
"Empecé a usar el negro puro como un color de luz y no de oscuridad"
Henri Matisse
El ave mecánica se deslizó por el aire y navegó entre nubes de algodón, que flotaban sobre un inmenso firmamento acuático. En sus entrañas, íbamos unas 200 almas de distintos tiempos: viejas, jóvenes e infantiles. La almas más recientes eran muchas; unas suspiraban, otras reñían, otras sollozaban, otras gritaban, otras reían, otras corrían. Por dos largas horas me pareció que todas las almas del universo estaban allí congregadas, en constante expansión como el universo mismo; se esparcían como el aire, eran infinitas... A las almas con más tiempo, nos relegaron a nuestros asientos, sin poder hacer otra cosa que observar... Nos prohibieron cualquier intento de arrojarnos a los brozos de ese dios dulce que nos rescata de la consciencia.... Nos mantuvieron como rehenes, y por recompensa sólo pedían nuestra absoluta calma hasta que apaciblementemente acariciaramos la tierra de la fantasía. Esta era, tal vez, su forma de expresar que estaban felices; en sus ojos se reflejaba la ilusión de quien se apresta a realizar un acariciado sueño; iban a cumplir un sueño, sin saber que ese mundo encantado ha sido construido a base de las pesadillas de otros. Esos que son explotados a miles de millas, para quienes Disney es un verdadero infierno. Las inocentes criaturitas que me acompañan desconocen esa otra cara de Disney... Hoy se sienten agradecidas de que por fin ellos disfrutaran de la gloria, lejos, muy lejos del infierno...
La Ciudad de Nueva York es notoria por su diversidad. De acuerdo a la página oficial de New York City Dapartment of City Planning, la ciudad cuenta con más o menos 8.1 millones de habitantes, de los cuales 2.9 nacieron en el extranjero. El 46 por ciento de la población habla una lengua extranjera en casa. Por lo tanto, Nueva York, hoy más que nunca, se merece el título de Capital del mundo, ya que tiene habitantes de casi todos los países (datos del censo del 2000).Traigo a colación estos datos demográficos porque nuesta diversidad está siendo atacada por el grupo anti-inmigrantes, The Minuteman Project. Este grupo de supremacistas blancos está planeando una manifestación en la Zona Cero mañana 26 de julio a las 12:00 P.M.
Derechos sobre la línea, es un documental que trata de The minuteman Project y sus abusos en la frontera, si quieres ver un fragmento haz click aquí.
Hace casi quince años que fui expulsada de este paraíso terrernal; sí, yo también fui seducida por la serpiente al morder la manzana de los sueños. Un día lluvioso de otoño cambié mi isla por una opulenta selva de cemento: New York. Al descender a la ciudad, me pareció ser un frío infierno, impregnado de soledad, de desolación, de dolor... pero luego sin saber cuando, descrubrí que seríamos cómplices, amigas inseparables en cuyos hombros lloría mis más profundas penas y celebraría mis más anhelados logros. Esta ciudad se ha convertido en mi hogar, bajo su amparo me he vuelto mujer, he madurarado, me he caído y me he lenvantado mil veces. Pero a pesar de todo lo que Nueva York es para mí, hay días en que quiero dar marcha atrás, y regresar a ese día lluvioso de otoño en que le di la espalda a mi mundo en busca un sueño; días en que tengo ganas de refugiarme en ese edén perdido -rebozante de vida y de belleza- que se llama República Dominicana; días en que me apetece sentir el agua de sus playas recorrer todo mi cuerpo, y quedar saciada de todo rastro de sed.... hay días que añoro que sus vientos cálidos purifiquen mi putrefacción, y entonces, besar la noche a la luz de la luna hasta que el sol me aranque de sus cabellos...

En estos momentos de guerras, miles de seres humanos se ven obligados a abandonar su tierra, con la firme esperanza de salvar lo más preciado que tienen: su vida. Muchos lograrán su cometido, pero otros tantos se quedarán en el intento; sin embargo el instinto de supervivencia del ser humano siempre dirá que vale la pena intentarlo, independientemente de los resultados. Por esta razón, armados con lo poco que se pueden llevar, desafían el peligro, con la esperanza de conquistar la tierra prometida.
