miércoles, 23 de agosto de 2006

Dos trastornos mentales: el enamoramiento y la depresión bipolar

Hace unos días le comentaba a un amigo que los síntomas del amor son muy similares a algunos de los del trastorno bipolar:
  • Autoestima exagerada, o sensaciones de grandeza. El enamorado piensa que todo lo puede. Vive de la ilusión
  • Disminución de la necesidad de dormir. El desvelo es frecuente, y aun despierto es como si estuviéramos soñando
  • Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario. El enamorado no se cansa de hablar del motivo de su "enfermedad".
  • Gran distractibilidad, pasando de una a otra cosa con facilidad. Es imposible concentrarse en nada; siempre se termina pensando o haciendo cosas relacionadas con esa persona especial
  • Conductas alocadas, implicándose la persona en actividades más o menos placenteras, pero que suponen alto riesgo. Sin comentario. A veces suele causar hasta estragos físicos.
  • Euforia anormal o excesiva. Una simple llamada puede desencadenar un brote de alegría o tristeza incontrolable
  • Irritabilidad inusual. Especialmente cuando no se ve a la persona o no se ha tenido comunicación con ésta; o peor aún si se sospecha que pueda estar en brazos de otra persona
  • Aumento del deseo sexual. No explanation needed!
  • Energía excesivamente incrementada. No importa el cansancio o la falta de sueño, si se trata de ver a la persona en cuestión siempre se está dispuesto
  • Falta de juicio. Es la caracterícasca por excelencia del enamoramiento. Sólo el impedimento del jucio justifica que se hagan tantas estupideces
  • Entre otras...

Y tú ¿de que sufres de amor o de trastorno bipolar?

martes, 22 de agosto de 2006

Estirpe invisible

No es más que un miserable hombre invisible, en cuya piel se esconde un temible monstruo. Por sus desvanecidos poros transpiran su crueldad, su instinto salvaje y su epíritu de cruzado medieval. Es hijo del fanatismo... ve la vida sólo como un pasadizo que ha de llevarlo a un estado superior...

Se escrurre por los pasillos dando tumbos, y todos tropiezan con él, lo aplastan... Es que todo él es invisible, aunque a la vista saltan sus siniestras inteciones. Los inquisidores -acreditados sólo por su intolerancia, y avalados por su predisposición-, lo señalan entre la multitud. El método es infalible: árabe, musulmán, de tez oscura. Estos especialistas de la intolerancia aseguran que hasta su ADN es diferente, claramente identificable por sus genes de terrorista... Este hombre invisible es el enemigo de la nación; un hombre inexistente, ahogado en una absurda colectividad que lo condena... y sin embargo, tras la marañana que lo envuelve, a lo lejos lo aguardan, unos hijos y una esposa -como al resto de los visibles. Allí, en su espacio cesan todas las hipótesis, y poco a poco la invisibilidad lo libera; ésta se transforma en lo cotidiano, en lo normal ya qu todos llevan a cuestas la mancha indeleble: un perfil que los priva de su individualidad....

Esta reflexión la escribí en el aeropuerto de Orlando, mientras espera que saliera mi avión; allí pude percatarme de lo asfixiante que es cargar con un perfil de terrorista. Estos seres humanos no tienen opción de ser quienes son porque su individualidad ha sido aniquilada. Nadie ve más allá de su perfil; es como si todos fueran uno, una estirpe invisible....

lunes, 21 de agosto de 2006

Poema XX de Neruda

















Talantbek Chekirov

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches
como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma
como al pasto el roció.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos,
mi
alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos los últimos versos que yo le escribo.

domingo, 20 de agosto de 2006

Déjà Vu

Me pregunto por qué será que a veces hay situaciones que se repiten como un mal sueño que reocurre cuando menos lo esperamos. Tal vez, lo más lógico sería analizar qué es lo hemos hecho para atraer dichas situaciones. Sin embargo, hay ocasiones en que éstas llegan a nuestra vida sin haberlas buscado; simplemente llegan, te envuelven, te arrastran... Y aunque sabes que te están arrastrando con ellas, no puedes evitarlas. Pareciera que estuviéramos siguiendo un guión, y que nuestras historias están siendo proyectada en una pantalla... Es la misma historia siendo interpretada por otros personajes... y aunque es incomprensible, nos encontramos comportándonos de una manera muy similar a como lo hicimos antes... Por lo tanto, es obvio que el desenlace también será el mismo, exactamente igual que antes.... Uno pensaría que el haberlo vivido antes lo prepararía para enfrentar la situación mejor, pero ¡qué va!... como bien dice la trillada frase "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra." Así, sin haberlo planeado ni desearlo nos encontramos experimentando esa sensación de Déjà Vu que nos grita que esto ya lo habíamos vivido; y desafortunadamente desde el principio sabemos como terminará la historia, aun cuando las variantes sean otras el resultado será el mismo...

