sábado, 21 de mayo de 2011

Una forma útil de combatir el odio

El señor Fred Phelps es tristemente celebre por haberse dedicado a promover el odio desde sus principios cristianos. Este señor y  la Westboro Baptist Church han organizado protestas en contra de todos los que consideran una amenaza a su fe religiosa: homosexuales, judíos, luteranos, católicos, entre otros.

La última actividad que había planeado este grupo de odio, no salió precisamente como ellos habrían querido. Tenían previsto protestar la presentación de la comediante Lisa Lampanelli, pero al ésta enterarse de la noticia, informó que donaría mil dolares por cada manifestante que se sumara a la protesta.

La iglesia logró reunir a cuarenta y cuatro bondadosas almas para  la protesta, por lo tanto, ahora  Lisa Limpaelli donará cuarenta y cuatro mil dolares a una organización de apoyo a los homosexuales.

Esta jugada fue simplemente brillante. ¡Bravo Lisa!

domingo, 15 de mayo de 2011

Reality check!

Dejé de ir al gimnasio hace unos meses porque me harte de tener que ir en carro. Me quedaba lejos de la casa, y casi siempre la pereza me ganaba. Sin embargo, este tiempo fuera del gimnasio me ha servido para recordar, y tener que aceptar que los años en los que podía comer lo que quería y no hacer ejercicio han terminado. No hacer ejercicio ya no es una opción si quiero mantener mi cuerpo.

Sin dorar mucho la amarga píldora, hace unos días me inscribí en un estudio de baile, yoga y pilates. Elegí este lugar por varias razones: quería ejercicios en grupo, tienen clases que me interesan y me queda muy cerca de casa. No quería repetir el fiasco del gimnasio anterior. Por ello, debía minimizar las potenciales excusas para no ir, ya que si tenía que agarrar el carro e ir a ejercitarme con maquinas, probablemente me aburriría.

La conclusión a la que llegué al estar alejada del gimnasio es que no puedo darme el lujo de aburrirme y abandonar el programa de ejercicios de nuevo, si no quiero subir de peso. Así que busqué una actividad entretenida y en la que pueda participar con otras personas. Además, tampoco me va mal socializar un poco, y ejercitar mi naturaleza parlanchina.

El experimento está ya en proceso. Mi primera clase fue de Zumba. Me la pasé divino bailando y sudando al son de ritmos latinos. ¿Cuándo fue la última vez que bailé todo una hora sin descanso? La verdad no lo recuerdo. Es probable que haya sido hace ya años.  El estudio de baile estaba repleto de mujeres con una vitalidad increíble y la vibra era muy positiva entre todas las presentes.

La clase duró una hora, y al final salí de allí con una sonrisa de oreja a oreja. No parecía que estaba haciendo ejercicio, sino que estaba en la fiesta a la que hacía siglos no iba. Debo decir que la sensación de felicidad provocada por el  baile, pronto se convirtió en dolor muscular y ahora me duele hasta el apellido.

domingo, 1 de mayo de 2011

Laberinto

Me he perdido en el laberinto; he encontrado miles de monstruos, astutos, grandes, feroces, y los he vencido, pero siempre hay otro mayor que me sale al encuentro.

Me rehúso a detenerme a pesar de que pareciera que ando en círculos y que jamás lograré matar al último minotauro, y escapar .

Sin embargo, de cada enfrentamiento, salgo siempre distinta, renovada y a la vez abatida. En cada uno de ellos, he dejado algo de mí, y he adoptado algo nuevo. Es cierto, ya no soy la misma; soy un ser fragmentado, desdoblado entre dos realidades que me asfixian.

¿Encontraré algún día el hilo de Ariadna que me permita escapar de este interminable laberinto? Hasta hoy, cada hilo que he encontrado, ha sido sólo un espejismo.

Ariadne  and Theseus por Nicolo Bambini