Salí a dar una caminata por el vecindario -como tantas veces lo hago. La temperatura estaba increíblemente agradable, y tenía que echar una carta al correo.
Eran aproximadamente las seis y media de la tarde. El sol poniente dejaba su espacio a un fresco viento que alborotaba mi pelo, y me insitaba a respirar profundamente.
Al rato, me senté en un café con mi libreta en mano, y las orejas bien paradas. Me encanta reproducir los diálogos de los que ajenos a mi manía de escribir, se lanzan con todo en unas conversaciones súper interesantes. Son una verdadera maravilla.
No sé muy bien cómo ni por qué empecé a hacerlo, pero me gusta escribir los diálogos de los desconocidos. Creo que es porque me falta todo el contexto del mundo, y eso me da la oportunidad de inventarles circumstancias.
Estaba en el proceso de empezar a escribir, cuando un correro electrónico del trabajo me sacó de concentración; y así de simple, y sin darme cuenta, empecé a trabajar en mi tiempo libre.
De un lado quedó mi observación de las personas que estaban allí conmigo, para dar paso a asuntos laborales, que de no haber estado disponible debido a la tecnología -y a mi manía incurable de estar conectada todo el tiempo- habrían tenido que esperar a mañana.
Hola Sonia.
ResponderEliminarReceta del médico: varias horas sin aparatos todas las semanas.
Pues yo lo que hago cuando me pasa es dejar las cosas para el día siguiente, no hay mas, si es trabajo y es mi tiempo libre tiene que esperar =P
ResponderEliminarEs que queremos estar "conectados" las 24 horas con los amigos, con el trabajo, con la familia y con el mundo. No podemos esperar, queremos saber las cosas ya, ya.
ResponderEliminarLa tecnologia con todas sus ventajas, nos está esclavizando. El descanso casi no existe. ¿Cómo se llama el fenómeno?
Hola a todos.
ResponderEliminarCoincido plenamente con Victor Manuel, debemos descansar de tanta tecnologia. En mi caso empezé con la televisión (solo veo el fut bol.. ja!) y nada de celular o nextel a la hora de la comida.
La tecnologia nos quiere dominar.
Saludos.
Yo tengo una ley que no rompo: cero internet en mis días libres y momentos dedicados a mi familia, amigos y pareja. Lo aprendí luego de un episodio parecido al que cuentas.
ResponderEliminarAbrazos
Hola a todos,
ResponderEliminarEstamos perdidos, jajajaja. Habrá que tratarlo como un trastorno en el futuro :P.
Abrazos!