El cudro Déjà Vu es del pintor Ramaz Razmadze

miércoles, 16 de agosto de 2006

Encrucijada

Los seres humanos estamos constantemente tomando decisiones, algunas son triviales y por lo tanto ni siquiera nos pecatamos de de ello, otras son mucho más importantes, hasta el punto de causarnos ansiedad por miedo a tomar la decisión equivocada. La ansiedad no es injustificada ya que cada decisión que tomamos afecta no tan sólo nuestra vida sino la de las personas que nos rodean -las cuales a su vez afectarán la vida de otras personas. Para mí es fascinante la cadena de reacciones que nuestras decisiones pueden causar, en algunos casos llegando a cambiar no sólo nuestra vida sino la de otras personas.... por estas razones, cuando nos encontramos ante una encrucijada es tan difícil decidir qué hacer, ylas preguntas comienzan a amontonarse en nuestra mente, ¿cómo saber en que dirección continuar?¿Me estaré equivacando? ¿Cómo afectaría mi desición la vida de otros?... etc.

En ocasiones he tratado de reflexionar sobre cómo ciertas decisiones han cambiado mi vida y como hubiera sido ésta si la decisión hubiera sido otra. Creo que es un ejercicio interesante, claro, simplemente como mera reflexión y no como un instrumento de tortura para lamentarnos y hacernos la víctima..... Creo que la vida es como un gran tablero de ajedrez ya que un simple movimiento de pieza -una simple decisión- desencadena un juego totalmente diferente, y éste a su vez empieza otros moviemientos que sin duda llevan a otros juegos.

lunes, 14 de agosto de 2006

¡Hogar, dulce hogar!


Ya saben que andaba de parranda, pero hoy estoy de vuelta en casita. ¡Ay qué rico! Me la pase súper bien a pesar de algunos pequeños tropiezos -como ya saben- y un gran susto que prometo contarle más adelante. Durante esos 18 días que estuve fuera pasaron muchísimas cosas... Tal vez le cuente luego. Por ahora, trataré de ponerme al tanto de mis pendientes y a disfrutar de mi hogar -ah palabrita dulce esa, caray!!! Just Checking in from my home base!!!!

viernes, 11 de agosto de 2006

¡Qué día!

Ayer me levanté súper temprano porque quería ir a la playa por última vez, antes de tomar mi vuelo de regreso a Nueva York. Tomé la I-4, y me pareció que todos iban bastante rápido... Sin embargo, un policía de tránsito estatal decidió que, para él yo era quien iba más rápido y me detuvo. Me dijo que iba a 85 millas por hora en una zona de 55, en ese momento yo paré de escucharlo y traté de controlarme y no decir nada. Mi mente estaba en que tenía que volver a casa, arreglarme, buscar el equipaje, devolver el carro, llegar al aeropuerto -con tres horas de anticipación por las medidas adicionales de seguridad- y lo menos que quería era discutir con ese señor. Me pidió mi licencia y los papeles del carro. El muy inepto, me preguntó que si la dirección en mi licencia era mi dirección, me dio gana de decirle no, !qué va! la tengo ahí para despistar a los idiotas como tú, pero me mordí la lengua. Me porté increiblemente bien. Hasta le sonreí, pero eso no me valió para evitar la multa de 183 dólares, y tres puntos en mi licencia virgen, en la que nunca había recibido puntos; eso me dolió mas que la multa... Agarré mis documentos, me dijo que si quería refutar los cargos podía ir a la corte... Unjú!!! Seguí mi rumbo... , empaqué y salí para el aeropuerto: otra pesadilla. El tránsito estaba horrible, las colas interminables, mi vuelo retrasado por 5 horas, pero sin garantía de que saldría a tiempo, porque había muchos retrasos. No tenía ningún interés de quedarme en el aeropuerto perdiendo mi tiempo, así es que llamé la línea aérea y le dije que no quería esperar, que si podía irme otro día; la respuesta fue sí, excepto que no había nada disponible hasta el lunes... !Qué suerte la mía! Me quiero ir ya, extraño mi casita...