El fin de semana pasado Obama asesinó a 33 personas en Yemen. La versión oficial es que eran integrantes de Al Qaeda, pero, ¿es cierto? ¡Quién sabe!
La prensa toma como cierta la afirmación del gobierno, y simplemente la repite, sin cuestionar, o, por lo menos, sugerir que tal vez, todos, o algunos de ellos, eran civiles inocentes.
Los más cínicos van más allá de repetir: defienden y justifican la versión oficial. CNN ha declarado que los Estados Unidos no asesina a personas inocentes. Lo que es una vil mentira.
Miles de personas inocentes han sido asesinadas por el progama de aviones no tripulados de Obama, entre ellos un alto número de niños, e inclusive un adolescente estadounidense.
La prensa toma como cierta la afirmación del gobierno, y simplemente la repite, sin cuestionar, o, por lo menos, sugerir que tal vez, todos, o algunos de ellos, eran civiles inocentes.
Los más cínicos van más allá de repetir: defienden y justifican la versión oficial. CNN ha declarado que los Estados Unidos no asesina a personas inocentes. Lo que es una vil mentira.
Miles de personas inocentes han sido asesinadas por el progama de aviones no tripulados de Obama, entre ellos un alto número de niños, e inclusive un adolescente estadounidense.
Los medios de prensa convencionales se hace de la vista gorda ante la posiblidad de errores en los asesinados por aviones no tripulados. Además, hacen todo lo posible por deshumanizar a las víctimas al adoptar la narrativa oficial.
¿Se han fijado en los titulares cada vez que hay un ataque en Yemen, Pakistán o Samalia? Es unánime: todos los muertos son militantes de Al Qaeda. Jamás se habla de víctimas, o simplemente de seres humanos. ¡No! Son autómaticamente terroristas.
La prensa al hacerse eco del discurso oficial contribuye a la normalización de los asesinatos extrajudiciales. Pues, su narrativa oscurece el veradero impacto de los ataques en los países afectados.
La deshumanización de las víctimas fomenta la peligrosa creencia de que si los muertos son militantes terroristas, la campaña de terror de Obama está justificada, y si hay daño colateral, ése es el precio que hay que pagar por la seguridad.
¿Se han fijado en los titulares cada vez que hay un ataque en Yemen, Pakistán o Samalia? Es unánime: todos los muertos son militantes de Al Qaeda. Jamás se habla de víctimas, o simplemente de seres humanos. ¡No! Son autómaticamente terroristas.
La prensa al hacerse eco del discurso oficial contribuye a la normalización de los asesinatos extrajudiciales. Pues, su narrativa oscurece el veradero impacto de los ataques en los países afectados.
La deshumanización de las víctimas fomenta la peligrosa creencia de que si los muertos son militantes terroristas, la campaña de terror de Obama está justificada, y si hay daño colateral, ése es el precio que hay que pagar por la seguridad.
En el siglo pasado, los asesinatos de la C.I.A. eran operaciones secretas, que se descrubrían años más tarde. Hoy se llevan a cabo abiertamente ante la mira inmune de la prensa convencional y de gran números de los ciudadanos. Esta complicidad es, sencillamente, escalofriante.
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