sábado, 6 de agosto de 2011

Haciendo vida en una silla de ruedas

Siempre he pensado que el secreto de vivir es no detenerse nunca y no hacer el papel de víctima.  La vida es un largo viaje en cuyo trayectos hay tramos más placenteros que otros, pero no por ello más importantes. La vida es el conjunto de todos esos tramos que componen el camino, y nuestra reacción a los desafíos que en ellos nos aguardan.

Soy una mujer fuerte y luchadora. No me rindo aunque en más de una vez me he caído. He vivido tantas experiencias dolorosas que he desarrollado cierta resistencia y estrategias para lidiar con las adversidades. Nunca me pregunto por qué algo me ocurrió a mí, lo entiendo como el resultado de causalidad o casualidad. Jamás me he permito sentir auto compasión, ni caigo en el círculo vicio de las culpas. Suelo extender la mirada más allá del presente y soñar con un mañana mejor en el que saldré fortalecida por lo vivido, y en el que las circunstancias actuales sean sólo un recuerdo.

El que tenga una actitud positiva ante la adversidad no significa que me sea fácil lo que vivo en este momento. Me cuesta estar atada a una silla  por ser yo una persona tan activa, pero sé que no no puedo hacer nada para cambiar la realidad. ¿Qué hacer entonces? Lo único posible: enfrentarlo, seguir adelante y hacer lo mejor que pueda con los recursos que tengo disponible.

Mi mayor dificultad estos días es el intenso dolor que padezco, por razones obvias, pero también porque limita mi habilidad para hacer lo que haría en un día normal. Por ejemplo, si no tuviera dolor, podría tomar un taxi con la ayuda de mi mamá e ir al médico, pero en mi condición no es posible.

Ayer tarde pasé dos horas haciendo llamadas intentando a ver cómo voy a llegar a las citas médicas en unas dos semanas. Lo primero que hice fue pedir una solicitud para el programa Access-A-Ride de la MTA. La empleada me dijo que el proceso se lleva unas cinco semanas y una evaluación para comprobar mi condición médica. El problema es que debo ir al hospital en dos semanas. Ese servicio lo utilizaré, me imagino el próximo mes, pero por ahora tengo que encontrar otra solución.

Existen compañías privadas en la Ciudad de Nueva York que transportan a los discapacitados. He llamado a varias y el precio del servicio varía de cien a trescientos dolares por un viaje de ida y vuelta, de mi casa al Bellevue -cualquiera pensaría que estaría alquilando una limusina :P.  No me queda claro a qué se debe la diferencia en precio si todas ofrecen el mismo servicio y desde la misma dirección.

El estar en una silla de ruedas ha sido todo un aprendizaje para mí. Si antes sentía empatía por los discapacitados, ahora, con conocimiento de causa, ésta es mucho mayor. Por lo pronto, sigo viviendo mi día a día aprendiendo a navegar por la vida con mi nuevas ruedas.

10 comentarios:

  1. "Vida... ya no estés triste... Vida... con la palabra Libertad..." (Algo así dice Silvio), apuesta al futuro, como única manera de desafiar el presente... mi abrazo cálido, querida amiga...

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  2. "Vida, ya no estés triste, la PRIMAVERA volverá... vida, con la palabra LIBERTAD"... así es que dice...

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  3. Que dificil, y que dificil se la ponemos a las personas que no pueden caminar como nosotros y regularmente somos tan egoistas que ni siquiera pensamos en el otro, en el vecino.
    Poco a poco, pon todo de tu parte y pronto estarás caminando de nuevo, fortalecida en todos los aspectos. Un abrazo y mucho ánimo, aprovecha para estar con tu mami, para que se reconozcan =)

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  4. Sonia si tuviera a mi alcance te llevaria al hospital o al médico las veces que fuera necesario, pero los compromisos y responsabilidades con el trabajo y demás, le impiden a uno darle una mano a quien tenga necesidad. No es una excusa, pero tu sabes como es la vida en los EUA.

    En nuestros paises la gente dispone de más tiempo y voluntad para ayudar.

    Lo que estas pasando es doloroso e incómodo y más para una mujer tan activa como tú. Pero lo bueno es que eres muy positiva y eso te ayudará a recuperarte más rápido.

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  5. "que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la liberta"...

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  6. Benjamín gracias, así será :). La primavera siempre vuelve, a pesar de todo y de todos :).

    Sandy, y sabes, los gobiernos de nuestros países hacen muy poco por ayudar a estas personas. Una de las cosas que más me impresionó cuando estuve en España fue la falta de accesibilidad en las calles de Madrid... pensé que siendo un país europeo, sería mucho mejor que por ejemplo, mi país de origen, la verdad, si hay diferencia es mínima en ese aspecto. Todos podemos hacer un poquito más para hacerles la vida más fácil que ya es de por sí demasiado difícil.

    Estoy pasando mucho tiempo con mi mami, eso es lo bueno de lo que me ocurre :).

    Majarete, muchísimas gracias por tu ofrecimiento. Te lo agradezco en el alma aunque no puedas hacerlo :). Lo que importa es el gesto. Gracias. Sin embargo, necesito un transporte especial en el que pueda subir con la silla de ruedas, y la puedan asegurar, ese es el problema. Ya lo tengo resuelto, me va a costar plata pero ni modo, es lo que hay que hacer :). Necesito un tipo de "Ambulette" no un vehículo convencional. Pero no sabes lo bien que me sentó tu ofrecimiento :). Gracias.

    María, hermoso verso :). Gracias por compartirlo y visitarme en mi planeta. Bienvenida!

    Saludos a todos

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  7. Mi querida Sonia, da gracias a Dios porque estas aquí, a pesar de lo triste que debes estar, sufriendo el no poder valerte por ti misma, pero te puedo asegurar que Dios está contigo. Da gracias a Dios, porque estas viva y confia en él porque tu total recuperación la respalda el Todopoderoso. Sé fuerte como siempre lo has sido, pero que esa fortaleza venga por el Señor, llenate de su amor y pidele de corazón que restaure tu vida. Yo estaré orando por ti. Un abrazo!

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  8. Por unos post anteriores me acabo de dar cuenta que no crees en Dios, de todos modos estaré orando por ti, ¿está bien? :)

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  9. Carolin, el orar es una decisión personal, la que yo respeto mucho. Mi madre ora por mí, mis amigos también lo hacen. No hay ningún problema si quieres hacerlo. La oración responde a una necesidad interna de la persona, ¿quién soy yo para mandar en tu interior?

    Saludos :)

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  10. Me gustaría poner me gusta en tu último comentario, Sonia.

    De verdad que la vida da experiencias, y a veces nos hace mirar a los lados que nunca habríamos visto sin pasar por esas experiencias. Lo mejor son las lecciones, aprendidas o no.

    Abrazotes.

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