Dejé de ir al gimnasio hace unos meses porque me harte de tener que ir en carro. Me quedaba lejos de la casa, y casi siempre la pereza me ganaba. Sin embargo, este tiempo fuera del gimnasio me ha servido para recordar, y tener que aceptar que los años en los que podía comer lo que quería y no hacer ejercicio han terminado. No hacer ejercicio ya no es una opción si quiero mantener mi cuerpo.
Sin dorar mucho la amarga píldora, hace unos días me inscribí en un estudio de baile, yoga y pilates. Elegí este lugar por varias razones: quería ejercicios en grupo, tienen clases que me interesan y me queda muy cerca de casa. No quería repetir el fiasco del gimnasio anterior. Por ello, debía minimizar las potenciales excusas para no ir, ya que si tenía que agarrar el carro e ir a ejercitarme con maquinas, probablemente me aburriría.
La conclusión a la que llegué al estar alejada del gimnasio es que no puedo darme el lujo de aburrirme y abandonar el programa de ejercicios de nuevo, si no quiero subir de peso. Así que busqué una actividad entretenida y en la que pueda participar con otras personas. Además, tampoco me va mal socializar un poco, y ejercitar mi naturaleza parlanchina.
El experimento está ya en proceso. Mi primera clase fue de Zumba. Me la pasé divino bailando y sudando al son de ritmos latinos. ¿Cuándo fue la última vez que bailé todo una hora sin descanso? La verdad no lo recuerdo. Es probable que haya sido hace ya años. El estudio de baile estaba repleto de mujeres con una vitalidad increíble y la vibra era muy positiva entre todas las presentes.
La clase duró una hora, y al final salí de allí con una sonrisa de oreja a oreja. No parecía que estaba haciendo ejercicio, sino que estaba en la fiesta a la que hacía siglos no iba. Debo decir que la sensación de felicidad provocada por el baile, pronto se convirtió en dolor muscular y ahora me duele hasta el apellido.
Sin dorar mucho la amarga píldora, hace unos días me inscribí en un estudio de baile, yoga y pilates. Elegí este lugar por varias razones: quería ejercicios en grupo, tienen clases que me interesan y me queda muy cerca de casa. No quería repetir el fiasco del gimnasio anterior. Por ello, debía minimizar las potenciales excusas para no ir, ya que si tenía que agarrar el carro e ir a ejercitarme con maquinas, probablemente me aburriría.
La conclusión a la que llegué al estar alejada del gimnasio es que no puedo darme el lujo de aburrirme y abandonar el programa de ejercicios de nuevo, si no quiero subir de peso. Así que busqué una actividad entretenida y en la que pueda participar con otras personas. Además, tampoco me va mal socializar un poco, y ejercitar mi naturaleza parlanchina.
El experimento está ya en proceso. Mi primera clase fue de Zumba. Me la pasé divino bailando y sudando al son de ritmos latinos. ¿Cuándo fue la última vez que bailé todo una hora sin descanso? La verdad no lo recuerdo. Es probable que haya sido hace ya años. El estudio de baile estaba repleto de mujeres con una vitalidad increíble y la vibra era muy positiva entre todas las presentes.
La clase duró una hora, y al final salí de allí con una sonrisa de oreja a oreja. No parecía que estaba haciendo ejercicio, sino que estaba en la fiesta a la que hacía siglos no iba. Debo decir que la sensación de felicidad provocada por el baile, pronto se convirtió en dolor muscular y ahora me duele hasta el apellido.
Tengo que encontrar un lugar así... mientras tanto tendré que buscarme excusas para salir a caminar, yo también estoy descubriendo que no es lo mismo que hace años, cuando quemaba calorías hasta por pensar en ponerme a dieta XD
ResponderEliminarSonia,
ResponderEliminara mi me fascina el Zumba! Eso si, para mi, es un ejercisio por el cuerpo y el espiritu. Tambien yo cojo clases de Salsa y cuando el instructor toque "Aguanile" por Hector Lavoe, hasta los pelos en mi brazos se paren.
Si de ley, es bueno hacer ejercicios... y divertirse, ¿porqué no?
ResponderEliminarBesos de Naty
Sandy, lol. Te entiendo, me ha costado aceptarlo, pero he tendio que hacerlo, jajajaja. Caminar también es uan excelente manera de mantener el peso ideal. Suerte :).
ResponderEliminarAnónimo, claro que si es una ejercicio que anima el espíritu :). Me gusta mucho.
Naty, así es :). Y la diversión es siempre buena :)
Abrazos amigos :)