Me fascina la mañana. Es la mejor parte del día: la creatividad destila al despertar de un profundo sueño. Se pueden hacer grandes cosas en esas primeras horas del día.
En las mañanas estoy en mi elemento, me siento en sintonía conmigo misma, y con un incomprensible orden superior. Me libero de las cadenas que me arrastran, y me roban de la eternidad que debería ser cada instante.
Y, sin embargo, no recuerdo cuando fue la última vez que disfruté del amanecer. La aurora se oculta detrás de la rutina. Al abrir los ojos encuentro los afanes de ayer invadiéndome ya el día. El reloj me recuerda que es tarde, que hace horas me esperan. Y así, voy muriendo un poco cada día.
Y, sin embargo, no recuerdo cuando fue la última vez que disfruté del amanecer. La aurora se oculta detrás de la rutina. Al abrir los ojos encuentro los afanes de ayer invadiéndome ya el día. El reloj me recuerda que es tarde, que hace horas me esperan. Y así, voy muriendo un poco cada día.
Hoy igual que ayer salí de casa, y volví a ésta, en la oscuridad. He hecho todo lo que tenía que hacer, pero nada de aquello que hago simplemente por placer. He ido por el día como un eficiente robot, ¿hasta cuándo podré continuar con esta locura? No lo sé.
Cuadro: Bringer of The Dawn, vía New Dawn Collection
Es pregunta final, es una "interesante y jodida pregunta"
ResponderEliminarUn abrazo Sonia
Sonia...I want to have sex with you.
ResponderEliminarains... es dificil detenerse en estos tiempos a disfrutar de las cosas =(
ResponderEliminarHola Gary, Sandy & Jorge Carlos, gracias por leer.
ResponderEliminarUn cordial saludo
robotizados vivimos...buscar un respiro es necesario.
ResponderEliminarAsí es amiga, es muy muy necesario :).
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