He oído que dicen por ahí que cuando no hay nada que decir es mejor guardar silencio. Tambien he tenido la suerte de escuchar que si todo está dicho no hay porqué hablar. O sea se recomienda silencio. En otras ocasiones dicen que "el silencio es más elocuente que las palabras". Por lo tanto mantener el silencio es lo más apropiado en esos casos. Obviamente, todo parece depender del contexto. Creo que este y no otra cosa nos dirá cómo debemos interpretar cada uno de esos silencios a los que te refieres en el post siempre y cuando estemos dispuestos a aceptar las verdades que parecen enmascarar...
Adoro el silencio. Y si creo que los silencios pueden ser comparidos y entendidos. Cuando estaba en High School, mis mejores amigas y yo pasabamos mucho tiempo conversando con el director. El nos enseñó un ejercicio en el cual cada uno escribía un verso de un poema de lo que sea y doblabamos la hoja para que la próxima persona no supiese lo que la otra escribió. A la hora de leerlo, parecía un poema totalmente coherente, con el mismo tema y aparentemente el mismo autor. Creo que ese silencio que compartíamos mientras escribíamos nos estaba diciendo cosas que no podíamos percibir hasta la hora de leerlo.
He oído que dicen por ahí que cuando no hay nada que decir es mejor guardar silencio.
ResponderEliminarTambien he tenido la suerte de escuchar que si todo está dicho no hay porqué hablar. O sea se recomienda silencio.
En otras ocasiones dicen que "el silencio es más elocuente que las palabras". Por lo tanto mantener el silencio es lo más apropiado en esos casos.
Obviamente, todo parece depender del contexto.
Creo que este y no otra cosa nos dirá cómo debemos interpretar cada uno de esos silencios a los que te refieres en el post siempre y cuando estemos dispuestos a aceptar las verdades que parecen enmascarar...
Silence speaks louder than words!
ResponderEliminarAdoro el silencio. Y si creo que los silencios pueden ser comparidos y entendidos. Cuando estaba en High School, mis mejores amigas y yo pasabamos mucho tiempo conversando con el director. El nos enseñó un ejercicio en el cual cada uno escribía un verso de un poema de lo que sea y doblabamos la hoja para que la próxima persona no supiese lo que la otra escribió. A la hora de leerlo, parecía un poema totalmente coherente, con el mismo tema y aparentemente el mismo autor. Creo que ese silencio que compartíamos mientras escribíamos nos estaba diciendo cosas que no podíamos percibir hasta la hora de leerlo.
ResponderEliminarSaludos.