miércoles, 11 de abril de 2012

Abulia

Son las once de la mañana, y mi mundo cruje bajo los pies.  Sobre el escritorio un té verde, junto a un cóctel de tabletas naturales que prometen hacerme bien. Navego por unas enredaderas que me dificultan el paso. Me detengo, de vez en cuando, y aspiro el aire -hoy la respiración procede de las plantas de los pies. Sigo adelante aunque sin saber muy bien adónde voy...

¿Qué hacer? ¿Adónde ir? Es un día de esos en que falta voluntad. No se me antoja nada. Hace medio día que barajo irme al gimnasio, o al súper, o a cualquier lugar. La solución sería romper con esta maldita abulia que se ha apoderado de mí, pero cuando nos falta la voluntad nos quedamos desarmados ante la vida. ¿No es una catástrofe personal el quedarse sin voluntad?

El único consuelo es que esta abrumadora sensación sólo dura unos cuantos días, sólo unos cuántos... Y entonces, empieza el ciclo de nuevo que me traerá devuelta a este abúlico estado, justo en un mes.

2 comentarios:

  1. Al planeta le ha llegado su primavera: Con cartel nuevo y todo anunciado la llegada a él hasta con nuevas estrellas.., como si las necesitara (este planeta nació de una estrella).

    En fin, me alegro que todo sea sólo un ciclo porque en los ciclos hay de todo, bueno y no tanto, como bien dice la escritura aquella que también asegura que hay tiempo para todas las cosas.

    Hay que darle crédito a la artista quién una vez más se las ha ingeniado para convertir y moldear el lodo y el barro de su existencia en la melancólica pero no menos hermosa escultura de este post.

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  2. La limpieza primaveral no debe ser exclusiva para la casa real, sino también para mi planeta :P Me pasé un buen rato experimentando, y sí, por ahora, me gusta lo que quedó :)

    No tienes idea lo mal que me sentía cuando escribí esta entrada... Hoy estoy muchísimo mejor :P Son cosas pasajeras, es lo bueno de ellas.

    Saludos y gracias por tan lindo comentario :)

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