El aire cortaba el ambiente cual filo de una navaja. Se respiraba frialdad, oscuridad y misterio. La luz era tenuez tal vez amarillenta. El oxígeno apena circulaba. Las cortinas corridas aun bajo el sol más ferviente. Todo estaba estático y pasivo. La señora Montemayor era la más fiel evidencia de esto... Su diminuta figura, su larga cabellera azavache, sus dedos largos y anudados, mantenían el mismo porte de hacía treinta años. Iba nítidamente vestida con diseños de alta calidad aunque pasados de moda. Altiva, yacía entre las aglomeraciones de periódicos regados por la sala.Podría concluirse que su insignificante existencia sólo la hubiera justificado una razón: ésa que ella buscaba todas las mañanas en cada titular que leía. Esa que la convirtió en prisionera de su espacio y de sí misma. Inexplicablemente, la angustia en que vivió no dejó huellas visibles de su dolor. Sólo su yo interior supo de la decepción que sentía cada mañana frente al periódico en la terraza de su casa. El era testigo y protagonista de su calvario.
Hoy fue diferente. Como si tratara de vencer la interminable espera, se internó en la nada al compás del vaivén del único mueble de la casa que todavía le quedaba alma. Ese en que ella y Charles se mecían mientras degustaban algunas cerezas... Sin proponérselo, una espesa modorra se virtió sobre ella indetenible, implacable, fulminante... Sus vivencias pasaron en frente de ella lentamente, yuxtapuesta, amontonadas. Le pareció que a los lejos escuchó el desesperado grito de Charlie, se incorporó y lo rescató amablemente. Sus ojos brillaron y reflejaron una compasiva mirada; nadie hubiera podido adivinar que tal carámbano humano era capaz de albergar aquel tierno sentimiento. Charlie era el único ser viviente que le importaba...
-Cariño, ¿te lastimé? Perdóname. Sabes que sería incapaz...
A la interrogante de la señora siguió una respuesta que ella parecía entender muy bien. Visiblemente conmovida, por sus mejillas corrieron dos gruesas lágrimas, al tiempo que lo estrechaba fuertemente contra su pecho. Esos pechos marchitos por los años, sedientos de una caricia... Por primera vez en muchos años sintió el calor de un ser vivo. La señora lo abrazaba más fuerte cada vez, sus ojos eran dos llamaradas de fuego. Charlie estaba inmóvil, tranquilo, dejándose acariciar. Sin advertirlo, inocentemente le correspondió con una sutil carricia. Al instante todo se transformó; un dulce olor a cerezas se deslizó por el ambiente. Los muebles ya no eran opacos, las cortinas se movían al compás del viento que empezó a azotar, la expresión seca y agreste de la señora Montemayor iba cediendo poco a poco. Súbitamente, como si siguiera una orden inquebrantable, se tendió sobre el viejo desván de la sala; ahora sólo se dejaba llevar, por el devenir de sus recuerdos. Sus párpados escurrieron la humedad de sus ojos de fuego... Ya, toda ella era un volcán: sus piernas, sus pechos enchidos, toda su piel, iba al encuentro de tiempos mejores.
Un intenso olor a cereza impregnó completamente el ambiente. La señora Montemayor, daba vueltas, y se confundía con unos hilos de seda rojo carmesí. Por su cuello viajaba el aliento cansado de aquel que había sido su mejor amante, Charles. Por primera vez en treinta años había vuelto a conquistar la frontera del placer; sintió que le salían alas... A lo lejos quedaron los periódicos y la infructuosa búsqueda de cada mañana en la terraza. Abrió los ojos, se vio sola sobre el viejo mueble, sin sábanas de seda. Agonizante, se incorporó, y se encontró en el centro de la sala librando una férrea lucha. Modorrosa y atormentada, preferería creer que lo que vivió fue sólo un espejismo y nada más. El deseo era ahora culpa. A su alrededor todo era opaco, el aire seguía estático, todo volvió a la inercia de siempre. El dulce olor de las cerezas, era ahora un amargo cloroformo. Desorientada, y queriendo escapar de sí, se encaminó hacia su dormitorio. Inúltimente trató de olvidarse de que su piel la había traicionado ante el más inocente de los roces. Un impulso la condujo hacia aquel lugar que por años había evitado: el sepulcro. Se detuvo ante el envejecido muble, abrigado por el polvo y la telaraña, lo abrió automáticamente, sin proponérselo. Sintió sus ojos bullir pero no lloró. Sacó un manojo de papeles amarillentos, carcomidos por el tiempo, los abrazó y los soltó como si la quemaran; pronunció algunas palabras que no llegó a escuchar:
-¿Otra cereza?, Cariño
-Si, amor mío....
