viernes, 21 de mayo de 2010

Víctima de su propia arrogancia

Hay personas que se creen perfectas. Ellos jamás cometerían un error. Si algo sale mal, jamás podrían ser los responsables, porque nunca cometen errores. Amparados en esa prepotencia y falsa imagen de sí mismos, van por la vida insultando, acusando y tomando la mínima oportunidad para empequeñecer al otro.

Un día cualquiera se extravía un documento que estaba en  posesión de la señora perfecta -o el señor perfecto. En vez  de pensar que, tal vez, lo ha puesto en otro lugar, por error o descuido, empieza una cruzada para probar que el responsable es la última persona que recuerda haber tenido el documento. La defensa o explicaciones de la persona no tienen ningún valor ya que es claro que la acusadora es incapaz de equivocarse.

Ahora se está ante un conflicto en el que sólo existe la palabra del acusador frente a la palabra del acusado. No importa que el acusado tenga un testigo que corrobore su versión de la historia: el documento le fue entregado a la acusadora y que ésta nunca se lo devolvió a quien le imputa haberlo perdido. La frustración del acusado radica en que se trata de una persona que no concibe la idea de que tal vez, sea la responsable del extravío del documento.

Unos minutos más tarde, Mrs. Perfect descubre que en realidad se equivocó, que el acusado era inocente de lo que se le imputaba. Una persona equilibrada usaría la oportunidad para disculparse y mostrarse verdaderamente arrepentida por los insultos y por su  conducta y denigrante hacia la otra persona. ¡No, qué va! Por el contrario,  continúa buscando faltas ajenas en vez de aceptar su propio error y de que sus ataques eran totalmente infundados..

5 comentarios:

  1. Muy común. Humanitos, amiga. A veces se nos olvida aprender y crecer.

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  2. Desgraciadamente, se cruzan en el camino personas así, y bueno, a coger y dejar, por mucho que uno trate, ni vamos a entender su posición y ellos tampoco van a cambiar.

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  3. En mi trabajo hay una señora que ante el jefe quiere ser la empleada perfecta. Cuando comete un error trata de echarle la culpa a los demás. No le gusta admitir que se equivocó.
    Por el contrario, cuando he cometido errores lo he admitido. No me pongo a decir mentiras para tapar el error. Estoy muy grande para que nadie me venga a dar una pela. Asi que no siento temor ante los jefes, por hacer algo que todos los seres humanos hacemos: equivocarse.

    Un buen trabajador no es el nunca se equivoca, sino aquel que hace su labor con responsabilidad y esmero. Que sin importar lo humilde que sea el trabajo, cumple con el ,pues para eso le pagan.

    A propósito un amigo me comentó que este post es para mi, por el comentario del post anterior. Pero no me siento aludido ni pienso que lo escribiste para mi. Sé más que nadie cuales son mis defectos y la de ser perfecto no es uno de ellos.

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  4. Argénida, lo triste no es que se nos olvide, eso solo indica que somos humanos, y por ende imperfectos... lo triste es no aprenderlo nunca :(. Es el caso de la persona de quien hablo.

    Gigi, claro, tienes razón. No hay que hacer, sólo evitar conflictos con alguien de tan pobre ética personal y profesional.

    Majarete, no es así, tu comentario te lo dejé en el otro post :). No soy rencorosa ni me enojo tan fácilmente....-aunque a veces, sí, lol. Lo que no sé es quedarme callada, lol. Eso nunca lo aprendí, aunque mi madre se esmero en quitarme la costumbre... me decía que estudiará para abogada porque siempre tenía una respuesta a todo :). Uno es como es, y ya, lol.

    Lo del incidente del post ocurrió ayer, y no, tú no estabas ahí, aunque claro, no sabría identificarte porque no te conozco, pero por lo menos sé que eres hombre... la protagonista de tan bochornoso episodio era Todo Una Dama, LOL.

    Gracias a los tres por leer mis post :). De algún modo me hacen compañía al intercambiar palabras e ideas :).

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  5. Mi abuela y mi madre me dicen lo mismo que a tí, sobre la conveniencia de que me haga abogada. jejejej...igual que a tí. Me viven diciendo que parezco una "abogadita", porque siempre tengo "menudo para devolver".

    Abrazos.

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