Ha sido un día de muchas emociones, lleno de nostalgia y de fantasmas. Pasé el día con mi mamá. Estaba contenta de pasar tiempo con ella. Lo pasamos muy bien hasta que trajo a colación mi estado civil. Adoro a mi mamá, pero somos dos mujeres separadas por un cuarto de siglo, y con distintas visiones del mundo.
Mi mamá es una mujer muy tradicional. Para cuando tenía mi edad, ya había tenido sus hijos. Lo que le ha dado el derecho de cuestionarme por haber elegido otra camino para mí. A mí me fastidian sus comentarios, y sé que detrás de ellos yace un miedo inconfeso: ella piensa que se me va haciendo tarde para formar una familia.
Hoy volvió hablar de nietos, o mejor dicho de unos hijos míos que ella tiene más empeño en conocer que yo misma. Me dijo que no quiere morirse y dejarme sola en el mundo. Al leer esto, usted podría pensar que ella está exhalando sus últimos suspiro en este mundo. No es así. Es una mujer joven aún, y de muy buena salud. Así que eso de "dejarme sola" es mucho drama, aunque acepto que tiene las mejores de las intenciones.
Mi mamá no siempre sabe lo doloroso de sus comentarios y lo punzante de sus palabras. A veces dice cosas que van directo a alguna área sensible de mi alma. Su comentario de hoy fue un dardo que me cortó la respiración por unos segundos. Al verme jugar con mi gato, me preguntó que si quería a Coco, y le contesté que por supuesto que yo lo adoro. Al escuchar mi respuesta se sintió lista para dar su sentencia "Tú le da tanto cariño a Coco porque no tienes a quien querer." Traducción que yo le doy a mi mascota el amor que no puedo darle al esposo y los hijos que no tengo.
Si fuera por mi madre yo aún estaría atada a mi antigua relación y tendría un par de hijos. De acuerdo con ella, todo estaba bien entre mi pareja y yo, y él era un hombre excelente, y la verdad lo era, pero no era para mí, no estaba contenta. Mi mamá no conoce mis necesidades como ser humano. Desconoce lo que me hace feliz, lo que me hace sonreír ni lo que me hace llorar. Para ella sería más fácil verme acompañada aunque en mi interior yo estuviera vacía. No entiende que a pesar de que en momentos como este me siento sola, y me hace falta el cariño y la comprensión de una pareja, no estoy dispuesta a estar en una relación que no aporte nada a mi mundo interior.
En momentos en que surgen estos conflictos con mi mamá me veo a año luces de ella, y me doy cuenta de que un cuarto de siglo es toda una eternidad.
Querida Sonia:
ResponderEliminarEs mejor sigas como estás y que no permitas que nadie, ni siquiera uno de tus seres más queridos, te arreglen tu vida amorosa.
Por experiencia propia te digo que es mejor estar sola y esperar a la persona adecuada, a estar con alguien que no te llena a plenitud. Con el tiempo, si sigues con esa persona, terminarás sintiéndote enjaulada y eso es lo más triste que hay. El verdadero amor, el que te llena de veras, te libera, no te ata ni te obliga a mantenerte al lado de la otra persona sólo por costumbre.
Abrazos,
Ro
Amiga
ResponderEliminarA veces es díficil lidiar con los puntos de vista distintos que personas con peso en nuestra vida tienen.
Es normal que nuestras madres asuman ese "derecho" de dictarnos maneras, la mayoría de las veces (por no decir casi siempre) lo hacen porque entienden que es "por nuestro bien". La brecha generacional, dicen algunos.
Sin embargo, siempre es bueno hacerles ver que aunque respetamos sus puntos de vistas, nuestra vida se dirige con críterios diferentes.
Esto te lo digo porque, al igual que tú, he tenido algunas conversaciones en ese sentido con mi mamá, quien no tiene un lazo tan fuerte conmigo debido a que me crié con mi abuela y no con ella. Muchas de mis maneras la desconciertan y más de una vez hemos tenido roces por su afán de hacer consideraciones sobre mi vida, sin tomar en cuenta que lo que dice me puede herir.
Lo primero, paciencia. Lo segundo, comprensión. Eso porque es tu madre. Lo otro, si eres feliz y coherente con tus decisiones ese es el mayor sentido de libertad que un ser humano puede tener y en ese libertad la vida te otorgará las puertas de la plenitud, no sólo en el amor sino también en todo lo demás.
Abrazos eternos.
Sonia, no imaginas cómo te comprendo. Hace unos años estaba en tu misma situación, teniendo esa misma conversación con mi mamá. Ella siempre con su empeño en que yo le diera nietos y me casara para así ser "una mujer realizada"; como si el matrimonio y los hijos son necesarios para uno sentirse "completo".
