

No creo que éste sea el momento de decidir quién será la persona que lo acompañe en la boleta presidencial. Sería bueno darse un tiempo para pensar fríamente qué es lo que le conviene a su candidatura. La elección de un compañero de boleta debe ser una decisión meramente política, y por lo tanto, debe ser analizada desde todos los ángulos. Al elegir a su VP, Obama debe pensar en sumarle a su ya exitosa plataforma política, nunca en restarle. Y por ello, un aspecto a considerar seriamente debe ser su falta de experiencia militar. Creo que debe elegir a una persona que lo complemente, que llene ese vacío, sin sacrificar el tema central de su campaña -alguien que haya sido probado y que haya pasado la prueba, que haya tomado la decisión correcta en el momento preciso, y que haya demostrado convicción propia, visión y liderazgo.
Aunque hay una larga lista de buenos candidatos, creo que el General Wesley Clark y el senador Jim Webb serían excelentes elecciones. Ambos compensarían sus limitaciones en el campo militar, gozan de un alto nivel de aceptación popular, y entre los expertos. Obama debe hacer algo para minimizar su ausencia de experiencia militar, por la que tanto lo atacarán los republicanos en los próximos meses.