Vi tu mirada aquella mañana de pie tras el cristal
contemplabas un futuro de ausencia y silencio.
¡Cuánto dijiste sin emitir palabras!
Fui yo que no supe leer tu silencio;
Supongo, era tarde para entenderlo:
tus palabras se habían anclado en mí.
¿Cómo podía descifrar tu silencio entonces?
Si fue tu voz, antes que veneno, sustento del alma mía
tus palabras siempre conquistaban tu ausencia:
eran hiedra enredadas en mis oídos,
se balanceaban y acudían a mí, melancólicas;
¡Qué importaba tu ausencia y tu silencio!
A mí me quedaban tus palabras, y me bastaba.
Muy lindo Sonia...sencillo pero encierra una gran verdad!!! "Nunca dejemos que el silencio se interponga entre dos"
ResponderEliminarSaludos desde Perú.
Gracias Jeanne,
ResponderEliminarPensando mucho en Perú en estos días. Sé que quien querías fuera presidente ya no está... Me preocupa el destino del país. Entre Humala y Keiko yo preferiría a Humala. Aún recuerdo cataclismo Fujimori.... pero la memoria historica es algo que escasea en estos tiempos.
Suerte para tu país, y ojalá que quien sea que gane lo lleve por buen camino y lo haga pensando en los peruanos.
Abrazos,
sonia