lunes, 9 de abril de 2007

¿Vale la pena decir la verdad?

Este pasado viernes llegué al aeropuerto Internacional de Las Américas a eso de las 3:00 de la tarde. Facturé el equipaje y entré a la sala de espera. Al darme cuenta de que mi vuelo estaba retrasado, me fui a un restaurante y pedí comida de Viernes Santo: arroz, gandules, ensalada y pescado a la parrilla.

Después de comer y *cherchar un buen rato con mis amigos, me fui de compras. Compré unos cuadritos para mi nidito y unos cuantos regalitos para los amigos.Harta de compras y tanta comida, me conecté a la Red y me puse a leer mis emails. Hacía un gran esfuerzo por mantener la compostura ante la espera. American Airlines por su parte haciendo de la suya; detesto esa línea aérea por su pésimo servicio al cliente, especialmente hacia la República Dominicana. Viaje con ellos esta vez porque fueron los únicos disponibles que encontramos. Pero eso es harina de otro costal...

Finalmente abordamos el avión. Despegamos a las 6:45 de la noche. No bien despegamos cuando ya había una turbulencia increíble. Tal fue el caso que no se pudo servir nada por las primeras dos horas de vuelo. Los asistentes de vuelo y todo el mundo sentado; pero como somos súper necios había dos o tres pasajeros que se paraban constantemente... Por mi parte, estaba muy nerviosa y no podía leer El hijo del acordeonista que hace unos días vengo leyendo, lo único que hice fue escuchar música porque además de que me encanta, me relaja.

Por fin ceso la turbulencia, los asistentes de vuelos, un poco apresurados, sirvieron algo que parecía comida, y distribuyeron los formularios de inmigración y aduanas. Mientras todos comían yo llenaba la declaración de aduanas. Contesté todas las preguntas lo mejor que pude, adhiriéndome siempre a la verdad. Una de las preguntas era que si había estado en una finca o granja en suelo dominicano, a lo que yo contesté afirmativamente. A pesar de que declaré que no estuve en contacto directo con animales, ni traía frutas ni ningún tipo de comida, al pasar por aduanas, una señorita de mala cara me envió al departamento de Agricultura. El oficial me hizo unas cuantas preguntas, a las que contesté también con la verdad. Le dije que había andado media isla en chancletas y que las había dejado en la República Dominicana, que no había usado ninguno de los zapatos que tenía en la maleta mientras estuve en la finca -le preocupaba que en los zapatos se transportaran residuos de tierra, no sé por qué.

Al concluir el interrogatorio, me dio luz verde para seguir mi trayecto. Mis amigos que también habían estado en la finca conmigo simplemente lo negaron en el formulario, y por lo tanto pasaron por aduanas sin ser interrogados. A mí me hicieron perder unos minutos de mi tiempo simplemente por decir la verdad, me quedé pensando si de veras, ¿vale la pena decir la verdad?

*Cherchar es un dominicanismo que significa gastar bromas, pasarla bien, divertirse, hacer bulla, etc. Se cree que proviene de la palabra "Church". Es decir de la algarabía que formaban los inmigrantes afro-caribeño que se asentaron en Samaná y San Pedro de Macoris durante el servicio religioso.

3 comentarios:

  1. La verdad en estos tiempos lamentablemente puede ser como ventajosa y traicionera a la vez. Sólo queda decir que lo mejor es ser justos y a la vez -valga la redundancia- ser "tígueres" y aprovechar el momento.

    Por lo visto, ya me diste una buena razón de por qué la seguridad en los aviones es media traicionera. Y más con cuestionarios como lo que llenaste.

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  2. Vale la pena decir la verdad siempre. SÍ.

    Por lo menos siempre te vale para ir con la cara bien alta y podrás mirar a los ojos a los demás. Esos ojazos negros.

    Y ya que los agentes de aduanas norteamericanos naveguen con la vela romana o vikinga. Ellos sabrán lo que hacen.

    Particularmente creo que esos cuestionarios que te dan en el avión son un poco paranoicos.

    Un saludo, Sonia.

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  3. aveces no sabemos cuando es peor, cuando mentimos o cuando decimos la verdad, pero lo mejor es la verdad porque pro lo menos tenemos la conciencia tranquila.

    diab!!!! me sorprendí por las preguntas que te hicieron y las respuestas que diste , jajajaj

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