De la incomprensión de un ser querido que está deprimido

Ayer recibí una llamada de un amigo que me obliga a publicar esta entrada. Mi amigo es un hombre felizmente casado con una gran mujer, y tiene un hijo precioso.

Llamaré a mi amgio John porque quiero proteger su identidad, pero no puedo dejar de escribir lo que voy decir, porque sé que al otro lado del monitor en algún lugar del planeta hay otros John igualmente desesperados.

John está pasando un momento muy difícil porque su esposa ha siso diagnosticada con una severa depresión. John adora a su esposa pero no entiende nada de la condición que ella padece, y muchas veces, en vez de apoyarla, termina por empeorar la situación.

John no sabe cómo ayudarla. Me dijo te llamo porque "necesito hablar con alguien, quiero que alguien me ayude a entender, yo simplemente no entiendo que diablos le pasa. Hace semanas que no la veo de pies, cuando me voy al trabajo está tirada en la cama y cuando llegó también. Ha dejado de cuidar la casa, dejó el trabajo, no sale, solo llora y duerme. Me dan ganas de sacudirla, y gritarle que se que se pare, y que vuelva a su vida normal."

Le dije a mi amigo John de una manera muy empática que entiendo su frustración, y que no es fácil entender como funciona la mente y el cuerpo de una persona que está deprimida. Le expliqué que la paralisis de su esposa se debe a una condición médica y no a simple desgano. Pero John, seguía sin entender. Entonces tuve que decirle: "Estoy segura de que si ella tuviera cáncer no le gritarías que se curara, sino que la llevarías al doctor y la apoyaría en su tratamiento."

Esas palabras parece que dispararon un detonador en el interior de John; se quedó en silencio un instante, y entonces me dijo "Es verdad, pero no se cómo ayudarla., ¿qué puedo hacer?" Le dije que muchísmas cosas:

• asegúrate que siga su tratamiento, que tome sus medicamentos y vaya a terapia; y cuando te sea posible acompañala al doctor.
• Busca a alguien que la ayude con la casa y con el niño. Esto ayudara a que se sienta menos abrumada y menos culpable por no hacer su papel de madre.
• No le grites que se levante, incentívala a tomar pequeños pasitos. Haz un plan con ella, y celebra sus pequeños logros. Ayúdala a restablecer su confianza en ella misma. Por ejemplo, si no puede quedarse levantada todo el día, si se puede quedar de pies quince minutos es una mejoría. Ayúdala a superar las metas alcanzadas paulatinamente.
• Entiende que hay días que no podrá hacer otra cosa que llorar y desesperarse. Trata de reenfocar sus pensamientos sin desesperarte. Dile que la entiendes y que vas a ayudarla a salir adelante.
• Habla con su doctor. Infórmate de su condición. Lee sobre la enfermedad y familiarízate con los síntomas y el proceso de recuperación.
• Ayúdala a crear un sistema de apoyo y a utilizarlo; ni ella ni tú pueden hacerlo solos. Los amigos y familiares deben apoyarla en todo lo que puedan.
• Entiende que su dolor es real, y no es algo que ella disfruta tampoco. La depresión duele emocional y físicamente.
• Ten mucho valor y paciencia. No pierdas de vista como era ella antes de la depresión. Lo que ahora ves es un ser distorcionado por la enfermedad. Recuérdale que volverá a ser quien siempre ha sido aunque el proceso sea largo, y asegúrale que no la dejarás sola.

Espero que la situación mejore para ambos. Es un camino largo y difícil, pero no imposible. Hay millones de personas sufriendo de depresión, y un número aún mayor que no tiene la menor idea de cómo ayudar a los seres queridos que la padecen.

Foto: El refugio de la playa, vía aprendergratis.com