Salí a la puerta, y las gotas de lluvia se precipitaron sobre mi piel. Apresuré el paso, y percibí una especie de calambre, que parecía originarse en el cordón de los tenis. Eché una mirada de reojo, no vi nada, y seguí caminado. Me detuve de nuevo. Vi el cordón del zapato derecho que se ensanchaba, como tirado por un hilo a control remoto.
¿Qué movimiento pudo haber hecho mi pie para que el cordón se desintegrara? No podría adivinarlo. Al llegar al carro me saqué el zapato, y comprobé lo que ya sabía: el cordón se había deshecho de forma muy extraña, hasta donde el zapato se lo había permitido.
Se me ocurrió de súbito que la vida es una enorme manta hilvanada por episodios extraños. En ocasiones, damos un paso ordinario, y nos dirigimos por caminos conocidísimos, pero ese día nada resulta de la manera que lo esperábamos. Ese paso puede desencadenar una vorágine insospechada. Y así, sin saber muy bien cómo ni por qué, un universo, más o menos, ordenado se convierte en un caos.
Qué enigmático relato. Se me ocurre que ese hilo es peligroso. Si alguien lo hala te puedes deshilachar.
ResponderEliminarLOL, Por suerte no estoy hecha de hilos sino también me hubiera ido. En serio ahora, fue algo muy extraño. Me pasó hoy. LOL. Tanto que me gustaban los cordones azules, LOL
ResponderEliminarAuch... la vida a veces se te deshace también... y depende de uno mismo volver a tejerla, sospiro
ResponderEliminarHabrá que buscar algunos cordones parecidos =D
Wow... Buena metáfora.
ResponderEliminarEso mismo me está pasando a mí ahora... Mi pequeño universo está en un buen caos, y todo empezó con pequeñas cosas.
Me encanto el relato. Ese misterio hecho pregunta.
ResponderEliminarCreo que es poco el control que tenemos sobre la vida que nos rodea, limitada a nuestras acciones que me parece es la única potestad que tenemos.
Por ejemplo, ayer luego de un tremendo aguacero caminaba y decidí cruzar a una calzada distinta a la que en principio pense cruzar. Zas! Me resbale y caí. Me hubiese caído si me hubiese decidido por la otra calzada? No lo sé ni lo sabré. Decidí y la vida (carga de consecuencias y casualidades-causalidades) me dio un resultado.
Decidir y vivir. Vivir y decidir.
:)
Interesante relato, sugun iva leyendo pense que tenias algun insepto en el zapato y por eso los movimientos del cordon..
ResponderEliminarme enecanto.. te invito a que te des una vuelta por mi blog.
Sandy, claro que sí, pero como cuesta desenvolver todo el enrollo :P. Los tenis trajeron otro juego de cordones, pero no eran azules, sino negro. Suelo ser una niña tonta en muchas cosas, LOL.
ResponderEliminarArgénida, ¿Cómo saberlo? Cada paso que damos, a pesar de su futilidad a veces, sólo nos puede conducir a una de tantas posibilidades. Así es la vida, pero hay que arriesgarse, de lo contrario el tiempo te pasa por encima, y se fue te fue la vida en decidir que paso dar... es mejor caerse que quedarse inerte.
Dum, gracias. Espero que tu universo vuelva a su antiguo orden, tal vez, a uno mejor. Todo principio surge del caos. Así es que no te preocupes, a veces, esos caos, son la sacudida que necesitamos para empezar de nuevo.
Volcano, si hubiera tenido un insecto en el zapato, de seguro, se entera toda la ciudad, LOL, por los gritos que hubiera echado, LOL.
Abrazos y gracias por leer mis ocurrencias.