A pesar de que mi amiga se está muriendo, y tengo el corazón destrozado, decidí ir al concierto de Maná. Fui porque ya tenía boletos, y porque de no estar en esa cama, ella hubiera estado ahí conmigo. Así es que fui, y por unas horas me sentí bien, y muy agradecida con la vida por darme la oportunidad de hacer las cosas que me gustan. Esas pequeñas cosas que cuando las tenemos no las valoramos. Ese día disfruté de Maná como nunca, simplemente porque podía hacerlo... Hay otros que no pueden hacerlo porque hay razones de peso que se lo impiden: enfermedades, guerras, el dinero, que sé yo, tantos motivos.... ¡Cuántas cosas horribles estaban pasando en el mundo mientras yo estaba allí disfrutando de Maná! En algún lugar de Latinoamérica, en ese preciso momento, alguien era secuestrado o asesinado, en Irak alguien era despedazado, en Darfur alguien era picado vivo.. y en una calle del Village dos policías y un trabajador de una pizzería eran asesinados. Al otro día, escuché la noticia, me dije que triste, y volví a lo mío; me olvidé del incidente hasta que esta mañana de viernes, me enteré del apellido de uno de los auxiliares de policías muertos. Resultó ser el hermano de uno de mis estudiantes.
Vivimos en un mundo en el que la violencia es lo normal y la vida no vale nada. Ya se nos hace tan normal que un mal nacido entre a una pizzería y acribille a sangre fría a un pobre hombre que tiene que hacer magia para sobrevivir con la miseria que gana. Tampoco tiene nada de extraño que los sueños de llegar a ser fiscal de un jovencito de 19 años queden tronchados por las balas. Mucho menos raro es que un policía le dispare 50 balazos a un hombre negro que una buena noche salió a divertirse con sus amigos. Ni que un descorazonado ataque a dos ancianitas para robarle unos miserables dólares, y que unos días más tarde se interne en un centro psiquiátrico. ¿Qué demonios nos pasa?¿Hasta cuando continuaremos tolerando la violencia?¿Qué mundo es el que produce semejantes lacras sociales? Hemos perdido nuestras calles y con ellas nuestra libertad. Nos hemos acostumbrado a decir “que horror”, a voltear la cara y seguir andando. Y de repente un día, no nos enteramos de la noticia por la televisión ni por el periódico, sino por el toque de un policía a la puerta de nuestra casa, o tal vez la llamada de un secuestrador que le ha puesto precio a lo que no tiene; sólo entonces, la violencia ya no nos parece tan normal sino una gran catastrofe.
Lamentable el caso. Ahora mi hermanito quiere ser auxiliar de policia, imagínate.
ResponderEliminarLa violencia, en new york, últimamente como que se ha puesto de moda.
Te cuidas
Que pena por tu amiga, y que pena por todas las cosas que pasan, en esta ciudad en la que vivimos hay mucha violencia lamentablemente...
ResponderEliminarMe Alegro que hayas Disfrutado del concierto...Yo Tambien fui el miercoles 14 al Concierto de Mana con mis hermanas el cual disfrutamos mucho...Cuidate
Suceden muchas cosas en el mundo y si, la violencia está -como diría mi madre- a la orden del día, y de alguna manera tenemos que acostumbrarnos a vivir con ello -es una forma de evitar que todo eso nos afecte- y poniendo nuestro granito de arena no engendrando violencia
ResponderEliminarDe que forma se condena a la violencia si pasa de persona a persona cada segundo y bajo estados que uno critica qué se hace al respecto.
ResponderEliminarMe sonó bien disconcertante eso que mencionabas: mientras disfrutabas, alguien moría, era secuestrado, torturado... En la cabeza nuestra lo tenemos... y eso nos hace sentir culpables, todos los santos días. ¿Vale la pena vivir?
la sangre nos llegara al pecho, la injusticia impera en este mundo, ahora el miedo es gobernador de nuestros sentido, me da miedo hasta salir a la ciudad, montarme en un tren, mirar mal cuando manejo a algún policía, porque es difícil el mantenerse vivo en este lugar....
ResponderEliminarde seguro que el concierto de maná te ayudo mucho, porque conmigo si lo hizo!!!, ese concierto fue excelente (digo yo fui al de Miami)
La vida es así, me refiero a lo de tu amiga. Nosotros no sabemos porqué pasan las cosas, pero Dios sí lo sabe. Y siempre es para bien, aunque nosotros no lo entendamos, créeme.
ResponderEliminarSiempre debemos valorar lo que tenemos, por muy simple que sea. Porque hay gente que no lo tiene. Eso es lo que da valor a nuestra vida.
Dale ánimos a tu amiga. Que se sienta querida.
De la violencia ni hablo, me interesa más que apoyes a tu amiga enferma.
A veces, cuando uno comprueba que la vida humana vale tan poco y que cualquiera mata a cualquiera sin sentido, uno recuerda esa frase del Premio Nobel de Literatura, José Saramago, que dice "la existencia del hombre demuestra la inexistencia de Dios" y se la queda pensando.
ResponderEliminarMuy triste lo de tu amiga, hace unas semanas murio el hijo de una persona muy querida por mi, era un chico super joven con toda la vida por delante, alguien que nunca creerias que podria morir, pero bueno el cancer no distingue, y despues de par de años luchando nos abandono, esas cosas te hacen preguntar un monton de interrogantes a las cuales no le encuentras respuestas facilmente, pero asi es la vida lamentable y/o afortunadamente según sea el caso....
ResponderEliminarLamento lo de tu amiga. Se que ella no te perdonaria que no fueras al concierto , ella estoy seguro que quiere verte feliz. Hiciste bien en ir.
ResponderEliminarLa violencia nos esta arropando pero podemos alejarla de nuestras vidas, no nos permitamos vivir en miedo .
GRACIAS A TODOS POR SUS PALABRAS Y POR LEER LO QUE PASA POR ESTA CABECITA LOCA.
ResponderEliminarUN FUERTE ABRAZO,
SONIA
Cuanta razón tienes, nuestra conciencia está adormecida.. que triste.
ResponderEliminarBien que disfrutaras el concierto, que Dios cuide a tu amiga.
Un abrazo!
¿Y por qué no disfrutar? Si tú no tienes la culpa de lo que pasa. Disfrutar es afirmar la vida. Tener midedo es rendirse.
ResponderEliminarPero si que es feo ese lugar que vives, por lo que dices.