Siempre me han gustado los días que preceden el regreso a clases. Unos de los momentos que más disfruto es la elección de mis cuadernos.
Los años no han logrado robarme la ilusión por la compra de un nuevo cuaderno o journal. Es algo muy tonto pero que me hace feliz.
Hoy mientras caminaba bajo el sol de las doce, me percate de una tiendita muy mona, y pensé que allí me aguardaría mi nueva libreta. No me equivoqué. Tras revisar todos los modelos disponibles me decidí por el que reunía las características que más me gustan en mi journal: pequeño, bonito diseño, suficiente espacio entre los reglones, páginas pegadas al lomo, porque jamás debe tener espiral.
Uno de los proyectos de verano era organizar los journals que han sobrevivido las mudanzas, y los años. Logré rescatar varios y los he puesto en una caja roja en un rincón de mi apartamento.
a mi también me encantan y los colecciono, creo que forman parte de la historia propia de cada persona, pensamientos, garabatos, hojitas sueltas, hasta facturas te puedes encontrar, =)
ResponderEliminarPoética costumbre.
ResponderEliminarAbrazos eternos