Esta mañana me levanté con ganas de leer ese libro de nuevo. Si, tengo la manía de leer un libro varias veces, pero sólo cuando me gusta mucho-; pero preferí pedir Obabakoak su novela de 1988, y así añadir un nuevo capítulo a nuestra unidireccional historia.
Por los próximos días esperare con ansias que llegue mi nuevo libro -me imagino que esa expectativa era lo que sentía la gente que esperaba una carta con mucho anhelo antes de la ERA DIGITAL. Que se sepa que si no sé lo que es esperar una carta es porque en la Rep. Dom. el correo no funcionaba, y en estos tiempos de cultura digital, desafortunadamente, la gente no escribe cartas :(.
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P.D. Este post es para que Engels y Marco dejen de calumniarme con que sólo leo a los difuntos :P.
Tienes toda la razón, no se escriben ya cartas. Y eso es una lástima.
ResponderEliminarLo más parecido son los e-mails, pero no es lo mismo. Las cartas tienen mucha más personalidad, más cuerpo. La letra escrita no es únicamente el vehículo del mensaje, es parte de él. Y los tiempos de envío juegan también un papel fundamental.
Pero el mundo ha cambiado, y nos toca vivir con lo que tenemos, que también tiene sus ventajas.
Por cierto, aquí el que te escribe ha descubierto que no siempre la comunicación con el escritor es unidireccional. ;-)
Un abrazo,
Serxio.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Serxio,
ResponderEliminarYa se ha perdido el arte de escribir cartas. Lo que es una verdadera lástima, aunque como bien dices el mundo de hoy tiene lo suyo también :-).
Pues, que bueno que digas eso sobre los escritores... No todos pueden decir lo mismo, a veces nuestros escritores más admirados suelen decepcionarnos con su actitud cortante :(. Una de las grandes diferencia entre el escribir libros y escribir blogs es, precisamente, que el blog se presta para el diálogo entre blogger y lector; así la comunicación tradicionalmente unidireccional de lector-escritor queda deshecha.
Un abrazo para ti también,
Sonia