El privilegio masculino es muy parecido al concepto de white privilege. ¿A qué me refiero cuando hablo de privilegio masculino? Me refiero a esas cosas que los hombres pueden hacer simplemente por ser hombres, y sin que nadie se las atribuya a todo el género masculino como ocurre con las mujeres.
Las mujeres lidiamos con las consecuencias del privilegio masculino todos los días, ya sea en la vida matrimonial, en la fuerza laboral, con las decisiones que tomamos de cómo vivir nuestras vidas, al enfrentarnos al acoso sexual, al ser responsabilizadas por las violaciones sexuales, y un largo etcétera. Es cierto que hay hombres que son acosados, y hasta violados pero ésos son casos aislados y no resultado de un problema sistémico.
En lo cotidiano, un hombre que vaya haciendo estupideces en las carreteras nunca escuchará un: "mujer habías de ser." No. Es simplemente un caso aislado, por el contrario, si es una mujer deja de serlo. Del mismo modo, si un hombre tiene muchas parejas sexuales, nadie le toma eso en cuenta, por el contrario, se le celebra su vida sexual. Si es una mujer se la crucifica y se le cuelga la etiqueta de puta. Baste para probar lo que acabo de decir el hecho de que ni siquiera existe una palabra denigrante para describir esta conducta sexual en el hombre.
En lo laboral, por lo general, los hombres tienen más acceso a las posiciones de poder, aun cuando en la compañía haya mujeres igualmente capaces. Si las cualificaciones son similares, la balanza se inclina por el sexo masculino. Esto también suele ocurrir en lo salarial. Está comprobado que a las mujeres les pagan menos por hacer el mismo trabajo que hacen los hombres.
En lo personal, si una mujer decide no casarse ni tener hijos, esto es considerado una afrenta. La soltería en el hombre no es mal vista, y mucho menos es base para disminuir o cuestionar su masculinidad. Una mujer sin hijos o soltera, se ve como menos mujer. Si la mujer se casa y tienen hijos, y si fuera necesario que uno de los dos sacrifique la carrera, el hombre espera que sea la mujer la que lo haga.
Lo peor de todo esto es que los hombres como portadores de dicho privilegio, no siempre pueden verlo. Peor aún es que muchos piensan que el feminismo ha resuelto la desigualdad entre géneros. Es innegable que hemos avanzado en la lucha por la igual, sin embargo, los avances, a veces, son puramente ornamentales y el núcleo del privilegio sigue intacto.