Pensé en la sorpresa que le daría, ajena a que la sorprendida sería yo. Era tarde. Había sido una noche de juerga con amigos por varios lugares de Manhattan. Al final de la noche se me ocurrió lo maravilloso que sería pasar a verlo. Su casa me quedaba mucho más cerca que la mía.
Lo llamé y no contestó el teléfono. No pensé mucho de ello, me dije que era tarde y que probablemente dormía. Habíamos hablado hacía unas horas, y él estaba en casa, y me había dicho que no saldría. Salí del bar donde estaba. Cogí el tren hacia su casa. No sé que problema había que hizo su última parada antes de que yo llegara a mi destino. Salí de la estación. Subí a un taxi. Volví a llamarlo pero no contestó. Tenía el sueño pesado, ha de estar rendido, pensé. Yo tenía llave de la casa, pero se me habían quedado en casa.
Al llegar, toqué la puerta y nadie abrió. Un instante más tarde salió un hombre que llevaba un cigarrillo en la mano. Aproveché la oportunidad y entré. Tomé el ascensor hasta el sexto piso.Toqué el timbre, sin sospechar lo que estaba a punto de descubrir. Abrió la puerta y vi la cara de un fantasma. Estaba cubierta completamente de ceniza.
¿Qué te pasa porque no contestaste el celular ni abriste la puerta si estabas despierto? Pensé que estabas profundamente dormido. "No estoy solo" -lo escuché decir. Hice un gran esfuerzo por mantener la compostura. Un frío inmenso me crispó los huesos de pie a cabeza. Se abrió la puerta del baño y vi aparecer a una mujer que nada tenía que ver conmigo. La reconocí de inmediato, era una amiga suya de toda la vida. Me saludó y le contesté cortésmente. Hacía un gran esfuerzo por aparentar que no pasaba nada. Nuestra relación había terminado hacía tiempo, y era de mutuo acuerdo vernos cuando alguno de los dos lo deseaba, porque ambos seguíamos solteros. Nada más.Esa noche descubrí que la situación era más compleja de lo que yo había creído. Descubrí tantas cosas sobre mí, y sobre esa relación que había devenido en clandestina.
Me pidió que esperara un momento que la acompañaría a tomar un taxi. Era tarde. Le aseguré que no había ningún problema. Cerro la puerta y salieron. Las piernas se me balanceaban por su cuenta, me arrimé al borde de la cama, y me dejé caer. Saqué el teléfono de la cartera, y pedí un taxi. Le pedí que me esperara a dos cuadras. No quería que me viera salir, no quería hablar de lo ocurrido. Salí por la puerta de atrás y me fui a casa. Cuando volvió encontró la puerta abierta. Me llamó y le dije que no quería hablar pero que todo estaba bien.
El camino a casa fue más largo y lento que de costumbre. Ya en casa, metí la llave en la cerradura, la giré y abrí la puerta. A unos pocos pasos tiré la cartera, solté los zapatos aún de pie, sin dejar de caminar, me metí en la cama con ropa y maquillaje, hundí la cara en la almohada, y lloré hasta que el sueño me venció.
Esto ocurrió hace mucho tiempo ya, pero hoy sentí la necesidad de contarlo por primera vez.
No hay una tristeza más profunda y más explotable literariamente que la de los desamores. Gracias por compartirlo. Significa que ya estás fortalecida lo suficiente como para que todos lo sintamos junto contigo. Mi cariño de siempre y no te ofrezco mi corazón porque el se quedó hace un año en sonialand, acompañándote.
ResponderEliminarEs bueno que lo hayas contado y que no guardes rencor en tu corazon, se que es un golpe bn duro pero lo bueno es que ya lo aceptaste y que estas dispuesta a superarlo; muchas veces solemos a pensar que los demas son como nosotros.
ResponderEliminarEsta historia ilustra maravillosamente lo que es la dualidad del ser humano. Por un lado podemos razonar que no tenemos derecho a hacer reclamos de ningún tipo, y a pesar de eso no podemos evitar sentir un gran malestar al descubrir una realidad distinta de la que nos habíamos imaginado...
ResponderEliminar¿Tendrá esto relación con la frase que dicen por ahí: no es lo mismo llamar el diablo que ver ...... llegar?
