Me puse a pensar en esto al volver a ver La vida de los otros, y quedarme con una imagen gris de East Germany: todo era gris o verde aceituna -los carros, los edificios, las calles, la gente, todo. En mi cabeza revoloteaban las imágenes de unas paredes tristes, grises, inmensas, así como cuando voy a la playa, de noche, al cerrar los ojos tendida en mi cama, suelo reproducir las olas y el sonido del mar.
La falta de colores en la película está asociada con el clima político. Es imposible no percatarse del cambio al cambiar el entorno político. Un ejemplo clarísimo son las dos escenas en las que se representa una obra teatral: la primera, es gris al igual que sus personajes, y la segunda llena de colores y personajes vibrantes que representa ya un cambio en el ámbito político. Es interesante que en ambas escenas se represente la misma pieza.
Los colores nos inyectan energía y vitalidad, y son símbolos de nuestra individualidad. ¿Será por eso que los regímenes dictatoriales tienden a crear sus micro universos monocromáticos?
El color nos muestra como entes individuales, nos permite mostrarnos, por eso me puse tan mal con aquello de los uniformes hace un año cuando trabajaba en la universidad...
ResponderEliminarmuy bueno
ResponderEliminarSandy, detesto los uniformes. Me parece que aniquilan nuestra individualidad. Obligarnos a llevar uniforme es hacernos caber en un molde, y yo detesto los moldes -inclusive los del hielo del refri, jajajaja.
ResponderEliminarAdri, bienvenida al blog. Me alegro de que te haya gustado.
Abrazos.
ola adri lines como tai te encontre super linda yo soy de chile mi numero es 85386976 call me.. super interesante el blog
ResponderEliminarsalu2