Me puse a reflexionar sobre los tantos cambios que le he hecho a mi apartamento en los últimos años. He votado muebles, regalado otros, comprado algunos y cambiado otros de lugar. Aunque no lo había racionalizado, hoy sé que esos cambios fueron el reflejo externo de un proceso que empezó por dentro. Quería encaminar mi vida por senderos distintos, más equilibrados, más serenos, y más simples.
A finales de agosto, hice el último cambio en el apartamento: me deshice del piano que tanto quería, pero que ya no tocaba. Lo vendí para transformar el espacio que éste ocupaba en un pequeño santuario donde escribir, y para usar el dinero para abrir una cuenta de ahorro con propósito de tomar un año libre del trabajo y dedicarme a otros proyectos.
A través de este proceso de simplificación interno y externo me he deshecho de mucho bagaje físico y emocional. He dejado de hacer todas aquellas actividades que eran más decorativas que esenciales. Hoy tengo más espacio en casa, y una vida más tranquila. Aunque parezca un proceso simple, no lo fue, todo esto vino a ser tras una dolorosa separación que me dejo hecha polvo. Logré sobreponerme gracias a mi naturaleza batalladora, innumerables sesiones de terapias y el apoyo de amigos entrañables y de familiares.
Esta tarde pensaba yo sobre todo aquel proceso, y se me ocurrió que el apartamento y yo sufrimos transformaciones paralelas. Mientras pensaba en ello, una imagen se me clavó en el pensamiento. Visualicé la vida como una especie de caja. Una en la que debe caber todo lo que somos y queremos ser, y todos aquellos que son importantes para nosotros.
Pensé entonces que la caja debe estar en orden. Todo debe tener su lugar y su función para que la experiencia sea más plena y la carga más liviana. Todo debe ir acomodado en su debido y merecido lugar, especialmente las personas que amamos. Ellas necesitan su espacio para que sepan que son importantes para nosotros y que las valoramos. Es terrible relegarlas al tope de la caja, casi a punto de caerse de ésta por falta de espacio.
Es importante simplificar la caja para no ir cargando con lo que ya ha dejado de contribuir, de una manera u otra, al todo que es nuestra vida. No vale la pena distraernos con cosas que cuyo único propósito es hacernos la carga más pesada, e impedirnos vivir plenamente. Por el contrario, enfoquémonos en lo esencial, y en las personas que verdaderamente valen la pena porque son el motor de nuestra existencia.
Una reflexión muy sensata... Déjame un espacio en tu cajita.
ResponderEliminarGracias Víctor... Ya hace tiempo que tienes tu rinconcito en la cajita :); lol.Gracias por sacar tiempo de tu tan ocupado horario para leer mis ocurrecias :).
ResponderEliminarConozco este proceso..., esa necesidad de poner orden en el exterior más cercano y poco a poco se va reflejando en nuestro interior, nada fácil...pero muy valioso. Felicidades!.
ResponderEliminarhttp://zenhabits.net/light-life/
ResponderEliminar:)
Audrey, Así es. creo que todos en algún momento de nuestra vida pasamos por este proceso... Gracias por leer :)
ResponderEliminarAnónimo, ¡qué lectura tan interesante! Mil gracias :). Me encantó :). Es interesante cómo los seres humanos en lugares distintos, circunstancias distintas llegamos a la misma conclusión :).
Hola Sonia.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu post, me acorde del articulo en ZenHabits, y quise compartirlo contigo! Me alegra te haya gustado tambien. Me imagino que es la unica conclusion a la cual finalmente llegamos para aligerar la carga en nuestras vidas, disfrutar mas del camino!
:)
Buen dia!
Hola,
ResponderEliminarMe encantó la relación que hiciste entre nuestros cambios y los del departamento. Creo que es esencial que nuestro entorno camine junto con nosotros, de otra manera podemos sentirnos siempre rechazados aun y en nuestro espacio.
Llegue a tu blog por una tarea que tengo sobre la decisión de mandar a los ancianitos a un asilo o no. Lei tu artículo de hace un par de años, y enseguida leí este último.
Perdón, estoy hablando mucho para ser un post. Te felicito por tus entradas, y me alegra ver como todos somos iguales a final de cuentas.
Saludos desde México
que tengas un buen día.
Solo para saludarte por tu reflexivo post. Me estoy preguntando si aún hay espacio en la cajita en mención.
ResponderEliminarSonia...I totally relate to your post. I'm in the same mindset of simplifying my life from within my apartment as well. As long as I have my books, my TV, my coffee machine and my comfy sofa..I'm good.
ResponderEliminarTake care lady.
Anónimo recurrente, gracias. Lo disfruté mucho.
ResponderEliminarAnónimo de México, me alegra que te hayan servido de algo mis entras... Esa entrada sobre los abuelitos la llevo muy cerca del corazón... Me preocupa mucho mi abuela :(.
Vuelve cuando quieras :).
Milton, lo bueno de llevar la cajita en orden, es que constantemente nos estamos deshaciendo de cosas que no usamos y no nos sirven, lo que nos permite siempre tener espacio, Milton :)
Anónimo anglopalante,
I think that a necessary process that we all go through.. when we realize that we don't knee so much to live a happy productive life :).
Thanks to all for reading,
Sonia