Cerrar o no cerrar el blog: esa es la pregunta

Los seres humanos somos laberintos insalvables. Sin embargo, la dimensión de la tarea no debe alejarnos de por lo menos intentar saber quiénes somos. En lo que a mí respecta, trato de conocerme mejor a través del diario vivir, mis reflexiones, y la escritura. La escritura ha sido, sin duda, la herramienta que más me ha ayudado a lidear con lo bueno y lo malo que me ha tocado vivir... Todo el que me conoce sabe que casi siempre llevo conmigo un librito de apuntes y un bolígrafo por que me la paso escribiendo; por esta razón, parecería paradójico que por mucho tiempo me haya resistido a la idea de escribir en un blog... Hoy mientras, leía un artículo sobre el por qué la escritora Lucía Etxebarría tuvo que cerrar su blog, recordé que en uno de mis cuadernitos había registrado mis temores a los peligros de la blogósfera. He aquí lo que en aquel entonces escribí:

"...mi gran amigo Alex que definitivamente es una de las personas que mejor me conoce, lleva tiempo motivándome a abrir un blog. La verdad es que aunque me encanta escribir, no me siento comoda poniendo mis escritos en la Red. Mis poemas, mis cuentos y pensamientos son míos. No me gusta compartirlos con nadie. Para mí, eso sería una violación a mi espacio privado. El ciberespacio es un mundo común a todos y por lo tanto no hay cabida para la privacidad. Esa es la verdadera razón por la que no he abierto un blog. Sin embargo, debo admitir que me atrae la idea, aunque me aterra la intromisión a mi espacio íntimo.... No sé lo pensaré......."

Así pensaba el 21 de febrero de 2006, y pocos días después, vencí mi miedo y me decidí a fundar mi planeta. Nunca pensé que encontraría tanta gente chévere que se interesara en lo que escribo. Además aunque aún escribo en un cuadernito, el blog me ha dado algo que éste nunca me dio: el diálogo. Ese es uno de los grandes aportes del blog. A través de mi blog, he hecho buenos amigos y he conocido gente de todas partes, desde la comodidad de mi casita. Por lo general, la experiencia ha sido grata aunque he tenido pequeños inconvenientes como con todo en la vida... Me di cuenta de que la blogósfera es como el mundo real. Es decir que en ambos existen los mismo personajes: los bonachones, los malévolos, los tolerantes, los neutrales, los apolíticos, los fanáticos, los religiosos, los ateos, los envidiosos, los intelectuales, lo ignorantes, los sofisticados, los vulgares, etc. En otras palabras hay de todos y para todos. Por lo tanto, siempre habrá quien me lea y quien me ignore, y a mí eso me parece perfectamente bien. El lector elige lo que quiere leer, ¿a caso no es lo que hacemos todos a la hora de elegir un libro o un periódico?¿Por qué ha de ser diferente con un blog? Por lo tanto no me prostituyo, y escribo sobre lo que quiero sin la presión de suplir la necesidad de nadie que no sea yo misma. Si la pregunta era cerrar o no cerrar el blog, la respuesta es un rotundo NO.

cuadro: Reflexion por Cornu Pierre (1895-1996)