De todas maneras el mundo de las emociones y los sentimientos es muy rico e impredecible. No sabemos hasta el momento que lo experimentamos qué es lo que nos va a doler y qué es lo que nos hará sufrir.
De una cosa sí estoy seguro. La vida está llena de estas cosas. Experiencias como estas marcan nuestra existencia para bien o para mal. Estar lo suficientemente abiertos para ellas es lo que nos permite descubrirnos a nosotros mismos, nuestras debilidades y nuestras fortalezas, lo que nos hace reír y también llorar....
Siempre sentí temor de tener una relación de ese tipo, quizas por el miedo de sentir esos sentimientos que intuyo te embriagaron esa noche. Sin embargo, hace un tiempo lo viví. Tenia un compañero de clases en la universidad, y ambos habiamos terminado con nuestras respectivas parejas, nos gustabamos y comenzamos a salir, sabiendo los dos, que no existia ningun compromiso, mas que el mutuo deseo de estar juntos sin complicaciones. Pasado un tiempo, un buen dia sin querer, lo escuche conversando con una amigo en comun, sobre una persona que habia conocido, con la que salió ese pasado fin de semana. No puedo explicar lo que senti, es contradictorio, sabia que no existia ningun compromiso, y q ambos estabamos claros en eso, pero me encele, y creo que a partir de ahi cortamos esa "relacion" antes de que se siguieran involucrando sentimientos, y alguno de los dos saliera herido.
ResponderEliminarYo creo que el ser humano tiene ese sentimiento de posesion muy arraigado. En mi caso soy algo posesiva, y me guta saber en que pie estoy parada. A partir de ahi he entendido que esa dosis de modernidad esta fuera de mi alcance :) suelo mezclar sentimientos, y querer tener ciertos derechos que en relaciones como esa son dificiles de poseer.
PD. Sorry por los acentos, estoy en el break room de la compania en la que trabajo, escribiendo desde mi celular :)
Un abrazo, Sonia!
Realmente yo se como se siente una, aunque fuera una relacion que casi no lo era, encontrarte con una situacion asi es frustrante
ResponderEliminary te sientes la idiota mas idiota del universo.
Menos mal que ya pudiste escribir sobre ello, eso significa que lo superaste.
Besos Sonia-
PD: Volvi a postear.
Alexéi & Indio, creo que todos en algún momento hemos pasado por ese período de "transición" al terminar una relación especial, que aunque ya no le quede vida por el amor ha terminado, se nos hace difícil desprendernos del todo de ella.
ResponderEliminarGigi, entiendo lo que dices. Puede ser complicado, pero en mí caso era la persona que había sido mi pareja por años, creo que por eso me sentí herida en el momento en que ocurrió eso,o tal vez, fue por puro orgullo. No me queda clara la cuestión. Estoy segura que no fue porque lo amara.
Fer, lo interesante fer es que no tenia la menor intención de reclamar nada, y de hecho, no lo hice. Era más complicado. Creo que me sentí reemplazada y eso me dolió. Lo que no tenía ninguna lógica porque en realidad ambos sabíamos muy bien que ya no teníamos compromiso, y mucho menos una relación. Pero como dices, somos seres duales y a veces podemos albergar dos emociones distintas hacia una misma situación o persona.
Nati, que bueno que volviste. Espero que nos cuente que has hecho todo este tiempo que estuviste ausente. Un fuerte abrazo amiga perdida, pero que ya está de vuelta :).
Saludos amigos!
Sonia en situaciones como la tuya, en la cual hay una separación, pero queda la amistad y la oportunidad de "encontrarse"sin ningún compromiso; es muy dificil que el hombre no tenga otra mujer para descargarse sexualmente.
ResponderEliminarEl hombre despúes que tiene mujer, va buscar la manera de satisfacer su deseo sexual. Esto es muy fuerte en el hombre. Yo supongo que esa no seria la única mujer.
Me gustó la forma en que narraste la historia. Siento mucho que vivieras esa mala experiencia, pero la vida a veces nos da sorpresas.
Gracias por compartir esta desgraciada vivencia.
Majarete, me alegra que te haya gustado mi narración :).La vida está hecha de cosas como esas :). Lo importante es afrontarlo, aprender de ellas y seguir adelante :).
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