas,
y vuelven mudas con las negras conchas
en donde brillan
gotas heladas.

A veces me revuelvo contra ellas
y las muerdo con rabia,
como la niña desvalida y mártir
muerde a la arpía
que la maltrata.

Pero en seguida, viéndose impotente,
mi cólera se aplaca.
¿Qué culpa tienen, pobres hijas mías,
si yo las hice
con sangre y alma?

Venid, tristezas de pupila turbia,
venid, mis enlutadas,
las que viajáis por la infinita sombra
donde está todo
lo que se ama.

Vosotras no engañáis; venid, tristezas,
oh, mis criaturas blancas
abandonadas por la madre impía,
tan embustera,
por la esperanza!

¡Venid y habladme de las cosas idas,
de las tumbas que callan,
de muertos buenos y de ingratos vivos...
Voy con vosotras,
vamos a casa.

Imagen: "White Orchid", tomada de deviantART

jueves, 5 de abril de 2007

Mil gracias


Quiero expresarles mi gratitud por sus comentarios, emails y por todas sus palabras de aliento por la muerte de mi amiga. Les agradezco su amababilidad.

Ya pronto regreso, por ahora me encuentro refugiada en mi edén querido, buscando en mis orígenes el aliento necesario para continuar....