Vivir es un arte que se aprende con los años, o no se aprende. Esto es más complicado de lo que podría parecer. La vida es siempre ahora, no ayer, ni mañana.
Es inútil aplicarle reglas ni soluciones genéricas. No la podemos reorganizar como quisiéramos que fuera. Sólo los charlatanes que hacen fortuna con sus libros y charlas de autoayuda, y los ilusos que caen en sus redes creen lo contrario.
La vida es este momento. Ponderar cómo actuaríamos, si la situación fuera otra, es siempre un ejercicio fútil.
Se requiere fortaleza, valentía, autoconocimiento y sentido de orientación vital para afrontar los retos que se nos presentan.Nos toca perder, tomar decisiones difíciles, y aceptar, o rechazar las opciones que se bifurcan ante nosotros.
Decidir qué camino seguir es un ejercicio que se perpetúa en el presente. La elección puede resultar acertada o equivocada, pero hay que tomarse el riesgo de vivir, decididamente, desde nuestro presente, sea éste el que sea.
Es inútil aplicarle reglas ni soluciones genéricas. No la podemos reorganizar como quisiéramos que fuera. Sólo los charlatanes que hacen fortuna con sus libros y charlas de autoayuda, y los ilusos que caen en sus redes creen lo contrario.
La vida es este momento. Ponderar cómo actuaríamos, si la situación fuera otra, es siempre un ejercicio fútil.
Se requiere fortaleza, valentía, autoconocimiento y sentido de orientación vital para afrontar los retos que se nos presentan.Nos toca perder, tomar decisiones difíciles, y aceptar, o rechazar las opciones que se bifurcan ante nosotros.
Decidir qué camino seguir es un ejercicio que se perpetúa en el presente. La elección puede resultar acertada o equivocada, pero hay que tomarse el riesgo de vivir, decididamente, desde nuestro presente, sea éste el que sea.
Es curioso que hayas arremetido contra los manuales de autoayuda y termines con uno de los consejos más comunes en ellos, el vivir el presente. Esto me lleva a pensar que dichos libros no es que digan cosas en general falsas. No. Suelen ser oportunas y correctas. El problema es la vulgarización del mensaje, la simplifiación del mismo. No es lo mismo leer a Paulo Coelho que a Krishnamurti. El primero habla para los mass media y el segundo al nivel de inteligencia profundo que tienen los seres humanos. Son procesos de expresión y recepción distintos. No me imagino a lun lector del pensador indio leyendo a Paulo Coelho. Es como un lector avezado y especialista en buena literatura leyendo el último libro pergeñado por la folklórica de turno y escrito por sus negros. No, no creo que sea posible. Los libros de autoayuda son recetas y en el arte de vivir no hay recetas. Estas nos son inservibles, creo yo. Solo sirven para engrosar las cuentas de los gurús y autores de estos manuales de recetas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo Joselu, que debí decir algo como que uno tiene que aceptar la realidad; ese era el sentido que quería darle, todo esto vino a ser debido a una conversación con un amigo, quien hablaba de que si las cosas no fueran como son, pero las cosas son y hay que afrontarla, no podemos esperar a que el futuro diga, creo que a veces nos toca actuar, elegir, decidir, pero el imaginar escenarios que no son, es simple cobardía.
ResponderEliminarNo creo en la autoayuda, y lamento mucho hacer fallado en comunicar lo que quería efectivamente. Para mí esos tipos que se dedican a escribir y dar charla resolviendo problemas ajenos son traficantes de las ilusiones de la gente. Me caen de la patada.
saludos y espero que estés disfrutando el verano :)
Ahora que ando revisando blogs sin leer me meto en esta conversación contigo y José Luis, porque creo que una vez quise decir algo parecido: El estoicismo no es lo que parece.
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