Llevo dos horas saltando de un lugar a otro en Internet, aquí tendida sobre el sofá. Al otro extremo se encuentra, el siempre leal,Coco disfrutando de una de sus largas siestas.
A Coco le divierte jugar con mis pies. Se extiende todo lo que puede para tocarlos con sus manitos de nieve. Yo, distraída por naturaleza, no me había percatado de sus muestras de cariño. Cuando lo noté, traté de reciprocarle la cortesía, acariciándole el lomo, pero a él no le hizo gracia y se escapó.
¡Qué escurridizo resultó el Coquito! Me ha dejado clarísimo que es él quien dicta cuándo y cómo recibe cariño. Ya estoy por creer que tiene un secreto: es casi seguro que asiste a una escuela de formación masculina.
como?
ResponderEliminary a que escuela va Coco?jajajaj
hasta ahora te das cuenta que los gatos son asi, que juegan contigo cuando ellos quieren, se dejan cuando quieren; pero a veces el quiere de tu cariño y nosostros los hacemos a un lado.
jajajajaja hombre al fin XDDD
ResponderEliminarLo cual libera entonces a todos los hombres de la responsabilidad de ser como son pues es algo que está por encima de su libre albedrío. ¿Será así?
ResponderEliminarParecería, basado sólo en esta anécdota y sin pretender hacer un análisis científico que el comportamiento viene ya programado en los genes, entonces/por lo tanto, no hay culpa, es algo que está por encima de la voluntad de estos individuos..., es lo que puedo extraer de todo esto.
Ouch!
ResponderEliminarEso dolió.
Preguntale en que generación se graduó, en una de esas y fué compañero de generación.
jajaja
Saludos.
Indiorevolucionario, LOL. Jamás haría a un lado mi adorado Coco. Sí sé que los gatos son "especiales" pero en este caso, también me sirve para decir que los gatos no son los únicos :P. Y lo tengo de buena tinta :).
ResponderEliminarSandy, sin comentario :D.
Fer, usted siempre con sus cosas. Siempre en defensa del gremio, LOL. Lo que sí sé es que ambos entendemos de que va el juego, pero a veces, se nos hace imposible jugar con las reglas... es curioso que podemos aplicarles las reglas a algunos individuos, otros simplemente nos desarman, dejándonos indefensos... Y es tan tal, que somos capaces de movernos en ambos campos al mismo tiempo -en uno en total control, y en el otro totalmente controlados :P. Los abismos del "alma" son misteriosos, por no decir otra cosa.
San Escrin,
NO era mi intención causarte dolor... LOL. Una pregunta, ¿acaso importa a que generación se pertenezca? Todas las generaciones en su momento tienen la habilidad de comportarse así, y a la misma vez de no hacerlo, todo tiene que ver con quien sea el destinatario -creo....
Noooo... si existe comparación con los animales ni de cerca con los gatitos, prefiero y creo que soy un mono.
ResponderEliminarSabias que cuando pequenio a mi Jr. le llamaba Coquito? Más razones para seguirte leyendo
@tonnet
Ahí diste en el clavo Sonia.
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