Este sábado me dediqué a andar por la ciudad como una turista más, una de esos con los que tropezamos a cada paso. Me mezclé con los curiosos hombres y mujeres, que a diario son presas de la magia de la Ciudad de Nueva York. Ésos que sin proponérselo, nos limitan el paso por las atiborradas aceras de Manhattan en nuestra constante carrera contra el tiempo.
Estuve en Central Park, Fui al Lincoln Plaza a ver Amour -después de haberlo pospuesto mil veces-, cené en Landmarc en Columbus Circle. Caminé por horas, absorbiendo el maravilloso bullicio de la gran ciudad.
Fue un día espectacular que empezó a las nueve de la mañana, y terminó a las ocho de la noche. Esta vez no fui de excursión sola, como suelo hacer. Me acompaño mi amiga Karen, a quien no siempre veo, a pesar de vivir al cruzar de la calle. Suena increíble, pero es cierto. Eso es parte de la desgracia y magia de vivir en esta ciudad.
Karen y yo nos despedimos a eso de las ocho. Su día aún no terminaba. Debía asistir a una cena para los integrantes de una banda musical con la que trabaja. La cena sería en algún hotel del bajo Manhattan. Yo estaba exhausta, por lo tanto, tomé el tren y me regresé a casa.
El próximo sábado hemos decidido volver a andar por Manhattan. Iremos al MoMA, especialmente, a ver The Scream que ha estado aquí desde octubre, y aún no hemos ido a verlo. Por nada del mundo, me quiero perder la oportunidad de ver este cuadro que tanto me intriga.
Estuve en Central Park, Fui al Lincoln Plaza a ver Amour -después de haberlo pospuesto mil veces-, cené en Landmarc en Columbus Circle. Caminé por horas, absorbiendo el maravilloso bullicio de la gran ciudad.
Fue un día espectacular que empezó a las nueve de la mañana, y terminó a las ocho de la noche. Esta vez no fui de excursión sola, como suelo hacer. Me acompaño mi amiga Karen, a quien no siempre veo, a pesar de vivir al cruzar de la calle. Suena increíble, pero es cierto. Eso es parte de la desgracia y magia de vivir en esta ciudad.
Karen y yo nos despedimos a eso de las ocho. Su día aún no terminaba. Debía asistir a una cena para los integrantes de una banda musical con la que trabaja. La cena sería en algún hotel del bajo Manhattan. Yo estaba exhausta, por lo tanto, tomé el tren y me regresé a casa.
El próximo sábado hemos decidido volver a andar por Manhattan. Iremos al MoMA, especialmente, a ver The Scream que ha estado aquí desde octubre, y aún no hemos ido a verlo. Por nada del mundo, me quiero perder la oportunidad de ver este cuadro que tanto me intriga.
Yo solo cambiaría el órden: "Eso es parte de la magia y la desgracia de vivir en esta ciudad." Y en cualesquiera otra metropoli, creo.
ResponderEliminarMe encataron las fotos. Sobre todo la suya o vuestra. Ya no estoy seguro qué es lo apropiado o más elegante!
Saludos!
Hola amigo Milton :)
ResponderEliminarMe sorprende tu deseo de alterar el orden :P Cómo buen matemático deberías practicar aquello de que el orden de los factores no altera el producto lol
Gracias por el piropo :) suya de Usted/ustedes; vuestra de vosotros :) Aunque no lo creas soy sólo una jajajaj. Así que la suya está bien.
Un abrazo y gracias por leer.