A- for The Illusionist

Había escuchado que The Illusionist había sido bastante bien recibida por la crítica. Me abstuve de leer las reseñas porque no quería más prejuicios, ya llevaba uno de bastante peso: el escepticismo. No me imaginaba ¿qué habría hecho Neil Burger con la historia original Eisenheim the Illusionist de Steven Millhauser?

La película empieza con el Inspector Uhl, Paul Giametti, rindiendo cuentas sobre los actos del ilusionista. A través de su interpretación nos adentramos en una serie de retrospectivas que nos ayudan a reconstruir la historia de Eisenheim, Edward Norton, desde su niñez hasta su regreso a Viena como un gran Ilusionista.

La trama se mueve en dos ámbitos: la ilusión y la realidad. El acierto de la película es lograr que el espectador se olvide de que lo que ve es una ilusión y caiga víctima del encanto de Eisenheim. La trama está plagada de indicios -demasiados diría yo-que nos guían hacia el desenlace; sin embargo, como por acto de magia sucumbimos a la ilusión y olvidamos los guiños que apuntan a un final predecible. Las pistas se nos van dando desde el inicio de la película, sin embargo esto no impide una posible sorpresa... Acto tras acto Eisenheim va demostrando que lo puede todo, ¿podrá el ilusionista lograr estar con Sophie, su más grande ilusión?

La película tiene un aire de ensueñ, es un cuento de hadas: el amor imposible que es capaz de vencer todos los obstáculos; el hada madrina no será otro que el ilusionista quien con sus poderes cuasi divinos será capaz de manipular el tiempo y el destino. El plan es perfecto: alterar una realidad no deseada a través de un acto de magia. Sin embargo, a veces el director abusa del encanto y los poderes de Eisenheim, forzando un poco la trama. Por otro parte, el espectador es cómplice de El Ilusionista, y sabe que lo que ve es una ilusión mientras éste está sobre el escenario, pero si no presta atención de complice pasara a presa, al desconocer lo que verdaderamente pasa fuera del escenario... Esta dualidad palnos puede envolver y lograr, que nos olvidemos de que nos estamos moviendo entre la fantasía y la realidad; por esta razón a pesar de los múltiples guiños del director habrá quien se muestre sorprendido con el desenlace.

En la trama no sobra nada excepto por las exageradas habilidades mágicas de Eisenheim, que a veces parecen secciones de espiritismo. Sin embargo, lo aceptamos pasivamente porque nos sentimos parte de una que el publico dentro de la pelicula desconoce, todo lo que hace Eisenheim es una ilusión. Es interesante ver que Einseheim le recuerda a su público que lo que ve no es real, sin embargo nosotros olvidamos que la exhortación también va dirigida a nosotros.

La actuación de Jessica Beil, Shophie, no tienen nada de espectacular. Creo que el mayor aporte de Beil a la película es su belleza... Me pareció una artefacto decorativo y nada más, con excepción de unos escasos momentos donde hizo un intento por mostrarse desafiante y apasionada.

Por su parte, Norton semostró innecesariamente frío, le faltó el carisma y la vitalidad que yo esperaba de él. En verdad muy poco expresivo, demasiado ecuánime, divino, en situaciones en las que debió haberse visto más humano. La actuación de Norton carece de la magia que derrocha Eisenheim, sin embargo se la luce en algunas escenas, y sobre todo en los diálogos con el Inspector Uhl, Paul Giamatti -verdadermente la interacción entre ambos es genial.

El plato fuerte lo será Paul Giamatti, el Inspector Uhl, quien hace una estupenda interpretación de un policía corrupto -que probará no ser del todo corrupto. El será la pieza clave para decifrar la ilusión que causa la yuxtaposición de fantasía y realidad.

¿Que decir del insípido villano? El Principe Leopoldo, Rufus Sewell, es poco convincente, y sin matices. No pude odiarlo ni siquiera un instante; sus actos son repugnantes pero su actuación no se hacen creíble.

En suma Burger hizo una buena adaptación de la historia Eisenheim the Illusionist; pasó la prueba como guionista y como director de una historia no apta para el cine en su versión original. Esto habla muy bien de su creatividad y de cómo un director puede hacer una buena película sin estropear la historia original. The Illusionist está muy bien lograda, tal vez su mayor acierto haya sido el papel central que le dio al Inspector Uhl, quien en la historia original a penas aparece y sobre todo la impecable actuación de Paul Giamatti. Por otra parte, la cuidada recreación de la Viena de la época, y sus costumbres contribuyen a la atmósfera de cuento de hadas que reina en el film desde el principio hasta el final. ¡Bravo señor Burger!

Mi calificación para el Ilusionista es A-