Estuve en a penas dos eventos de la Feria del libro de Santo Domingo: el primero, Gabriel hablaba de su próximo libro, y el otro Carlos Alvarado, escritor costarricense, leía pasajes de su obra, y conversaba sobre ésta, y nos contaba de sus primeros años como escritor. Sentí vergüenza ajena, y mucha pena por mí, cuando los presentes empezaron disertar de la sala en el momento justo en que empezó la actividad literaria. Mientras el Reggaeton nos reventaba los oídos -aun a los que estábamos fuera del recinto- el pabellón estuvo repleto. Éste es un tema que yo no sé cómo reconciliar; o sea, se supone que la Feria es una forma de fomentar la cultura, y el amor por los libros, pero yo no vi mucho de ello -si había ambiente de feria, pero no de libros. Haber visto estos jóvenes darle la espalda a una actividad litera es el pan nuestro de cada día en las sociedades modernas. El haber ido a la Feria, fue una oportunidad más para constatar su apatía hacia los libros.Ojalá que otros eventos hayan tenido una audiencia más receptiva, y mis observaciones no hayan sido el barómetro de la apreciación de la gente, sino una experiencia al margen, un ejemplo más de mi rebeldía sin causa.
Imagen vía, Newspagedesigner
Lamentablemente es asi.
ResponderEliminarFijate estuve hace poco en la feria, y fui a comprar un libro en especifico, pero vi tantas cosas que al final termine con dos fundas. Amo la lectura, pero me partia el alma y los oidos tambien, cuando un ´reguero´ de ´carajitos´ entraban a un stand buscando mata tiempo!!!
Y eh pa´onde que vamo?!
Saludos HAL.
pb
No te imaginas tú la depresión que a mí me ha causado ese mismo asunto... la gente abandonando la sala en tropel cuando decimos "vamos a tener un conversatorio..." y el irrespeto a los expositores. Pero bueno, hay que seguir insistiendo.
ResponderEliminarUna vez fui a una feria del libro allá -- por asignación escolar en ese entonces -- y era un desparpajo parecido a lo que describes, aunque, doy las gracias al espacio sideral: el reggaetón no existía todavía. Eso no es feria del libro. Debe hacerse de la feria una verdadera feria del libro, aunque vayan dos o tres gatos nada más. Mejor calidad que cantidad.
ResponderEliminarHola Sonia.
ResponderEliminar¿Qué tal te encuentras en estos momentos?
Con respecto a la Feria del Libro versión RD. Tal vez si se le diera a la feria el enfoque comercial que necesita, ya que al fin y al cabo es un lugar para vender y comprar libros, no proveer ni respirar ni celebrar la cultura, tal vez la gente como que se ubicaría más y decidiera si ir o no ir a buscar ese libro que no ha podido comprar por varias razones: a)por no disponer de tiempo, b)por el precio regular, que usualmente es caro y así aprovechar los dichosos precios de feria, c)otras más que no recuerdo.
Tenemos la costumbre, vamos la cultura, de que la feria es una feria de la cultura dominicana, cuando al fin y al cabo es solo un punto de compra y venta para que los libreros puedan acentuar, incentivar, y agilizar las ventas para lo que queda del año. Por eso ves a la gente despistada entre decidir si ir a la charla del costarricense (escritor que tal vez habrán leído unos pocos, muy pocos, tal vez aquellos aficionados al internet), o irse al pabellón del humor dominicano con balbuena en frente. Venga que para el dominicano de a pié la solución se cae de la mata.
Lo ideal sería que separaran lo que en Madrid, las actividades culturales al rededor del tema de la lectura para tal vez añadirles los elementos de la escritura, la apreciación, etc. para un día o dos; y dejaran las casetas, las ventas para los otros días, incluyendo alguna que otra actividad edificante para la misma. Fin de las itálicas.
Pero es mi idea solamente, igual sale más provechoso que las ferias sigan como están. Algún fin han de tener. ¿Qué tal los pabellones de la primera dama, si este año hubo uno? ¿De la policía nacional, del metro, obras públicas, y demás oficinas del estado?
Un saludo cordial.
el carácter de feria de mata la importancia literaria que debe de tener. parece mas una feria del gobierno o de los medios que del libro
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