
Siempre me ha parecido una locura que el gobierno de los Estados Unidos haya puesto los servicios médicos en manos de grandes corporaciones; las cuales han hecho de la salud pública es un lucrativo negocio. Siempre que veo la televisión me llama atención la gran cantidad de anuncios sobre medicamentos. Es que las farmacéuticas se gastan un dineral promoviendo sus productos.... A menudo leemos en los periódicos reportajes sobre compañías que ocultan los daños adversos de algunos medicamentos para no incurrir pérdidas. No importa la suerte que corran los pacientes siempre y cuando ellos saquen su dinero. El mensaje es clarísimo, primero están las ganancias de las farmacéuticas y sus inversionistas y luego la salud de los enfermos. Creo que es muy triste que sean las grandes corporaciones las que decidan el tratamiento médico que los pacientes deben recibir; pero más triste aun, es que lo hagan con el beneplácito, o mejor dicho en complicidad con el gobierno federal.
¿Por que no usar mayor parte de nuestros impuestos para darnos mejores servicios? Pues porque la gran mayoría de nuestros impuestos es destinada al ejército y los costos de guerras. No me molesta pagar un 33 por ciento de mi salario en impuestos, lo que me revienta es el uso que se le da. Es una aberración que el gobierno en vez de cubrir necesidades básicas como la educación y la salud, gaste nuestros impuestos en guerras absurdas. El gobierno asigna entre un 45 y 90 por ciento del presupuesto nacional a las Fuerzas Armadas y áreas relacionadas. Por ejemplo, para el año fiscal 2008 el número mágico es el 51%. Mientras tanto, otros países amigos o aliados, usan gran parte de su presupuesto en mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a través de la educación y servicios médicos adecuados. Por el contrario Estados Unidos se ha declarado en guerra prácticamente con el mundo entero en su afán por por expandir su dominio económico. Esa es la razón por la que otros países pueden ofrecerles a sus ciudadanos los servicios básicos que a los estadounidenses se les niegan. De más está decir que si el gobierno quisiera podría remediar la crisis del sistema de salud del país, sin embargo, esa no es la prioridad: la prioridad es seguir provocando o ignorando conflictos que a la larga terminan en guerras que a la larga aseguren la dominación económica estadounidense. Por lo tanto, para que haya cambios en el sistema de salud y educación, primero deben haber cambios en la actitud imperialista de los Estados Unidos; y desafortunadamente, el afán Imperialista siempre ha estado por encima del bienestar de los ciudadanos. ¡Esa es la paradoja!
National Budget fiscal year 2004-2005
Where your income tax money really goes