sábado, 23 de febrero de 2008

Los números de la suerte de Arnulfo

Arnulfo soñaba todas las noches con los números de la lotería. Cuando no sabía qué número le daba un sueño consultaba un viejo almanaque para averiguarlo. Además, se sabía de memoria los cumpleaños, los aniversarios, las cédulas, las matrículas, en fin, todos los números asociados con la gente que conocía. Estos siempre iban a parar a un billete de lotería.

Arnulfo estaba seguro de que un día se pegaría en la lotería, y ése sería el día en que su vida cambiaría. En varias ocasiones, se sacó algún premio menor, lo que para él era prueba contundente de que debía seguir jugando, porque muy pronto le acertaría al premio mayor. Pero, por regla general, Arnulfo siempre perdía sus míseros pesos en números que nunca salían. Ese pequeño detalle era preferible obviarlo -pensaba Arnulfo.

Los que lo conocíamos ya estábamos a acostumbrados a sus interminables justificaciones de por qué ese día no se había sacado la lotería; sabíamos de los números que le habían dado la noche anterior, clariningo –decía-, pero que él –nadie se explicaba por qué- no lo había jugado, aunque sabía que iba a salir; o mejor todavía, que lo había jugado, y se le había perdido el boleto, o que lo había jugado la semana pasada. Nuestros oídos se habían vuelto inmunes a las consabidas razones del fracaso de Arnulfo. Pero, él nunca se daba por vencido, si de algo sabía Arnulfo era de tener esperanzas. Soñaba con el día en que con los números ganadores se borrarían sus años de total miserias. Todo su futuro dependía del día que saliera su número abonao.

La lotería se había convertido en un mesías que vendría a rescatarlo, a salvarlo de su profunda pobreza
a través de las ondas de radio. El proceso era siempre el mismo: compraba el billete, lo manoseaba hasta la saciedad y esperaba nerviosamente a que cantaran los números ganadores. Arnulfo se sentía todo un ganador, lleno de esperanzas, hasta que descubría -una y otra vez- que el número ganador nunca era el suyo.

Imagen: Hands in Gethsemane

21 comentarios:

  1. Arnulfo al igual que muchos al igual que muchas personas cifran sus esperanzas en un milagro del premio de la loteria y les pasa como dice un dicho: "el que juega por necesidad, pierde por obligacion"

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  2. La ignorancia de Arnulfo le hacia cifrar su esperanza en la enemiga del pobre:la loteria. Buscandole significado a suenos que nadan tienen que ver con la loteria. Si Dios quisiera ayudarte, arnulfo, el te daria los numeros exactos, sin tener que sacarle la raiz cuadrada. Ademas,no ignores, que el Senor no juega, ni usa la loteria para ayudar a nadie.
    Arnulfo como tu fe ciega la tienes
    cifrada en la loteria, y no en El, pues, moriras pobre y perdido.

    Pobre Arnulfo, porque no te alimentas mejor con el dinero que usas para comprar la quiniela?

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  3. Con ese nombre, Arnulfo necesitaba un poco de suerte.

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  4. Alejandro, desafortunadamente así es. Yo conozco a muchos Arnulfos.


    Majarete, tu pregunta es valida. sin embargo, la comida no le daría "la esperanza" que el busca :(.


    Victor Manuel,
    La historia es real. El nombre no lo es. No quería ofender -si entera- a la persona en cuestión. Pero si es un nombre feísimo, jajajaja.

    abrazos,
    Sonia

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  5. me encantó el relato, pobre Arnulfo, solo de la esperanza y en "algún día" vivía, como el aun quedan muchos!, que solo se quedan a esperar cuando cambiará su suerte.

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  6. pobrecito, si hubiese ahorrado lo que hasta ahora a jugado a lo mejor tendria para realizar algun sueño. yo juego el mega, pero solo un pesito los viernes. Es lindo soñar

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  7. Nuestro país tiene como 5 millones de Arnulfos.

    Saludos

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  8. Hayyy cuantos Arnulfos hay en la Rep Dom. Yo conozco señores y señoras que no dejan pasar la tarde sin antes no mandar a algun sobrino, hijo o nieto a jugar un numero a la banca, o raspan un fracatancito o se compran un billete. Y asi se ganan muchos tambien.
    Que perseverancia de creer que algun dia se sacaran esos chelitos.

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  9. Pues a mí Arnulfo me gusta: lo important en la vida es nunca nunca darse por vencido. Y, claro, siempre creer y tener esperanza.

    Un besote, Ata. Y suerte Arnulfo.

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  10. Arnulfo, o la nueva version de ´El Jugador´ de Dostoievski.
    What a pity!

    Hola Sonia, plácer inmenso visitarte en tu espacio. Cuidate.:)

    Saludos HAL.
    pb

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  11. bah! mi madre insiste siempre en que la próxima si se ganará la lotería, pero nunca compra billete, dice que la verdadera suerte consistiría en encontrárselo jaja =P

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  12. donde te metites?
    espero que te encuentres bien.
    Un abrazo desde esta isla de las vicisitudes.

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  13. Cuando la Literatura se convierte en un llamado para que nuestra conciencia despierte, es por que el escritor esta cumpliendo su labor ante lo Divino...

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  14. Alguien, gracias por tu comentario. Eleva el espiritu al lugar que le corresponde. La lotería existe para que soñemos de vez en cuando, lo cual es bueno, y para que también de vez en cuando aterrizemos a la realidad. Estos momentos son cuando se compra y cuando se revisa el billete después del sorteo. Los Quiero a todos. Nelson desde Colombia.

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  15. Yo soy como Arnulfo, no pierdo la esperanza. Antes no lo hacía, pero se necesita estar deseperado, para buscar por donde sea algún milagro divino, tal vez es muy tonto. Pero a veces, ya no eres nadie y no tienes más que perder.

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  16. ya creo que cuando uno no es nadie,lo unico que le queda es que por ahi nos toque la varita de la suerte,pero yo no juego para salir de la pobreza,solo juego para sobrevivir,aunque mas no sea para ganar para una tarjeta de colectivo.

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  17. Muy buena la historia, al igual que Arnulfo yo también espero ganar algún día la lotería, la esperanza es lo último que se pierde, pero hay que ser consiente de que solo Dios nos puede dar la felicidad que necesitamos.

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