Todos tenemos un tío, un primo, un hermano, un amigo que se vive quejando de su desesperada situación. Nosotros como buenos sobrinos, primos, amigos, hijos, le ofrecemos nuestros oídos incondicionalmente. Le ofrecemos palabras de consuelo, y la promesa de que todo buscará su curso, y las cosas se compondrán. ¡Bien! En algún momento de nuestras vidas todos hemos sido el emisor de ese mensaje; hemos creído ser la única persona que tiene problemas. Eso es normal hasta cierto punto. Lo que no es normal es pasarse la vida quejándose de la misma situación, y no hacer nada al respecto. O, lo que es peor, seguir haciendo exactamente lo mismo y esperar resultados distintos. Y, como si eso fuera poco, pretender que nosotros seamos receptores eternos, y sigamos aguantándonos la misma historia con puntos y señales inmutables. !No¡ ¡Qué va!
Si ya decidió desperdiciar su vida haciéndose la víctima, me parece bien, pero no se queje. ¡Aguantésela como mejor pueda! Si no puede afrontar la solución que le ofrecen los demás, simplemente no la pida. ¡Y san se acabó! No es justo chuparle la energía a los demás con el mismo disco rayado que usted no está dispuesto a cambiar.
Entrada relacionada: Vivo una vida miserable, pero no es mi culpa.
El Dalai Lama que ahora esta en Seattle aconseja que hay que tener compasion...compasion y mucha compasion con toda esa gente.
ResponderEliminarLo sé, pero imagínate esto: es viernes, estás molido, tienes mil preocupaciones, tus propios problemas, y te llaman para decirte lo mismo que te han dicho desde hace por lo menos diez años, ufffffff.
ResponderEliminarEste post fue un desahogo, sentí que me moría... y también, me chupó toda la energía que me quedaba... la dueña está diez años más vieja, y el problema sigue igual que el primer día :-(. Yo estoy harta.
así pasa Sonia,
ResponderEliminarde hecho hay gente que disfruta el dibujarse como mártir/sufrido ante los demás y hace de eso un deporte de alto rendimiento.
no dejes que te lleve entre las patas, trata de no implicarte si puedes, saluditos ^_^
Al igual que a ti, esa situación me tiene cansado, aunque últimamente lo que les digo es: ¿Hiciste lo que te recomendé?, si la respuesta es negativa pues les digo "entonces no vengas a quejarte" y no acepto una palabra más.
ResponderEliminarLIc. qué se puede hacer? Hay que dejarlos que se jodan.
ResponderEliminarJuan Nicolás Tineo
Sonia, a veces lo que ellos quieren es solo desahogarse con uno, no que uno les de las soluciones que ellos ya tienen en la cabeza.
ResponderEliminarLa palabra clave es... paciencia!.
lo malo es que te hacen un drama amargo, que casi siempre te sacan las lagrimas y es cuando te paras y dices, pero no le des mente hay personas con mas problemas y no se están muriendo.
ResponderEliminarBesitos para ti mi Atabex!
La tolerancia es la clave, todo tiene un fin, cada cabeza es un mundo y los que pueden ver más allá de la curva deben colocar las señales a aquellos que no visualizan los recovecos del camino para llegar a su destino, la vida es un viaje inexorable a la muerte, en ese tránsito tratemos de vivirla con calidad hasta el último aliento con la fortaleza interna espiritual y el ánimo físico dispuesto a solventar y superar cualquier precariedad.
ResponderEliminarYo no permito que los demás paguen por mi mal humor, del mismo modo que no termito que sus actitudes pesimistas me arropen.
ResponderEliminarCReo que independientemente de la relación que nos una a esas personas, lo recomendable es impedir el círculo vicioso. Si esa mala vibra y ese tedioso problema es el cuasante de que ahora hasta tú te sientas mal, entonces hay que poner carta sobre la mesa y los puntos sobre las "íes".
Paciencia + Paciencia, pero con carácter. Tampoco debemos permitir que abusen de nuestra estabilidad emocional.
Lamentablemente existen personas que se siente comodas siendo victimas todo el tiempo.
ResponderEliminarUno tiene que tener paciencia. Pero también poner un hasta aquí con ese tipo de personas. Tratando de ser lo más delicado posible, pero haciendoles ver que son ellos los ùnicos que tienen la responsabilidad y la posibilidad de darle un sentido distinto a sus vidas.
Un abrazo
Ciertamente Sonia. Justamente esta semana leía un blog y la persona decía que "ya estaba harta de lo mismo, que siempre le prometía y nunca cambiaba, etc". Pero es el mismo telele todo el tiempo.
ResponderEliminarEstá haciendo algo por mejorarlo o cambiarlo? No creo.
Es que simplemente hacen de eso un estilo de vida.
Victimas..Todos en al algun momento de nuestra existencia pasamos y pasaremos por esa etapa, pero lo interesante seria, que en ese momento pongamos en balanza, lo que tenemos, lo que hemos conseguido y lo que hemos perdido y buscar apoyo de amigos es lo ideal, el buscar apoyo en momentos de quejas y desespèracion es lo que realmente hacenlas personas inteligentes no dejarse llevar por la corriente como pescadito muerto, solo el pez vivo lucha en contra de la corriente.
ResponderEliminarAbrazos..
Hola Sonia,
ResponderEliminarEspero que estés respirando más calmadamente ahora. Es darle tiempo a que te vuelvan a llamar para más de lo mismo.
Me imagino como han de estar mis amigos cuando les llamo para contarles mis diatribas. Escribiendo un blog al respecto tal vez. Mas hoy estoy de coña.
Un saludo trasatlántico.
Los vampiros existen.
ResponderEliminarhola como estas Sonia
ResponderEliminarquisiera saber si pudieras poner un link de mi blog en el tuyo. por fi
Mi Nombre es Angel, Dominicano
mi blog es este http://ciudadtech.blogspot.com
Te entiendo totalmente
ResponderEliminarEl problema aqui es la valiosisima energia que te restan. Nunca llamo a nadie para quejarme (quizas solo lo hago en el blog, lol) de hecho soy la que siempre y siempre escucho. Y que conste solo escucho muy dificil que de un consejo.Pero carajo hay gente...
Si, creo que todos tenemos alguna persona con ese tipo de problemas. Y uno tiene que oir lo mismo, y al final ya se sabe la historia, pero como dice fernando, hay que tener compasion ...
ResponderEliminarY escucharlas. Aunque es cierto lo que tu le respondes, tambien uno tiene sus propios problemas.
Dos abrazos.