En un coche duerme plácidamente un crío de unos ocho meses, a unos centímetros del coche, otro cachorrito -de unos tres años- descansa sobre el asiento, recostado a la madre. El mayor -de unos 10 años más o menos- está como muerto en vida, su mirada perdida irradia una enorme tristeza... Los tres están amontonados junto a la madre -el centro de su universo, su todo. La madre es joven, lo sé por lo terso de su cutis, aunque un tanto forzado por envolver el mar de grasa en que ella se ha convertido. Al mirarla por primera vez, es fácil ver sólo una robusta montaña de carne, sujeta a una piel más joven de lo que aparenta ser. Podría afirmar que sólo cuenta con los años necesarios para haber parido tres criaturas...
Queens es el condado más diverso de los Estados Unidos. Para percatarse de dicho hecho basta con montarse en el tren 7. Allí converge toda esa diversidad característica de Queens. Al subir al tren hoy me encontré con un vagón repleto de nacionalidades, algunas desconocidas y otras no tanto. Se escuchaba un coro de voces que no se entendían entre sí: inglés, mandarín, español, hebreo, árabe, entre otros que no llegué a distinguir. Los idiomas que me son conocidos -el español y el inglés- no siempre son totalmente comprensibles, el español por todas sus variantes y el inglés por los fuertes acentos con que se lo habla. Reparo en los periódicos que se leen en el 7, la mayoría de los titulares son totalmente ilegibles para mí, sin embargo, las fotos me dicen a a voces lo que las letras callan; al unísono recrean las atrocidades del bombardeo israelí en Beirut.
Cuando todo estaba preparado para la gran despedida del gran Zizou, éste la echó a perder por un instante de ira que se tradujo en un comportamiento que más que infantil, fue vergonzoso, ¿a caso se le olvidó al capitán lo que estaba en juego? En un momento de rabia perdió de vista que hoy era su gran día. Sé que habrá quien lo justifique recordándonos que es humano; sin embargo para los fanáticos Zizou era más que humano, un mago, un dios que hoy nos defraudó; los fanáticos del fútbol esperábamos más de él. Lo que hizo no tiene justificación alguna; da pena que un atleta se comporte de esa manera; sin embargo, más triste aún es el hecho de que ese tipo de conducta es cada día más frecuente en el terreno de juego.
La reina rige la manada
En el 2003 fui a Saint Petersburg para visitar el Museo de Dalí. Es que yo siempre encuentro la excusa perfecta para conocer lugares nuevos, aunque ésta está más que justificada. La visita al museo de Dalí ha sido una de las que más he disfrutado, el museo es espectacular, alberga la colección más importante del genio español. Se puede divagar por las diferentes etapas de su vida como hombre y artista con tan sólo pasar de una sala a la otra.
No se ni por donde comenzar, lo cierto es que tengo que escribir esto. No sé las demás mujeres, pero a mí me lo roban to' los detalles.. y no me refiero a las flores y toda las galanterías que suelen tener los chicos -especialmente nuestros latin lovers- aunque debo decir que me encantan; no, me refiero a esas cosas que los hombres hacen que me hacen querer estar cerca o lejos de ellos; me fijo en todo, en lo que dicen, cómo lo dicen, en lo que piensan, en su capacidad intelectual, cómo se visten, si son medidos, si tienen modales, sin son pasados, si son tacaños, si son inmaduros... Me imagino que deben estar pensando barbaridades de mí pero así soy.... no es que me lo proponga, simplemente es así. Creo que esas naderías -como aprendí a decir con mi pana Dirat- dejan ver mucho de la verdadera personalidad de un individuo. Especialmente eso que se hace sin saber que se hace -no sé si me entienden... aquí les van algunas -otras me las reservo para mí:
Vengo de una familia que sí bien no es perfecta, por lo menos en ésta reina el amor, el apoyo y sobre todo el respeto.... Siempre le estaré agradecida a mis padres por darme un hogar humilde pero unido y armonioso. Traigo mi familia a colación porque acabo de conversar con alguien para quien la historia es muy diferente. Acabo de colgar el teléfono, y siento que se me desgarra el corazón. Dicha familia está bajo una tormenta; aunque no creo que esta persona se percate de la magnitud del fenómeno...