ResponderEliminarHoy día tengo a mi hija que adoro y un buen esposo pero, te puedo asegurar que estos no garantizan la felicidad ni que uno se sienta "realizado".
Todo en la vida tiene su tiempo y cuando llegue la persona adecuada lo sabrás, así como sólo tú sabrás cuando estarás lista para formar una familia. Nuestras madres quieren lo mejor para uno y por eso hay que tenerles paciencia y a veces escucharlas aunque uno no quiera. Pero ojo, sólo escucharlas y no dejarse llevar por sus presiones, ya que sus puntos de vista son muy distintos a los de uno.
Toma tu tiempo, disfruta este momento de tu vida. Te lo digo yo que a veces quisiera volver a estar en tu lugar.
Abrazos,
Joanne
Ro, Argénida & Joanne, mil gracias por sus comentarios. Me hicieron muy bien sus palabras. No me sorprende que hayan comentado ustedes tres, mujeres con las que me identifico muchísimo. Sé que saben de lo que hablo: somos compatriotas, independientes, amante de la literatura y muy lejos de ser mujeres tradicionales.
ResponderEliminarPubliqué esta entrada buscando precisamente amig@s cómplices y para desahogarme porque sentía que me ahogaba. Adoro a mi madre pero coincidimos en poco, excepto en el amor que ambas nos tenemos. Entiendo que mi vida es el resultado de mis decisiones, y la verdad no me arrepiento de nada que haya hecho o decidido; así que asumo lo que hoy vivo, porque como dice ese maravilloso verbo de Amado Nervo, "... yo fui el arquitecto de mi propio destino." Por ello no me quejo ni siento ninguna amargura. Yo bien pude haber seguido otro camino, pero éste fue el que elegí y eso es lo que hay, y a mi madre no le queda otra que amarme como soy :). Yo la escucho y entiendo su preocupación de madre, pero ella vivió su vida como mejor pudo, yo elegí vivir la mía como creí conveniente :).
Abrazos maravillosas mujeres :).
Me parece que no debes dejarte manipular por tu linda madre. Es mejor que esperes. Que no cunda el pánico.
ResponderEliminarNo debes casarte solo para tener un hijo. Si acaso el principe azul llega "tarde", en la cual no puedas pocrear, puedes adoptar uno si asi lo desea.
Eres una mujer muy in y sabes muy bien lo que deseas y cuando lograrlo.
Excusa lo tarde del comentario, pero hace dias que no te visitaba.
Majarete, soy una mujer muy terca, para bien o para mal. Adoro a mi madre y le tengo mucho respeto pero mi vida la dirijo yo :). Y ella lo sabe, lo que pasa es que cuando comienza con su cantaleta me causa dolor, me afecta en el momento y luego ya no le hago caso.
ResponderEliminarNunca he tenido prisa por casarme, de hecho jamás he soñado con vestido blanco y ese día especial... soy una mujer un tanto "extraña" lol. Pero al amor nunca le diría que no... y los hijos no estoy segura de que quiere tenerlos, la verdad, es que no sé -después de todo no están dificil la cuestión en el mundo en que vivimos. El no tener hijos ha sido una decisión muy mía. Por otro lado, la adopción siempre ha sido una opción para mí, pero ahora prefiero enfocarme en otras cosas, la maternidad aún puede esperar -aunque mami piense lo contrario, lol.
Un abrazo,
Sonia
Los años pueden crear una diferencia en cuanto a la forma de ver las cosas pero no siempre. Los desacuerdos pueden ser de índole filosófico y cuando se sostienen posiciones contrarias es difícil llegar a un punto de equilibrio o entendimiento. Me inclino más a creer que eso es lo que ocurre.
ResponderEliminarEn mi caso particular y vengo de una familia numerosa, me parece entender mejor que nadie a mi mamá pero de todos soy también quién más la contradice. La diferencia de edades entre nosotros existe con los demás pero no explosiona de la manera que lo hacía (haría o hace) conmigo. Porque para ella los hijos le pertenecen y tienen que hacer lo que sus padres dicen. Desde muy temprana edad me di cuenta de que no le pertenezco a nadie, ni siquiera a mí mismo y con todo el respeto que le puedo tener considero que somos más hijos de la vida que de alguien en particular.
Sin embargo es más fácil decirlo aquí que hacérselo entender a ella sin hacerla sentir mal ni herirla. Ser hombre me ha hecho las cosas más fáciles porque me ha dado una relativa independencia del control que ella se siente en el derecho de ejercer y por mi parte me ha sido más fácil mantenerme alejado del poder todopoderoso que esa señora (mi madre: ja ja ja) tiene.