Tengo cierta afinidad con la gente ligadas a las artes; conozco gente con mucho talento, y no sé por qué más de uno muestra algún deje de sana "locura." A veces pienso que talento y locura son sinónimos.
Estuve pensando en esto mientras veía Vicky Cristina Barcelona, la última película de Woody Allen, la semana pasada. La trama cuenta la historia de dos turistas estadounidenses de visita en Barcelona, y su relación con una pareja de pintores españoles.
Los pintores Maria Elena y Joe Antonio llevan una relación amorosa totalmente destructiva a juzgar por la definición de relación normal de nuestra sociedad.
La trama nos lleva de las aventuras de las turistas americanas hasta los oscuros pasadizos de la mente de María Elena, y la dependencia emocional de José Antonio. Estos dos personajes se necesitan el uno al otro, si María Elena está desquiciada, de algún modo, José Antonio también lo está -aunque a un nivel menos obvio.
Los personajes me encantaron. María Elena es un personaje exquisito, una mujer con mucho talento, muy apasionada, y visiblemente perturbada. A pesar de sus acciones maníaco-depresivas María Elena -Penélope Cruz- tiene un gran sensibilidad para la fotografía y la pintura; su influencia es determinante en el desarrollo de las carreras de Cristina -Scarlet Johansson- y José Antonio -Javier Bardem.
Me gustó mucho la película. Es muy divertida e intensa. La actuación de Rebecca Hall, Penelope Cruz y Javier Bardem es excepcional. ¡Se la recomiendo!
foto vía finestraexpress.