domingo, 6 de marzo de 2011

Entre ángeles y sombras

Un buen escritor es, ante nada, un maestro de la seducción. Al adentrarnos en su mundo, una cae tendida en su red sin darse la menor cuenta, cuando se quiere reaccionar ya es tarde porque se ha apoderado de cada poro de nuestra piel, se implanta en nuestro pensamiento y se ha anclado en nuestra alma.

Recientemente fui seducida por un escritor: Carlos Ruíz Zafón. Nuestra historia empezó un día del 2010 mientras estudiaba latín con mi amigo Peter. Éste me dio un libro y me prometió que me iba a gustar. No presté mucha atención porque era un armatoste de alrededor quinientas páginas y yo jamás había escuchado hablar de tal escritor. Consideré que mejor lo ponía en reserva, y no afrontaba tremenda empresa si quería enfocarme en mis pendientes universitarios.

Ya hace algún tiempo que tomé el examen para el que me preparaba, y mi nuevo amigo quedaba olvidado en un rincón de la sala. El otro día, uno de esos que me hacen falta ganas, y me sobra el quehacer, lo saqué del librero y lo empecé a leer. Me leí cien páginas de un tirón, olvidándome del mundo a mí alrededor. Me lo traje a España y me lo devoré en un par de días: mientras viajaba en el autobús, esperaba que llegara el sueño por las noches o cualquier otra ocasión.

Sin proponérmelo, ni saberlo me convertí en aquel personaje de un cuento de Borges que apenas podía contener las ganas de continuar leyendo Las mil y unas noches. Por suerte, a diferencia de Juan Dahlmann, yo no me di ningún porrazo que me llevara al quirófano por ir con prisa a leer mi libro. Lo que si tenía eran todas sus ganas de desenredar aquella historia, que oración a oración se desenvolvía ante mis ojos cómplices, y mi más sincera admiración por aquel mago de las palabras y la sugestión que lo había concebido.

El libro que me ha hechizado es La sombra del viento. Es un libro del 2002 pero yo jamás había escuchado hablar de él. Llegó a mi vida, como casi todos los más grandes amores, sin estarlo esperando. Es cierto que muchos de ellos nos decepcionan , ya sean libros o hombres de carne y hueso, pero por un rato nos mantienen ilusionados, soñando con la gloria. Lo bueno es que tanto amantes como escritores pueden salir de nuestra vida en el momento que dejan de tener nuestra atención porque ya han perdido su esencia, su magia. Por lo pronto, estoy disfrutando de mi nuevo romance, y tengo la ilusión de que será uno duradero. El que me haya leido dos de sus novelas (La sombra del viento & El juego del ángel) en dos semanas es un muy buen comienzo

Escrito en Madrid, el 2 de marzo de 2011

5 comentarios:

  1. Pues que bueno que alguien la tenga asi jajaja por lo menos un escritor jiji. Al parecer las cosas o personas que llegan a nuestra vida si uno proponérselo son las que más nos llegan y deleitan
    Un abrazo!!!

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  2. Sonia, parece que no estabas leyendo mis recomendaciones, ¿no? Hace años te dije que las tramas de Ruiz Zafón son geniales y que, a pesar de mí mismo, me gustó «La sombra del viento». Bromeo, por supuesto, pero de acuerdo con que este autor se deja leer.

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  3. Jeanne, LOL. Así es querida Jeanne. Otro abrazo para ti.

    Víctor, la verdad no había leído tus entradas sobre Ruíz Zafón, ando atrasada en casi todo, lol. Pero, acabo de hacerlo y concuerdo contigo en varias cosas:
    1. Me molestó la abundancia de frases hechas... a veces me decía a mi misma, bueno es que es el personaje quien habla así, pero la cuestión se le sale de la mano.... es verdaderamente chocante, porque lo hacen TODOS los personajes en los dos libros... Creo que es algo de lo que no es consciente, tal vez, digo, no sé. Más de una vez me pregunté donde dónde estaba el editor que dejó pasar algunas de esas perlas. Aunque el encanto de la historia te hace olvidar esos pequeños defectos :).

    2. La manera de hilvanar historias es genial la verdad, y los guiños al lector en ambos libros me gustó mucho.

    3. También observe la contradicción entre la carta y los hechos en el libro contados más adelante.

    En cuanto a lo inverosímil de las historias y personajes, quiero decir, que no me molesta en lo absoluto si el escritor no está forzando la cuestión para hacer lo creíble. En el caso de Ruíz Zafón me interesaba más su destreza para contar e hilvanar historia que la profundidad de lo narrado. No creo que le preocupe si la historia es realista o no. El punto es que nos hace tragar el cuento aunque sea lo más inverosímil del mundo. Por eso, decía que domina la sugestión y la seducción, LOL.

    El tratamiento del fantasma de la guerra civil me satisfizo porque está ahí, resume entre las experiencias de algunos personajes, pero no hay un interés didáctico de educarnos sobre lo que ocurrió. Lo que nos cuenta lo hace para explicar las circunstancias de los personajes y punto.

    Me gustó el guiño al relato gótico que creímos, agotado con el siglo XIX... Zafón nos trae de vuelta algo de esa atmósfera tenebrosa.

    Me encantó la referencia a Dickens en El juego del Ángel :-), y también "los vasos comunicantes" entre La sombra del viento y El juego del ángel :).

    Por último, el hecho de que un libro se convierta en sensación no es razón para ignorarlo... creo que más importante es el por qué ha llegado a serlo. Por ejemplo, sí es porque el escritor ha ganado un premio, o es hijo de no se quién, o ha nacido en un lugar determinado, no hay mucho merito.... si alcanza la popularidad por cautivar al lector por méritos propios, entonces en hora buena. Es decir, si el éxito se debe a razones internas (el texto) y no a factores mediáticos...

    Abrazos a ambos y Víctor te había echado de menos. Y, entonces, ¿habrá círculo de lectores?

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  4. ***Dickens también está presente en el personaje de Miguel (su apoyo financiero a los libros de Julian Carax) en en la Sombra del viento... Oh Great Expectations :)!!!

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  5. Sonia, hasta ahora leí tu respuesta detallada. Concuerdo contigo en casi todo, y también en disfrutar del libro a pesar de esos detalles que apuntamos. Tiene que haber círculo de lectores y ya me voy a poner a organizar algo para que le demos comienzo.

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