
Espero que pronto también llegue un memo en el que se exhorte a la actualización de mandatos tan absurdos como la negativa de la Iglesia ante los anticonceptivos –por mencionar uno. Eso sí que contribuiría a ayudar la sobrepoblación del planeta, el hambre y la miseria en la que viven muchos niños en varias partes del mundo, como por ejemplo en Latinoamérica y en África – regiones que son a la vez, de las más religiosas, y de las más pobres del planeta.