Anoche leía yo Un hombre llamado Juan Bosch de Antonio Ocaña cuando los ojos se me quedaron fijos sobre un párrafo. El señor Ocaña subrayaba, en esta sección del libro, algunas anécdotas de la vida de Bosch que demostraban su calidad humana. Una de ellas fue la adopción de un niño que abandonaron en las calles de Santo Domingo. Una acción noble sin lugar a duda. Sin embargo, el señor Ocaña comete un inexcusable acto de prejuicio racial al denunciar la desalmada madre que abandonó al hijo:
Este párrafo, con su miopía real o fingida, se inserta en el discurso de ciertos 'intelectuales' dominicanos que demonizan la cultura haitiana, amparados solamente en sus propios perjuicios, los cuales nos comunican en sus libros como si fueran hechos estudiados y comprobados.
"... Entre otras cosas, aquellos doctores determinaron que el niño debía tener unos seis meses de edad. En los rasgos somáticos, de aquel niño, se advierte el origen haitiano de su raza; sin duda a alguna, por lo menos su madre tiene que ser haitiana, pues es ocasionalmente frecuente, en las mujeres de esa raza, el abandono de los hijos, algo que ni siquiera puede concebir la mente de la mujer dominicana" (El subrayado es mío).¿Cómo leer este párrafo y no sentir indignación? Me molesta que el señor Ocaña parece desconocer, convenientemente para su argumento, que en la República Dominicana existe una gran población netamente negra; y me enfurece aún más su generalización sobre la mujer haitiana y la dominicana. No es cierto que todas las haitianas abandonen a sus hijos ni que todas las dominicanas sean incapaces de hacerlo. Su declaración es un disparate de primera ya que las razones que llevan a una mujer a abandonar a su criatura poco tienen que ver con su nacionalidad o el color de su piel.
Este párrafo, con su miopía real o fingida, se inserta en el discurso de ciertos 'intelectuales' dominicanos que demonizan la cultura haitiana, amparados solamente en sus propios perjuicios, los cuales nos comunican en sus libros como si fueran hechos estudiados y comprobados.